Ayer me referia a cuán tradicionalistas son.
Dentro de eso, caben las ceremonias oficiales y los festejos más importantes.
Son desarrollados con dignidad y con respeto.
Hay una marcha especial cuyos compases anuncian al Presidente. Hay una marcha especial para los colores, es decir el desfile de la bandera nacional y las diversas banderas de las Fuerzas Armadas.
Existe un gran respeto y consideración por las Fuerzas Armadas, compuestas voluntariamente. En el área de Washington DC., la capital, es habitual que en el Metro (el subterráneo) especialmente en las líneas Azul y Amarilla, que tienen una estación en el Pentágono (sede del Departamento de Defensa), viajen militares de alto rango, así como soldados.
El pueblo estadounidense sabe que son suyos, son uno más de ellos, con uniforme y sirviendo a la nación al punto de dar la vida si es necesario.
Los veteranos de cualesquiera de las guerras, también son respetados y admirados. Aún quedan veteranos de la IIa.Guerra Mundial, y puedo asegurarles que en una oportunidad, cuando se comisionó al destructor de la Armada "Arleigh Burke", y se hicieron presentes veteranos que estuvieron al mando de ese destacado comandante, varios de ellos en sillas de ruedas, se me hizo un nudo en la garganta, y se me erizó la piel.
Y ahi estaban, como entonces, junto a su comandante...eran los que se la jugaron, mientras yo tenía una plácida niñez en mi natal Uruguay. ¡Ellos lucharon por mi libertad! ¿Cómo no emocionarse?
El Dia de los Veteranos, es feriado nacional y diversos actos donde participan las máximas autoridades, celebran esa fecha especial, con austeridad y unción.
El himno nacional, que curiosamente no tiene una versión oficial única, por lo cual cada intérprete le puede dar su propia inspiración al entonarlo, concita el respeto y silencio de todos los presentes, en un estadio deportivo, en un acto oficial, en donde sea que se ejecute. El estadounidense lleva su mano sobre su corazón, y mira hacia la bandera que le representa. Y al final, estalla en aplausos y vitores, con la alegría y orgullo de ser parte de este país, "tierra de los libres y hogar de los valientes" como dice la letra del himno en su final.
Una de las cosas más hermosas, por la participación masiva del pueblo, es la celebración del 4 de Julio, el día de la Independencia. No hay --como en muchas otras partes-- un gran desfile militar, con revista de las tropas, palco oficial, etc.
Hay fiesta, hay diversos escenarios con músicos alrededor de los cuales la gente hace camping. Y luego, a la noche, en Washington, como en Nueva York y en otras ciudades, a lo largo y ancho de este país-continente, hay estupendos fuegos artificiales, para deleite de los cientos de miles que se dan cita, acompañados con los acordes de las marchas de Souza, y la (también tradicional) Obertura 1812 de Tchaikovsky, interpretada por la Sinfónica Nacional, con la salva de verdaderos cañones.
El11 de Septiembre de cada año, ya ha ido conformando una tradición, con el toque de campana en Nueva York, la lectura de los nombres de todos los fallecidos. Un acto en el Pentágono, y otro en un campo de Pennsylvania, donde el heroísmo de los pasajeros, hizo que el tercer avión secuestrado por terroristas se estrellara allí, y no llegara a la Casa Blanca o el Capitolio, uno de los dos posibles destinos que tenía esa aeronave en la mente de sus secuestradores.
El pueblo estadounidense es estupendamente solidario. Hay un destacamento especializado en búsqueda y rescate, aquí en Virginia, con perros adiestrados y equipo adecuado, que ha ido a los más distantes lugares del mundo, donde ha ocurrido un terremoto, para extraer de los escombros a sobrevivientes, y socorrerles.
Cuando alguien tiene un serio problema y trasciende a nivel público, enseguida se integran cuentas a las cuales aportar para una determinada causa.
La gente --con excepciones que siempre las hay-- es inocente y bien pensada, antes que retorcida, con segundas ideas, o pensar mal de alguien.
Es también un pueblo integrado por una población cada vez más cosmopolita, cada vez menos caucásica o anglo-sajona, donde los latinoamericanos (o hispanos, como también se les llama) están constituyendo ya la minoría mayor. En diez años más, la población hispana en este país pasará a ser seguramente la mayor de las minorías, superando a los afro-descendientes.
Pero aquí hay una creciente presencia de gente procedente de la India, y fuertes comunidades chinas y coreanas, instaladas con negocios y empresas. Esta sigue siendo tierra de promisión.
Y sobre todo esto que les he dicho, como un gran cielo cubriéndolo todo, un sentido acendrado de la libertad. La libertad hasta límites que nos parecen criticables, como que se pueda quemar la bandera nacional o se puedan escribir letras de rap que son una colección de inmundicias, o puedan existir grupos con ideas extremistas.
Todo bajo el manto de la libertad de expresión. Por eso la mayoría del pueblo reaccionó y sigue reaccionando cuando Snowden descubre que la NSA está espiando cada cosa que escribimos en la Internet --como este mismo blog-- o que hablamos por teléfono. Eso es un atentado flagrante contra la libertad, y una invasión intolerable de la privacidad.
Se entienden las razones por las cuales una nación como esta, tenga que tener mecanismos para vigilar y monitorear ciertas comunicaciones de ciertas personas o grupos. Pero eso no puede realizarse al barrer, para con cada persona que habita este país. Y debe contar con la correspondiente autorización de la Justicia.
Es un tema que aún no está resuelto y sobre el cual el Congreso tendrá que definitivamente legislar. No puede pasarse por alto, ni distraerse con el tema de Siria.
¿Hay defectos que los estadounidenses tienen? Sí, por supuesto que los hay. De ellos me ocuparé mañana.
Sólo quiero decir humildemente, que esta es mi visión de esta realidad.
Espero me sigan leyendo.
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