La vida está hecha para vivirla a pleno. Con toda nuestra voluntad, con todo nuestro potencial, con todos nuestros deseos y cosas que nos hacen felices.
Y pienso que cualquiera de nosotros trata de ser feliz, de tener paz mental, de disfrutar buenas relaciones y abrazar una o más causas nobles.
Por supuesto que a lo largo de nuestra existencia enfrentaremos situaciones tristes o difíciles como la pérdida de empleo, la pérdida de seres queridos, un divorcio, ser víctima de un robo o un asalto, ser acusado de algo equivocado que uno no hizo, o caer seriamente enfermo.
Pero en medio de todas esas circunstancias, la familia y los amigos son pilares de nuestras vidas.
Ellos nos conocen, nos entienden, están a nuestro favor y llegan a ser por lo tanto, indispensables.
Es por eso que –y reconozco que esto es muy personal-- me duele mucho cada vez que pierdo un/a amigo/a.
Primeramente he sufrido la pérdida de muy queridos amigos, grandes personas que amé y que ya no están entre nosotros.
Pero esas situaciones son irreparables. Nada podemos hacer por revertirlas.
Lo que me causa más dolor es perder la amistad de personas que están vivas. Este año perdí a dos amigos.
Son personas con las que ha habido una buena amistad. Una sincera y buena relación y que repentinamente, sin ninguna explicación, han bajado una cortina de silencio, creado un impenetrable aislamiento, y es imposible restablecer un diálogo y saber mutuamente de nosotros.
Puedo entender que a veces las personas tengan razones para romper una relación. Si ha habido acusaciones, insultos, si la confianza ha sido traicionada, todo eso justifica que la relación pueda ser rota.
Pero cuando no ocurrieron ninguna de esas situaciones, cuando –hasta donde sé— mi actitud hacia mis amigos ha sido siempre respetuosa, noble, celebrando sus cumpleaños o su progreso en sus tareas, comentando favorablemente sus trabajos y sus logros, muy honestamente no puedo encontrar ninguna razón para la total falta de comunicación, para ese ominoso silencio.
¡Y realmente eso duele mucho!
Puedo decir que he tratado de llegar a ellos mediante correo electrónico, twitter y facebook, pero ha sido en vano.
Realmente me pregunto qué está pasando, pero muy francamente no entiendo.
La única cosa que puedo agregar es que no ha habido ninguna discrepancia entre ellos y yo, acerca de nada.
Realmente me siento atónito.
¿Algo de esto le ha sucedido a alguno de ustedes?
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Things that hurt
Life is meant to be lived at full. With all our will, with all our potential, with all our wishes and the things that make us happy.
And I think that anybody of us tries to be happy, to have peace of mind, to enjoy good relationships and to embrace one or more noble causes.
Of course that along our existence we will be facing sad or difficult situations, like the loss of an employment, the loss of loved ones, a divorce, being the victim of a robbery or an assault, being accused of something wrong you didn't do, or get seriously ill.
But in the midst of all that circumstances, family and friends are the pillars of our lives.
They know us, they understand us, they are for us, and they become therefore indispensable.
That is why –and I do recognize this is very personal,— it hurts me a lot each time I lost a friend.
First of all, I have suffered the loss of very dear friends, great people that I loved and that are no longer among us.
But those situations are irreparable. There is nothing that one can do to reverse them.
What hurts me most is to lose the friendship of people who are alive. This year I have lost two friends.
These are people with whom there has been a good friendship. A sincere and good relationship and that suddenly, without any explanation, they have lowered a curtain of silence, created an impenetrable isolation, and it is impossible to reestablish a dialogue and to know mutually about ourselves.
I can understand that sometimes people could have reasons to break a relationship. If there have been accusations, insults, if the confidence has been betrayed, all of that justifies that a relationship could be broken.
But when nothing of those situations happened, when –to the best of my knowledge— my attitude to my friend has been always respectful, noble, celebrating their birthdays or their progress in their jobs, commenting favorably their work and their achievements, I quite honestly can’t find any reason for the total lack of communication, for that ominous silence.
And really that hurts a lot!
I can say that I tried to reach them through e-mail, twitter, facebook, but to no avail.
I really wonder what is going on, but quite frankly I don’t understand.
The only thing that I can add is that there have not been any discrepancies between them and me, about anything.
I feel really flabbergasted.
Has something like this happened to someone of you?
Milton W. Hourcade
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