SOLIDARIDAD

Esta imagen se titula "Solidaridad Humana". Tres figuras antropomórficas sosteniendo al mundo. 

Es un símbolo de algo que podemos hacer realidad cuando nos preocupamos por otros seres humanos, cuando hacemos nuestras sus tragedias, cuando nos golpean la enfermedad, la indigencia, una catástrofe natural, el crímen, el terrorismo o la guerra.

Situaciones muy diferentes, en escalas diferentes, pero lo fundamental es si somos o no solidarios. Si podemos sentir el llamado  de quienes necesitan ayuda, socorro, alivio. Si podemos
hacer algo por mitigar la angustia, la tristeza, la preocupación de otros.

Ser solidarios implica tener la sensibilidad suficiente para hacer nuestra la situación ajena. Significa internarnos en esa situación, sentirla profundamente propia.

Ayer y hoy, distante del lugar de los hechos, pude al menos estar orando por un grupo de personas. No una oracioncita de esas rápidas, como se hacen muchas veces en las iglesias. Una oración intensa, por la forma, el contenido y la emoción puestas de por medio. Una oración que hoy arrancó lágrimas de mis ojos, al concentrarme en la principal persona que la necesitaba más que nadie.

Mis oraciones personales diarias, son de alabanza y acción de gracias, pero mis oraciones intercesoras por otros, son siempre las más fuertes, persistentes, prolongadas, y como hoy, casi agonizantes...

Luego de orar, tuve que respirar hondo varias veces y descansar. ¿Por qué? porque la concentración del momento fue tal que luego me sentí como vaciado. Hubo una tremenda cantidad de energía que salió de mi.

Los racionalistas y los ateos a rajatabla no entienden esto. Y sin embargo, el poder de la oración se basa en un principio expresado por la mecánica cuántica, el del "entanglement" o entrelazamiento. De ahí que la oración por otros pueda repercutir en otros. De ahi que el Poder que se pide obre en otros, pueda canalizarse hacia ellos.

No importa la distancia geográfica que nos separe, lo que importa es lo que nuestras ondas cerebrales, nuestro estado especial y nuestra consciencia, puedan hacer en otras personas.

De ahí que yo sé por experiencia personal, sobre el poder de la oración, sobre el mecanismo que ésta pone en marcha, y sobre los resultados del mismo.

Pero requiere preparación personal, disposición anímica, concentración, visualización de las personas destinatarias, y en mi práctica, el uso de cirio e incienso, para crear el ámbito propicio.

Estuve orando fervientemente en voz alta y luego en silencio...y estoy seguro de que tiene que haber habido algo positivo como resultado de ello. Mañana me enteraré.

Pero de todo esto rescato lo fundamental: el sentido de solidaridad, o sea, el otro o la otra me importan en tanto que seres humanos.

Cuando ello ocurre, tenemos a bomberos arriesgando sus vidas por salvar a otros, tenemos a rescatistas que viajan a las antípodas para ayudar a sacar de entre los escombros a víctimas de un terremoto. Tenemos a quien viendo que una persona se arroja al mar para suicidarse, se lanza nadando para salvarla. Tenemos quien consuela y alienta a una anciana accidentada en una estación de subterráneo a la espera de la llegada de los paramédicos en una ambulancia. Tenemos a quien dona sangre o un órgano para salvar la vida de otra persona.

Eso es ser solidario. Son las circunstancias en que quienes menos contamos somos nosotros mismos, y quienes toman total relevancia son los otros, nuestros hermanos, los humanos, quienquiera sean, doquiera estén.

enigma
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