La felicidad parte de la base de una actitud nuestra hacia el otro o la otra. Una actitud de acogida, de recibimiento con beneplácito, de gusto, de búsqueda de entendimiento, del establecimiento de una empatía. Y se llega a un punto de diálogo, en que se rompen tabúes, se rompen esquemas esclerosados, y mucha artificialidad, y se llega a lo muy personal, sin prejuicios y sin miedos. Se llega a intercambiar autenticidad.
Se llega a la calidad de un diálogo comprensivo y profundo, íntimo diría, donde es posible entenderse en las palabras dichas y en las no dichas.
Todo eso constituye un conjunto, un paquete, que lleva por rótulo: felicidad.
La felicidad pues,se teje con la fibra de lo humano.
Las cosas, no nos proporcionan felicidad. Puede que algunas nos den comodidad, pero no felicidad.
La felicidad es nuestra relación armónica, de paz y de amor con el prójimo. Y muy muy especialmente con nuestras amigas y amigos.
Hoy --10 de Noviembre-- me siento muy dichoso. Y la fuente de esa dicha, no es sólo una vida que ahora puedo llevar sin estrés, ordenando mis prioridades personales, sino también atendiendo mejor a mis amistades cercanas y lejanas.
Mi felicidad no es un sentimiento egoísta, que empieza y se agota en mi. Muy por el contrario, cuando sé que un amigo o una amiga está feliz, yo lo estoy, y mucho.
Cuando sé que puedo cubrir una necesidad, hacer un favor, enviar una información esperada, en fin tantas cosas simples y sencillas de que se nutre la vida, lo hago con el más grande placer. El placer de servir, de saber que puedo ser útil a terceros, y de que ellos y ellas me llevan en sus corazones, cuanto lo hago yo.
Este universo armónico, pacífico, vivido con gente sincera, íntegra, gente cuyos sentimientos genuinos conozco y muy bien, realmente colma mi dicha. No sólo hoy, sino cada día.
Pero dentro de ese cuadro general, hoy ha sido un día muy especial. Y realmente me siento realizado.
enigma
: )
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