Thursday, May 1, 2014

Las cosas simples que nos hacen felices

La ciencia y la tecnología nos pueden inundar por todos lados.

Si algo tenemos en común la inmensa mayoría de los seres humanos sobre el planeta es llevar con nosotros un adminículo muy simple: el reloj.

Pero ahora, crecientemente se ha agregado otro: el teléfono celular inteligente.
Y pronto hablaremos de la televisión holográfica, del descubrimiento de agua y formas de vida elementales en alguna parte de nuestro sistema solar, y de la preparación de astronautas para ir a Marte.

Mientras tanto, ¿quién no está en Facebook, Twitter, Have5, Linked-In, y varios otras redes sociales cibernéticas?, ¿quién no ha hecho de la internet una compañera inseparable para mensajes, chats, intercambio de fotos, escritos sesudos, simples frases, saludos, y hasta expresiones desagradables que se intercambian los más furibundos hinchas de algún deporte?

Pero la vida, la verdadera vida, esa que llevamos dentro, esa no depende del reloj, ni del teléfono celular, ni de las redes sociales, aunque todo ello contribuya.
Esa muy dentro nuestro, depende de otras cosas. Y si de disfrutar de la vida se trata, si de ser felices se trata, son cosas simples las que nos hacen felices.

Por ejemplo, ver la sonrisa en el rostro de un niño o una niña. Ver jugar a los niños. Verles contentos con el regalo que les hemos hecho o la fiestecita que les preparamos.

Eso, no tiene precio. Eso es hermoso, tierno, único. 

Quizás hemos tenido un desacuerdo con una persona, hemos pasado por un período de dificiles relaciones, y de pronto, ¡el milagro! ambos nos damos cuenta que la situación se hace insostenible e irrazonable. Y finalmente, sabemos ponernos de acuerdo, y superar lo anterior. Eso trae paz al espíritu, eso reconforta, y eso anima a "tirar para adelante" (como solemos decir popularmente) con todo nuestro entusiasmo.

Es también algo hermoso, algo que refresca y alegra el espíritu. No depende de la tecnología, depende de nuestro interior. 

¿Que otras cosas nos hacen felices, nos dan alegria?

  El abrazo del padre, o de la madre, o del hijo o hija, o del nieto/a. El estar con la familia y en familia. El disfrutar de la unidad cosanguínea.

Plantar flores y verlas crecer. Escribir un libro y verlo publicado. Tener una mascota y recrearse con su compañía.

El conversar por horas con amigos, en torno a una mesa, donde comemos juntos, o simplemente, con un pocillo de café de por medio. Sentir la dicha de tenerles como amigos/as, de saber de sus cosas y ellos de las nuestras, y el gusto de verse. El sabor de un reencuentro después de tiempo.

Hacerle a alguien un regalo de algo que sabemos la persona quiere, desea, ansía tener, y ver su alegría cuando abre el paquete y lo descubre.

Hacer el amor. Eso también nos da felicidad, gozo, placer, y nos provoca una sensación especial de remanso, cuando terminamos abrazados juntos. 

Despojarnos de todo, unirnos plenamente tal cual somos y como somos, y
disfrutar de la intimidad, en un universo que en ese momento es sólo y exclusivamente nuestro, del que nadie se entera, y en el que nadie tiene nada que ver.

Para estas cosas senclllas y simples de la vida, la tecnología y la ciencia quedan aparte. Somos nosotros/as por nosotros/as mismos/as. Somos cada uno/a y todos los que con nosotros/as se relacionan.

Son cosas simples que nos hacen felices. Tal vez de las mayores felicidades y dichas que podemos tener a lo largo de nuestras respectivas existencias.

Para ellas no se necesita dinero, riquezas, poder.  Nos basta con ser sencillos, modestos y espontáneos.

Nos basta con ser capaces de sentir intensamente, de querer, de ser pacientes, de comprender al otro, la otra, de valorar lo que importa, de dejar de lado toda soberbia.  Nos basta con ser sinceros, auténticos.

Pensemos, pensemos en nuestras vidas, y en cuántas de esas cosas simples nos nutrimos cada día. 

Sí, ellas verdaderamente son las que nos proporcionan y conforman nuestra felicidad.

enigma
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