La mejor tarjeta de presentación de una mujer es su cuerpo. Porque es lo primero que llega a los ojos y a los sentidos.
Luego lo puede complementar su modo de caminar, de sentarse, de cruzar sus piernas, su perfume, su peinado, y la tibieza de su piel. Su vestimenta y el maquillaje.Todo lo cual hace un cuadro femenino completo.
A veces una mujer no es tan bonita pero es “sexy”, en su modo de hablar, en sus modales, en su forma de moverse. Eso ocurría con la otrora famosa Brigitte Bardot.
Luego claro, hay preferencias. Como hombre yo prefiero a una mujer de ojos grandes, expresivos, que a una de ojos chiquitos. No me agrada que tenga una nariz grande, ancha o puntiaguda. No me gustan los labios finitos, sino que me deleitan los labios gruesos.
El busto es un punto muy importante. Una mujer chata, francamente es una especie de persona en negativo. En cambio alguien con senos prominentes, --no exagerados—apela, tiene “talento” como dirían los hollywoodenses.
Las piernas son un aspecto difícil en las mujeres. No es fácil encontrar damas con piernas bien torneadas, hermosas, de esas que las pueden elegir para hacer una publicidad de medias. A lo largo de mi vida, he conocido sólo 4 mujeres con piernas verdaderamente adorables.
Y yendo de los detalles a lo general, el impacto de una buena figura se destaca por su busto, su cintura y sus caderas.
Las caderudas me desagradan. Hay individuos que gustan de mujeres con forma de pera. Las caderas sí tienen que estar marcadas, pero dentro de ciertos límites que hagan armonía con el resto del cuerpo.
Ah! Me advierte un amigo que me acompaña y me ve redactar, que no me olvidé del trasero. Aquí tenemos otro problema…Hay algo que yo le llamo “la línea de flotación”… como la de un barco. Es una línea imaginaria que uno traza a la mitad del trasero. Si la parte más abultada de éste coincide con esa línea, está bien, pero si está por debajo de esa línea, perdió puntos.
Un buen trasero mirado de perfil, es un semicírculo, es una colita respingada, rellenita. No una cola inexistente casi, chata. O bien caída, donde la espalda parece continuarse para rematar abajo (muy por debajo de “la línea de flotación”) con algo un tanto redondeado, pero sin gracia alguna.
Dicho todo lo cual, una mujer, no sólo para resultar atractiva, sino para obtener un empleo, o para cuidar el que tiene, especialmente si es ejecutiva, secretaria, relacionista pública, profesora de gimnasia, cosmetóloga, presentadora en televisión, cantante, artista de teatro, TV o cine, debe prestar mucha atención a su cuerpo, y no permitir bajo ningún concepto que se deforme.
Me resultan horrorosos esos cuerpos de mujeres obesas, que vistas de atrás, parecen tener un rectángulo con una posadera. Ya no se discierne una cintura, la espalda se une a las caderas y forman un todo geométrico totalmente desfavorable.
Antebrazos con pulpas colgando, músculos fláccidos, un “flotador” a la altura del abdomen, celulitis en las piernas, várices, juanetes…ufff la lista de descuidos, de no hacer gimnasia, de no llevar un régimen de comidas adecuado, de evitar ciertas cirugías correctivas, más factores genéticos, hacen que muchas mujeres deformen su imagen, y ya no cuenten competitivamente, frustren a sus esposos, o a sus compañeros de sexo, y sufran ellas mismas al verse cada vez peor.
Claro que hay etapas en la vida. Cuando una mujer es suficientemente joven, cuando promedia los 40, si nota alguna tendencia peligrosa en su cuerpo está perfectamente a tiempo de corregirla, de recuperar su imagen, de superarse a sí misma, de proponerse ser quien quiere y puede ser, para triunfar, primero consigo misma. Verse bien, sentirse bien, estar satisfecha.
Hay mujeres que a sus 50s y 60s descuellan en belleza. Su fórmula: no abandonarse, siempre cuidarse.
Alguien dirá: da trabajo, lleva tiempo, es un sacrificio. Respondo: ¡vale la pena!
El abandono de uno mismo significa que la autoestima está por el suelo. Que se ha renunciado a vivir, a ser quien se es, que se han ido perdiendo los puntos de referencia para mantenerse adecuadamente, física y psicológicamente.
¡Arriba ese ánimo!, queda mucho por vivir, mucho por hacer, la sociedad está llena de oportunidades, pero…hay que tener una buena imagen, como parte importante, para conquistarlas.
Yo le diría a las mujeres: mírense al espejo, y no descansen hasta sentirse satisfechas consigo mismas, por mantener una buena imagen cada día, o hasta haberla recuperado si es que la perdieron.
enigma
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