Tener un negocio hoy en Montevideo, Uruguay, es un acto heroico.
Aparte de la cantidad de cargas sociales, impuestos y
gravámenes que se lleva el Estado y la Intendencia, lo cual ya es mucho
decir; está el permanente riesgo de un asalto
a mano armada, y de terminar muerto de un balazo.
Asi, mi amigo Eduardo Bermúdez, no obstante, se anima
a tener abierto y servir al barrio con su ciber-café, el único en varias
cuadras a la redonda.
Allí es donde yo acudo cuando me vacaciono en verano,
si no llevo una laptop –y generalmente no la llevo.
Pero Eduardo es tremendamente servicial.
Desde consultas técnicas, pasando por la venta de
software, CDs, DVDs y otros adminículos del mundo digital, hasta las
fotocopias, todo eso Eduardo está dispuesto siempre a hacer con la mejor buena
voluntad.
Y por supuesto,
también reparación de PCs y Laptops, y venta de estos y otros artículos.
A él le debo que cuando estuve el mes pasado, pudiera
recuperarme cientos de fotos que estaban en la tarjeta de la cámara digital, y
sin embargo no podía bajar ni abrir. Con un software adecuado, las rescató
todas. ¡Eso fue estupendo!
Yo tengo una permanente gratitud para Eduardo y su
ciber-café, merced al cual no pierdo contacto con mis amigos y el mundo.
Desde acá le mando un fuerte abrazo, con el deseo de
que todo siga bien por ahí.
enigma
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