Alguna vez, conocí momentos hermosísimos con alguien con quien mantuve una amistad por cinco años.
Esta tarde, definitivamente, quedó frustrado mi intento por reconciliarnos, por sanar heridas que ambos nos infligimos, y por volver a recrear una amistad leal, sincera, respetuosa, de calidad.
Como escribí recientemente, una amistad no se fuerza, no se impone, no se obliga. Si a una de las partes no le surge desde dentro querer esa amistad, y se siente mejor y más a gusto sin ella, pues así sea.
Yo no lo he sentido así, por eso, estoy dolorido. Pero bueno, la vida tiene circunstancias muy felices, y otras aciagas. No obstante, no hay que mirar para atrás, pues de nada sirve.
Sirven el hoy y el mañana. Si lo podemos construir juntos, mejor. Si eso no se quiere, pues cada quien seguirá su camino.
A la persona implicada, le deseo de corazón lo mejor, para su vida personal, profesional, para su familia, para sus niños.
Es todo cuanto puedo decir.
La vida continúa. Cada día sigo haciendo un nuevo amigo/a, así que si es por eso, puedo sentirme más que feliz.
Tal vez haya sido lo mejor para ambas partes. Nos hemos conocido, frecuentado, intercambiado regalos, gentilezas, paseado juntos, compartido almuerzos, visitas a lugares. Y todo eso permanecerá para siempre conmigo. Seguramente que con la otra persona también.
Es suficiente. Mi hoy es distinto y mi mañana lo será mucho más.
A los amigos y amigas que me leen, gracias por la paciencia de soportar que comparta estas cosas personales con ustedes. Son más que amables. Pero este blog se ha hecho para eso, para compartir...
Mañana les contaré unas lindas anécdotas que tengo.
enigma
Textos protegidos por derechos de autor
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