Sí, el tiempo pasa rápido, parece que nuestro planeta hubiese acelerado en algo su rotación....esa al menos es la sensación que muchos percibimos.
Cuando comenzó el año, nos hicimos una serie de proyectos, nos fijamos objetivos, metas a cumplir. Bueno es que a esta altura, volvamos a lo que tal vez escribimos y verifiquemos hasta qué punto las cumplimos y cúanto ha quedado por el camino sin realizarse.
También es bueno ver qué expectativas teniamos para 2013. Por ejemplo, en lo personal, yo tuve un 2012 malo en términos generales, y esperaba que 2013 fuese un año de concreción de muchas cosas, y que todo mejorara.
Tuve algunos puntos altos este año, y algunos que no dependieron directamente de mi. Celebrar por ejemplo los cien años de edad de mi madre. La aparición de una obra de mi autoría en formato electrónico. Volver a visitar México en mayo p.pdo. Todos ellos fueron sucesos que en buena medida no dependieron de mi o de mi sola voluntad.
También retorné a una actividad artística que no ejercía desde hacía 21 años, y me ha ido muy bien en la apreciación de mis obras, si bien todo quedó en el ámbito familiar y de algunas amistades.
Entre medio, en Septiembre tuve un lamentable momento crítico, en el cual llegué a romper mi relación de amistad con una persona. Fue una circunstancia muy lamentable.
Pero tengo el firme propósito de sanar heridas, de dejar atrás lo ocurrido, --que fue episódico, si bien fue también un poco la gota que desbordó el vaso-- y de restablecer el hermoso vínculo de la amistad, antes que termine 2013. Esto es, quiero redimir 2013.
Porque valoro mucho la amistad. Porque no me hace feliz perder a un amigo/a, y quisiera pensar que a la otra parte tampoco. Pero...soy consciente que la amistad no se fuerza ni se obtiene por presión, sino por una convicción que surge desde dentro de uno mismo.
Quiero terminar mi año en paz. Ojalá ello sea posible.
Entre tanto, estoy a la expectativa de actividades que puedan surgir y que nutran mi diario quehacer. Estoy feliz de las amistades que me rodean, me contemplan, me quieren bien, me entienden.
Estoy feliz por un año más de vida, y porque tengo la salud y la vitalidad suficientes como para hacer ciertas actividades físicas extenuantes, para tener la disciplina de la gimnasia dos veces a la semana, y por la constatación científica mediante ultrasonido, de que el flujo de sangre que irriga mi cerebro se corresponde al de una persona más jóven en relación a la edad cronológica que tengo.
Queda poco menos de mes y medio de 2013, y mi deseo más ferviente, es que este tramo final sea el mejor.
Espero con confianza lo que el Ser en Sí me depare. Y no abrigo dudas de que 2014 será un año de cambios importantes en mi vida, tales como, por citar uno solo de ellos, una mudanza para dejar la casa en que vivo, e ir a otra, en el mismo Estado de Virginia, o en otro Estado, o en otro país.
Se me ocurre que también pueda ser un año pautado por varios viajes. Pero todo está por verse.
Este año 2013 he estado muy activo en Facebook, sin desatender Twitter, o Linked-In.
También ha sido un año en el que he tenido una comprensión más amplia y mayor de la sexualidad, tema que he tratado varias veces en este blog, con estupendo resultado de lectores.
Considero que ha sido un año provechoso que he estado viviendo con intensidad en muchos sentidos.
Si tuviese que elegir tres momentos importantes en el mismo, señalaría Febrero, Mayo y Julio.
Cada quien de Uds. podrá evaluar lo que ha sido 2013, cómo les resultó el año, qué esperan aún antes que finalice, y qué perspectivas tienen par 2014.
Lo principal recuerden siempre, es el amor. Del amor se derivan el perdón y la reconciliación, Del amor surgen los mejores proyectos de vida, y lo más creativo que hay en nosotros mismos.
Luego hay otros aspectos importantes de nuestras vidas, como la salud, la educación permanente, la búsqueda de la paz, la lucha por lo justo, un sentido planetario, y el gozo de la sexualidad con libertad.
En lo personal, agregaría, la importancia de la actividad espacial y del desarrollo científico-tecnológico en todos los niveles y ámbitos.
Y en medio y por entre todo eso, la firme convicción de que somos parte de algo mucho más grande, que nos abarca, incluye y a la vez nos trasciende. Tomar conciencia de eso, es un paso superior en nuestro desarrollo como humanos.
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