LA GENTE QUE ME GUSTA

Esta noche estaba dispuesto a escribir algo.

La primera tentación fue escribir lo que me disgusta en la gente, lo que no me cae bien, lo que no tolero, lo que me resulta lamentable constatar en otros, lo que no debería ser.

Pero luego pensé que mucho mejor era definir las cosas positivamente. Y en lugar de señalar qué es lo que no me gusta en la gente, preferí decir cuál es la gente que me gusta.

Y fue allí cuando me acordé de mi compatriota, el escritor y poeta Mario Benedetti, quien definió magistralmente lo que quiero decir, porque cuando Mario define a la gente que a él le gusta, está exactamente definiendo a la gente que a mi me gusta.

Que cada quien lea y relea con mucho cuidado las sabias palabras que aquí siguen, y tome conciencia de cuánto puede o no gustar a otros, de cuánto es el tipo de persona que le agradaba al escritor, y que me agrada a mi. 

Pero con una pequeña variante. A lo que dice Benedetti, le agrego mi comentario paso a paso.

De Benedetti, entonces:  La Gente que me gusta

Me gusta la gente que vibra, que no hay que empujarla, que no hay que decirle que haga las cosas, sino que sabe lo que hay que hacer y que lo hace. O sea, la gente que tiene iniciativa, que no espera que le digan lo que tiene que hacer. La gente que cultiva sus sueños hasta que esos sueños se apoderan de su propia realidad. La gente que tiene el coraje de vivir sus sueños, de plasmarlos en algo tangible y concreto. Que no se queda en el mero regodeo mental, o con un proyecto de vida incumplido. Me gusta la gente con capacidad para asumir las consecuencias de sus acciones, [esto es, gente responsable] la gente que arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien se permite huir de los consejos sensatos dejando las soluciones en manos de nuestro padre Dios. Gente con coraje, gente que se piensa con sangre, que se la juega, que deja de lado temores, dudas, o el someterse a lo que otros le dicen o pretenden imponerle.

Me gusta la gente que es justa con su gente y consigo misma, la gente que agradece el nuevo día, las cosas buenas que existen en su vida, que vive cada hora con buen ánimo dando lo mejor de sí, agradecido de estar vivo, de poder regalar sonrisas, de ofrecer sus manos y ayudar generosamente sin esperar nada a cambio. Gente que tiene la nobleza de vivir, y la sensibilidad para apreciar aún en pequeños detalles, el valor de cuanto le rodea.

Me gusta la gente capaz de criticarme constructivamente y de frente, pero sin lastimarme ni herirme. La gente que tiene tacto. En una palabra, la gente inteligente y respetuosa.

Me gusta la gente que posee sentido de la justicia.La gente que asume causas justas.

A estos los llamo mis amigos. Sí, a quienes son así, yo les considero potenciales amigos o ya amigos.

Me gusta la gente que sabe la importancia de la alegría y la predica. La gente que mediante bromas nos enseña a concebir la vida con humor. La gente que nunca deja de ser aniñada. Gente que no se corrompe con la adultez, sino que sigue teniendo un corazón tierno de niño, capaz de sensibilizarse en la simpleza de aconteceres, y que matiza su existencia con el buen humor.

Me gusta la gente que con su energía, contagia. Gente que da ánimo, que impulsa.

Me gusta la gente sincera y franca, capaz de oponerse con argumentos razonables a las decisiones de cualquiera. Este es un no inmenso a la mentira, a la claudicación, a las excusas prefabricadas. Gente que no se deja arrastrar por otros o llevar por conveniencias. Sinceridad y franqueza son dos bastiones indispensables de una auténtica amistad.

Me gusta la gente fiel y persistente, que no desfallece cuando de alcanzar objetivos e ideas se trata.Quien se da por vencido, quien acepta la derrota, quien baja los brazos y no lucha por aquello que cree, no merece la vida que tiene. Cuando se tiene un objetivo, hay que ser fiel y persistente respecto del mismo, hasta lograrlo.

Me gusta la gente de criterio, la que no se avergüenza en reconocer que se equivocó o que no sabe algo. La gente que, al aceptar sus errores, se esfuerza genuinamente por no volver a cometerlos. Gente con humildad intelectual, con sensatez, con reconocimiento de las propias limitaciones.

La gente que lucha contra adversidades.La gente que no se doblega, que no se deja avasallar, que no se da por vencida.

Me gusta la gente que busca soluciones. La gente que piensa, plantea y propone soluciones, no la que se estanca, se queda en lo viejo conocido, o ya ni es capaz de solucionar nada.

Me gusta la gente que piensa y medita internamente. La gente que valora a sus semejantes no por un estereotipo social ni cómo lucen. La gente que no juzga ni deja que otros juzguen.La gente que no se para en superficialidades sino que va a lo hondo de cada ser y lo valora por quien realmente es.

Me gusta la gente que tiene personalidad. O sea, la gente que piensa con su cabeza y no se deja llevar como borrego por lo que otros dicen.

Me gusta la gente capaz de entender que el mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón. Si no sale del corazón no es genuino, no es auténtico. Quien busque sacarse de la cabeza lo que no sale del corazón, está perdiendo lastimosamente su tiempo.

La sensibilidad, el coraje, la solidaridad, la bondad, el respeto, la tranquilidad, los valores, la alegría, la humildad, la fe, la felicidad, el tacto, la confianza, la esperanza, el agradecimiento, la sabiduría, los sueños, el arrepentimiento y el amor para los demás y propio son cosas fundamentales para llamarse GENTE. Definición tremenda, abarcativa y total. Esto es SER GENTE. Y quien no posee estos valores, sencilla, lisa y llanamente, no es GENTE. En todo caso, tiene que aprender a serlo.

Con gente como ésa, me comprometo para lo que sea por el resto de mi vida, ya que por tenerlos junto a mí, me doy por bien retribuido. ¡Yo también!

enigma

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