Por supuesto que tenemos amigos/as de la infancia.
Ellos/as permanecen siempre en nuestro recuerdo, y un reencuentro es una de las
experiencias más reconfortantes y enriquecedoras humanamente posibles. Cuántas
anécdotas, cuántos recuerdos, y la amistad de siempre.
Pero es bueno hacer una disquisición respecto del
adjetivo “amigo/a”, porque la palabra se ha depreciado mucho. A veces le decimos
“amigo” a alguien que conocemos circunstancialmente. Queremos con ello de
alguna manera expresar nuestro aprecio por lo que hace.
Están los/as compañeros/as de estudio o de trabajo. En
realidad la mayoría son eso y nada más que eso. El trabajo puede determinar que
integremos un equipo y que tengamos que hacer cosas coordinadas y juntos/as
cada día. Pero eso no les eleva a la categoría de amigos/as. Sólo unos pocos llegarán a ser amigos/as, el
resto son colegas.
Y ser colegas puede significar incluso
competencia, y competencia solapada, a
la quita callando, pero que en determinado momento puede darnos un zarpazo y
birlarnos lo que era un genuino derecho de nuestra parte. Hay quienes se dicen “amigos/as” pero nos
pueden clavar un puñal por la espalda si de ello van a obtener alguna ventaja.
Ser amigo/a es cosa seria.
Amigo/a es el que se interesa por el otro/a. El que
vive cuasi como propias las vicisitudes ajenas, el que se preocupa por lo que
le ocurre a la otra parte. Sus alegrías y penas son las de uno.
Amigo/a es quien se hace presente en los momentos
difíciles, cuando hay un problema de salud, o económico, o aún familiar.
Amigo/a es quien jamás corta una comunicación, quien no deja sin contestar la
correspondencia que recibe, quien nos tiene confianza, quien jamás piensa mal
de nosotros ni nos puede atribuir intenciones aviesas, porque nos conoce.
Amigo/a es quien se siente feliz de contar con uno, y
sabe que puede descansar en uno cuando ello es necesario.
Amigo/a es quien abre las puertas de su casa para
hospedarnos, para recibirnos, para que
nos sintamos como en nuestra propia casa.
En mi caso personal, me siento feliz de haber
albergado en mi hogar a matrimonios con sus hijos, a muchachos solos (amigos de mi hijo), a
matrimonios solos, y a señoras solas. Todos sin excepción se han sentido
agasajados y muy agradecidos por las atenciones que en su momento mi esposa y
yo, o yo solo luego de quedar viudo, les he podido dispensar.
Amigo/a es quien se regocija de nuestros triunfos y se
duele de nuestras derrotas.
Amigo/a es quien de alguna manera está pendiente de
nuestra vida cada dia. Es alguien para quien no se es uno más, uno del montón,
sino alguien muy especial.
Amigo/a es a quien confiamos nuestras cosas más
personales, aún íntimas. Las que no le decimos a ningún familiar. Es nuestro interlocutor válido/a.
Amigo/a es quien nos entiende, nos comprende, sabe
realmente cómo somos, y tiene la virtud y la paciencia de soportarnos. Es
también quien nos corrige, quien a veces nos sacude con sus palabras esperando
una reacción positiva, porque vela por uno.
Por todo esto y mucho más, ser amigo/la es algo serio.
Pregúntate: ¿tienes pocos o muchos amigos/as?, ¿haces
amigos/as con mucha facilidad o te lleva tiempo para considerarlos tales?, ¿has
llegado a estropear tu relación con algún/a amigo/a o todo va bien?, si la
relación ha sufrido un problema, ¿estás dispuesto/a a solucionar ese problema
en aras de seguir siendo amigos/as?
Amigo/a implica desde estar de acuerdo en no estar de
acuerdo, hasta coincidir totalmente. Desde enojarse y decirse adiós, hasta
luego perdonarse y reconciliarse. Es que cuando dos amigo/as se quieren de
veras, se quieren bien, se necesitan mutuamente. Llegan a ser inseparables.
Por eso también, ser amigo/a es algo serio.
enigma
Textos protegidos por derechos de autor
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