Eso fue como parte de la visita oficial cumplida por Armstrong junto al entonces astronauta Richard F. Gordon y un número de técnicos y expertos de la NASA, del 23 al 25 de Octubre de 1966 en Montevideo.
Armstrong había volado 78 misiones de combate con la Marina de Guerra de Estados Unidos en Korea.
Fue ingeniero e investigador aeronáutico y como tal integró la segunda tanda de astronautas elegidos por la NASA.
Cuando Armstrong visitó Uruguay, había volado en la Gemini 8, junto con el astronauta Dave Scott y protagonizado el primer acoplamiento espacial con el módulo Agena, luego del cual, salvó la misión de un verdadero desastre, cuando su cápsula comenzó a dar tumbos en el Espacio, por haberse atascado uno de los 16 cohetes impulsores. Armstrong decidió cortar esos impulsores y usar otros 16 con los cuales pudieron retornar a Tierra, acortando la misión. Ese acto heroico y de audaz inteligencia, le valió ser elegido para ir a la Luna en el histórico vuelo de la Apolo 11 y comandar la misión, siendo el primer ser humano en pisar el suelo de otro astro.
Nacido el 5 de Agosto de 1930, me complace señalar que él también era de Leo.
Un problema cardiovascular, determinó que pocos días antes de su fallecimiento fuese sometido a una intervención quirúrgica, luego de la cual se presentaron complicaciones que determinaron su deceso.
Armstrong, un auténtico héroe, ha sido profesor universitario, y luego de su hazaña, fue renuente a efectuar apariciones públicas, aparecer en documentales, y hacer alharaca con su llegada a la Luna.
Seguramente con él se ha llevado a la tumba algunos secretos, pero cabe esperar que la esposa revele ahora, cosas que no quiso decir en vida.
Para todos los que tuvimos el privilegio de verle personalmente, de plantearle preguntas, de escuchar sus respuestas, y de admirarle al pisar la Luna desde la pantalla chica de un televisor en blanco y negro, el impacto de su personalidad quedará grabado para siempre.
Que Armstrong sea un ejemplo que inspire a la juventud del mundo, para dedicar sus vidas a emprendimientos serios y de arrojo, aplicándose tenazmente al estudio, a la adquisición de conocimientos, y a su aplicacion práctica posterior.
Me consta que Armstrong fue el motivo que inspiró a varios actuales astronautas a elegir esa actividad.
Que lo sea mucho más de aquí en adelante, porque el Espacio es nuestro destino manifiesto como especie aún sobre este planeta Tierra.
El ser humano ya debería haber construido una base permanente en la Luna, y para 2015 pisar suelo marciano. Toda demora, no hace sino hablar pésimamente del estamento político estadounidense que tiene en sus manos tomar esas decisiones.
Abogo por una NASA con la misma capacidad, presupuesto y personal, que equivalga a los que tuvo cuando el Proyecto Apolo.
Será el más justo y digno homenaje a Neil Armstrong.
Emocionado, le rindo mi postrer humilde homenaje. ¡Descanse en Paz, pionero espacial!!
enigma
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