Un hombre y una mujer, ¿pueden ser amigos?

La pregunta parece en primera instancia algo tonta, o cuya respuesta es obvia. ¡Claro que un hombre y una mujer pueden ser amigos!

Y excelentes amigos. Sinceros, leales, con confianza mutua, solidarios.

Me enorgullezco en tener varias amigas con distintos estados civiles: solteras, casadas, divorciadas, viudas.  Para mi el estado civil no hace la diferencia. 

La diferencia la hace la personalidad de cada una de ellas. Y la verdad es que entre ellas ¡son bastante diferentes! Pero esa una satisfacción enorme para mi contar con todas ellas.

Claro, alguna amiga puede destacarse por ser más próxima que otras, por haber compartido más cosas personales, cosas de esas que ni la familia sabe. Y hablo de un compartir recíproco o casi. 

Cuando se ha llegado a pasar la barrera de la amistad, para sentir a la otra persona de una manera diferente, especial, distinguida, es obvio que no es sencillo retroceder al nivel de la mera amistad. ¿Por qué? porque hay una historia detrás, que fue pautando un devenir distinto en la relación. 

Situaciones que se imponen, que acotan, restringen, limitan, pueden forzar a retrotraerse a los inicios de lo que fue una amistad para convertirse en algo más. ¿Es posible avenirse a ello?  Esa es la real pregunta de fondo aquí.

Creo que --aunque cueste un esfuerzo personal muy grande, un claro costo sacrificial-- es posible esa retracción, es posible volver a fojas 1 o 2. Algo así como comenzar a leer un libro de nuevo...

¿Qué cosas nuevas nos puede deparar una segunda lectura? ¿qué cosas encontraremos que no vimos o se nos pasaron por alto la primera vez que leímos ese libro? 

Yo he hecho esta experiencia con libros, y les aseguro que luego de un tiempo, una segunda lectura nos permite descubrir cosas que en una primera instancia estaban allí, pero no las vimos.

Así puede sucedernos con alguna persona, con alguna amiga. Tal vez descubramos rasgos o caracteres que nos pasaron desapercibidos. Tal vez surja una personalidad que se nos quedó borrosa, indefinida o atrapada en nuestra anterior percepción de ella. 

Por todo eso,vale la pena intentarlo. Ser nuevamente y simplemente: amigos. 

Pero...agrego ¡nada menos que amigos, lo cual es mucho!

 

enigma

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