Soy romántico, sí, y me gustan las canciones románticas.
Pero me doy cuenta que muchas de esas canciones revelan la gran confusión que es muy común entre el público.
Llaman amor lo que es sólo una atracción física. El irresistible deseo no de compartir vida con otra persona, sino simplemente de disfrutar su cuerpo.
Es por eso que tantas canciones mencionan el amor pero hablan de la piel.
Es algo que algunas personas llaman infatuación; una especie de locura que no se detiene hasta que ella o él deviene en nuestra/o.
Algo que puede durar por cierto tiempo y entonces, llega a un final, mayormente porque la parte que lo buscó ya se siente satisfecha, y más pronto que tarde, pensará en otra persona para repetir el ciclo de entusiasmo, febril pasión, intimidad, y entonces, otro final.
Estoy muy consciente de que muchas personas viven de esta manera.
Pero eso no llega a ser ni representa al verdadero amor. Ese exquisito y superior sentimiento que está reservado para quienes tienen un fino espíritu y saben de la vida con calidad.
El amor no es apenas la piel, una forma de referirse al cuerpo total de una hermosa mujer o de un apuesto hombre.
El amor es un sentimiento profundo que tiene que ver con la otra o el otro como ser humano, como alguien con cerebro y sentimientos, alguien a ser respetado y valorado.
Amor implica compartir la totalidad de la vida, con sus altibajos, con salud y enfermedad, con normalidad y pandemia.
Amor implica estar listo para vivir juntos todas las alternativas que la existencia nos presenta.
Amor es algo a ser desarrollado entre dos individuos recíproca y mutuamente.
Amor es vivir para el/la otro/a, compartir con el otro, sin reservas, sin restricciones, incluyendo el sexo por supuesto, pero mucho más que eso.
Amor es la unión total de dos que llegan a ser uno.
A menos que se alcance este punto, no se confundan, lo que sienten puede ser sólo una simple atracción, un apetito por el cuerpo de la otra (del otro), pero nada más.
Eso no es amor.
Milton W. Hourcade
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