Como una "muerte civil"

La muerte civil consiste, en general, en la pérdida de los derechos civiles. Supone la pérdida para una persona de su personalidad jurídica, que importa la privación general de sus derechos. La persona deja de ser considerada viva a efectos jurídicos, aun mucho antes de su muerte real. - de Wikipedia


Es triste, es lamentable, pero es realista.

Hay veces en la vida en que muy dolorosamente, uno tiene que decretar una especie de "muerte civil" para alguien que llegó a ser una persona muy allegada, un amigo o amiga confidente y muy cercano/a, cuando por circunstancias totalmente ajenas, esa persona se aliena a sí misma, se reconcentra en su cotidianidad, en su "mundo aparte" y ya no nos da cabida, o no quiere darnos más cabida, o ha hecho lo posible para que uno no le dé más cabida.

Me pasó en 2010 con una pareja con quienes fuimos muy amigos por muchos años. Yo les consideraba como hermanos, y teniamos --especialmente con él-- mucha afinidad en varios temas.  Pero en determinado momento, consideraron que no tenían más interés --textual-- en estar dentro del núcleo de mis amistades, y simplemente los dejé ir.

Desde mi perspectiva y punto de vista, se equivocaron grandemente, pero allá ellos.

También se da el caso de otra persona, con quien la relación es mucho más breve, lleva unos cinco años. Tuvo puntos muy altos, pero otros por debajo de la línea de lo dignamente soportable, y decidí --en este caso yo-- poner un punto final.

Confieso que a veces es dificil hacerse a la idea de que es menester vivir cada día sin pensar en la persona, haciendo caso omiso de si le está yendo bien o mal, de si tuvo que internarse por una intervención quirúrgica urgente, tuvo un cuadro cardíaco, un accidente, o simplemente exceso de trabajo y gran estrés.  Y debo decirme: allá ella. 

Porque una vez decretada esa especie de "muerte civil" hay que continuar la vida propia como si la otra persona no existiera. Para que la mera memoria no perturbe nuestra paz, para que no altere nuestro presente, para que no influya en manera alguna en las relaciones que ahora tenemos, y que valen mucho. 

Me siento muy orgulloso de los amigos y amigas que tengo. Todos/as son excelentes personas, de gran confianza y que sé me quieren mucho, valoran y aprecian.

Y con ellos/as construyo mi vida de cada dia. Y también pienso en mi futuro cercano, casi diría inmediato. Y estoy muy tranquilo al respecto. Me siento muy bien acompañado. 

Digo estas cosas, no para compartir simplemente mi circunstancia, sino porque tal vez algunos/as de mis lectores pueden encontrarse en situación parecida.

Y lo único que vale, es hacerse fuerte, prestar atención a lo que se vincula positivamente con nosotros, a lo que sintoniza con nuestra personalidad, a lo que nos hace felices y da paz, y dejar todo lo otro de lado. 

enigma

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