Wednesday, September 25, 2013

CULMINA LA POESÍA con un aporte personal

La persona a quien dedico este poema, tuvo ocasión de conocerme bien. De adentrarse en mi personalidad, de darse cuenta –como ella misma me lo dijo—que soy tierno.

Sí, soy sensible, y soy tierno, lo cual no va en desmedro de mi masculinidad.

Soy sincero y espontáneo. Digo lo que pienso y siento y lo respaldo con hechos, en forma coherente y responsable. Así procedí con ella en todo momento.

Confío en la persona con quien estoy tratando, antes que llegar a desconfiar.
No actúo con prejuicios. 

Doy la oportunidad de que la persona se manifieste tal cual es, antes de descubrir un atisbo de deshonestidad, de falsedad.

Actúo con sencillez,  procedo con caballerosidad, y espero en contrapartida, hallar el mismo tipo de relacionamiento.

Si, soy comprensivo, perdonador, amplio, tierno, pero no soy estúpido.

Cuando una y otra vez se pergeñan proyectos que nunca se plasman en realidad, y se da una palabra que nunca se cumple; cuando se borra con el codo lo que se escribió cantidad de veces tecleando la PC o el teléfono celular.  Cuando no se asume responsabilidad por lo dicho y lo hecho en persona; por las vivencias compartidas a conciencia y cabalidad. Cuando se pretende actuar como si  “aquí no ha pasado nada”, y anular los sentimientos auténticos, verdaderos y profundos, como quien apaga una luz, entonces reacciono.

Reacciono con toda la justificación, toda la vehemencia, y todo el derecho de alguien cuya dignidad ha sido violentada y cuya persona ha sido destratada.

No me tengo que reprochar nada. En todo momento actué como el mejor compañero, el mejor amigo, el mejor enamorado, dispuesto a ayudar siempre, servicial a cabalidad, capaz de sentir como propios sus problemas, sus angustias, sus dolores físicos y del alma.  Pero todo eso requiere consciencia de lo que significa, y demanda  respeto al menos.

Cuando se decide anular todo eso, arrasar con todo eso, pretender que nunca fue y nunca existió, cuando se pretende negar la relación de amor que hubo (por lo menos de mi parte fue genuina) entonces sí reacciono.

Y mi reacción se plasma en este poema, y en la canción que le sigue, que se los dedico con toda intención a la persona de marras, a quien elijo no nombrar. Ella sabe que es para ella.
 
Tal vez, alguien que ha seguido mi blog por todo el tiempo, un blog donde ensalzo una y otra vez al amor, como la más maravillosa realización del ser humano; un blog donde alabo la amistad como una  magnífica relación, un blog donde hablo de perdón y reconciliación, pudiera preguntarme: ¿por qué entonces tan duro con esta persona?

¿Sería posible aún un entendimiento?

He escrito muchas  veces –y no me desdigo—que no me gusta la palabra imposible cuando se trata de relaciones humanas. Siempre hay una puerta abierta, una posibilidad.

Pero, para que hubiese de mi parte un perdón y una reconciliación, primero tendría que haber un reconocimiento pleno de los errores y el mal proceder de la otra parte, y un sincero arrepentimiento de todo ello.

Estoy persuadido –luego de todo lo que me ha tocado vivir—que la otra parte no está a la altura para acometer semejante acto de honestidad, de lealtad, de sinceridad.  Se quiere demasiado a sí misma como para hacerlo, o bien tiene un miedo terrorífico a las consecuencias que ello le pudiera deparar.

No miedo a mi, sino al entorno en el cual ella se encuentra.

Ojalá le sirvieran de guia estas palabras del Papa Francisco:


SE ACABÓ
¡Se acabó!
La mentira deleznable
la conquista preparada
la manipulación artera

Se acabaron
las lágrimas de cocodrilo
los arrepentimientos fingidos
los temores ridículos

Se acabó la historia
de proyectos incumplidos
de reconstrucciones imaginarias
y de mentiras consuetudinarias

Conmigo no vale la traición
conmigo no funciona fingir
por mi te puedes ir
doquieras, con Broz o con Briz

Sigue tu fantasía nocturna
en medio del vacío de tu insatisfacción
pasa tus madrugadas twitteando
y planeando tu próxima sesión


Para mi, afortunadamente  se acabó
estoy muy feliz y muy en paz
estoy recibiendo a raudales
el cariño de seres estupendos

De seres que de veras me quieren
y que están viviendo conmigo
momentos hermosísimos y dignos
momentos superiores, de verdad


Atrás pues la infamia
fuera la fantochada destrozada
de quien no supo ser sincera
y jamás sabrá y podrá amar.

Amar en exclusividad
Amar en entrega decidida
Fervorosa, y total
Amar jugándose, hasta el final. 



   


enigma
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