Saturday, April 6, 2013

Hetero, homo y bisexualidad ¿acaso algo nuevo?

Quienes me conocen saben que me gusta decir las cosas claras.

No me asusto de palabras ni de temas.

A veces puedo pasar por poco discreto o falto de diplomacia. No me preocupa. La sinceridad ante todo.

La libertad de expresión es un derecho civil inalienable, que sólo cercenan los regímenes totalitarios, como demostración palmaria de su intrínseca debilidad.

Pero no es la única libertad que tiene que gozar el ser humano para ser tal.
La de desplazamiento, la de reunión, la de pensamiento, y entre esas libertades, está también la libertad sexual. 

Concebida como un derecho humano básico, pues nacemos con el sexo, vivirla sin restricciones impuestas por una determinda cultura, sociedad, grupo social, es elemental. El sexo es una cuestion personal y de pareja. 

Cada quién llega a conocerse lo suficiente como para saber cuál es su inclinación, preferencia, orientación, gusto. Y tiene el derecho, en la privacidad de una relación madura, a vivir eso con plena libertad.

Demasiados siglos de castración han creado prohibiciones, tabúes, mitos, y deformado, sometido, y trastornado la forma de vivir el sexo a pleno, so pretexto de normas éticas que no han servido sino para propender a la degeneración. Ejemplo claro: la pedofilia.

Así como lo más común es que en  un  ser humano funcionen y bien los cinco sentidos, a nadie se le ocurriría discriminar a una persona inválida, ciega, sorda o muda, por el mero hecho de serlo. 

Sólo la rémora de conceptos preteridos puede aún querer discriminar en el derecho a ser como cada quien quiere ser y vivir su sexo como lo sienta. 

Por tanto, si bien la heterosexualidad es lo más común entre los seres humanos, no por eso hay derecho a discriminar a quienes son homosexuales, o bi-sexuales. Ni a quienes han decidido asumir el sexo opuesto porque así lo han sentido desde la niñez.

(Claudia Charriez modelo transexual)

Son por demás conocidos los casos de algunas parejas famosas de hombres homosexuales y de mujeres lesbianas.

Para quien no lo es, puede resultar dificil admitir la situación. Sólo pensarla la hace imposible. Yo hombre ¿gustar de un hombre?, ¡jamás! Hay demasiadas mujeres bellas que despiertan mis sentidos.

Pero no puedo discutir a quien ha nacido con una tendencia natural diferente, quien encuentra en el mismo sexo, el máximo de su felicidad y el motivo de sentir amor. Porque esencialmente de eso se trata: de sentir amor. 


De la misma forma, a una mujer puede parecerle extrañísimo a su formación, sentir, hábitos y costumbres, tener relaciones íntimas con otra mujer. Pero eso no quita que haya quienes las tengan y las gocen tanto o más que si las tuviesen con un hombre. Y tampoco se trata meramente del sexo. Si ubicamos a la relación sexual en su justo lugar, la misma es consecuencia de que en la pareja se suscite el amor.
                                                                                                       (Ellen DeGeneres y Portia de Rossi)
¿Acaso entonces, la homosexualidad o la bi-sexualidad (personas que disfrutan indistintamente la relación sexual con hombres o mujeres) son algo nuevo?  No. Son tan antiguas como la humanidad misma. Tiempos hubo en que su práctica era aceptada socialmente, y nadie se escandalizaba.

La iglesia ha tenido un papel castrador respecto del sexo y la sexualidad. Creó un sentido de pecado en lo que tiene que ser una bendición por la cual dar gracias al Ser en Si. 

Hizo que hablar del tema fuese tabú. Que los padres se viesen en figurillas para referirles el tema a sus hijas e hijos. Que hasta en programas de educación formal, se separaran en grupos a los jóvenes de las jóvenes, y nunca se dijeran las cosas claras.

Hoy día, con el uso totalmente recomendado del condón y de los anticonceptivos, más que nunca es necesaria una educación sexual desde el jardín de infantes.  

Cuando preocupan temas como el de las madres solteras y precoces, y el aborto, más razón hay para llevar adelante una adecuada educación sexual.

Pero una educación sexual no oscurantista, no creadora de miedos y de vergüenzas absurdos, sino una educación para la libertad con responsabilidad.

Eso es lo que pienso. Si están de acuerdo, díganlo. Y si no, también. Quiero sus comentarios.



enigma

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