La ocasión puede variar. Culminación de estudios, ascenso en un trabajo, despedida de soltero, despedida por jubilarse, el festejo de un cumplaños, etc. pero lo importante, es dónde están entonces los amigos y amigas. Dónde se sitúa la gente que a uno lo conoce y lo quiere bien.
Es en cierta medida también una prueba, un sondeo de quiénes realmente se consideran amigos/as, quieren serlo, le tienen presente a uno, y quienes no, quienes no se dan por enterados, o se auto-excluyen supuestamente por algún motivo muy personal.
Así las cosas, puedo decir con verdadera satisfacción, que unas 50 personas de distintos países, se allegaron a mi por correo electrónico y mayormente por Facebook, para patentizar sus expresiones de afecto, de cariño, de aprecio, y desearme un feliz cumpleaños.
Me escribió Emib Suárez Silvera, gran periodista y amigo, desde Uruguay, y me dice: " Maestro de maestros: gracias por tu amistad y solidaridad. Te deseo muchos años de vida."
Me escribió el Prof. Rubén Morales, desde Buenos Aires, Argentina: " Milton,
es un gran gusto tener amigos como vos".
Tuve pocos regalos. Una amiga de Alexandria, me obsequió una gorra tipo béisbol con el sello del Presidente de los Estados Unidos, que ya estoy usando, y que añado a mi colección de gorras de ese tipo.
Mi hijo, nuera y nieto me regalaron una hemosa tarjeta y el set completo para la prueba de ADN del Proyecto Genographic, de la National Geographic, donde enviando dos muestras de saliva, pueden determinar la procedencia de todos los antepasados de uno con sus respectivos porcentajes. ¡Algo realmente muy especial!
Pero el mejor regalo lo tuve de una querida amiga coetánea que me ha visitado estos días, y que me dijo: "me has ayudado a crecer". Es algo inmaterial, pero es algo tremendamente trascendente.
Confieso que a veces declaraciones como esa me apabullan, me siento excedido en el elogio que se me brinda, pero lo acepto con profunda gratitud. Si eso he sido capaz de lograr en alguien, me doy por muy satisfecho. ¡Que mi amiga lo aproveche!
Considero cabalmente que estamos para hacer el bien, para apoyarnos y ayudarnos unos a otros, para alentarnos, para reconocer nuestras propias falencias, pero no arredrarnos por ello para extendernos no sólo a quienes nos necesitan, sino a todas y todos aquellos que al tomar contacto con nosotros, lo consideran importante en sus propias vidas, y son capaces de desarrollar un cariño y afecto por nosotros, que nos hace sentir muy bien a todos.
Gracias también a todos quienes me desearon bendiciones.
enigma
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