SOLO

Estoy solo. Sí, solo conmigo mismo. Solo con mi soledad.

Con mis recuerdos, los viejos y los muy recientes.

Y es Ernesto Cortázar, ese maravilloso pianista mexicano que "descubrí", quien toca mi alma con cada nota, y evoca y provoca un estado muy especial de ánimo.

Vivencias que están frescas, basta recorrer este mismo blog.

Sentimientos que calaron hondo, intensísimos, fuertes, tremendos.

Sentimientos genuinos, no fingidos.

Pérfida suerte la mía, no poderlos llevar a la práctica en la forma apropiada.

Pero repudio la palabra “imposible”. No nunca ni nada es imposible, cuando realmente se busca hacerlo posible.

Cuando hay coraje, voluntad de correr riesgo, y sentido común.

Cuando se acondicionan las situaciones y las cosas de tal manera de viabilizar lo que de otra manera, claro, no puede funcionar.

Por eso, porque faltó hacer eso, lo aparentemente imposible va ganando la partida.

Y entonces, estoy solo.

Porque se está solo, aunque se pueda estar rodeado de una multitud.

Es una soledad del alma, del corazón.

Es una soledad no nueva para mi. Es una soledad de años que ahora
se ha agavado más aún.

Es una soledad acompañada, y tal vez, paradojalmente, ¡vaya ironía de la vida! cuando elija estar físicamente solo, viviendo por las mías, es cuando tal vez abra la puerta para poder estar acompañado.

Para encontrar la compañía idónea que necesito y anhelo.

Lectora amiga, si me entiendes, si entiendes mi soledad, si
comprendes un poquitito de mi corazón, no me tengas lástima ni compasión.

Sólo te pido que ores por mi, para que en un futuro próximo ya no tenga más esta soledad.

Tal vez en tí misma esté la solución, o no.

Igualmente, gracias por leerme.



enigma