Monday, May 5, 2025

YO PERNOCTÉ EN LA SORBONNE DE PARÍS


 

 

Esto podría ser una anotación en una Bitácora, o parte de ella. 

Pero por ahora, no hay tal.

Simplemente es un grato recuerdo entre tantos otros, de mis varios viajes, principalmente a Europa, en tiempos de mis estudios de postgrado en Buenos Aires.

Mi primer gran viaje, ocurrió en 1974, e implicó visitas a Estados Unidos, y el gran salto aéreo sobre el Atlántico para llegar a Ginebra, luego Bruselas, después Amsterdam, y finalmente París. 

Dicho sea de paso, París ha sido la ciudad europea que más visité, cinco veces, la última, con mi esposa Alicia. 

De las cinco veces, 4 llovía, lo que me ha dado la impresión de que la lluvia en París es un acontecer meteorológico muy frecuente.

Y bien, el 28 de Septiembre de 1974 llegué a París, y me esperaba el amigo y ex-integrante del C.I.O.V.I.,Ingeniero Rubéns Freire.

Freire se había recibido de Ingeniero en Uruguay, luego continuó sus estudios en la Facultad de Humanidades y Ciencias (en el viejo edificio cercano a la Aduana) pues su interés se centraba en Astrofísica.

Cuando no encontró en el país una actividad específica en esa área, logró seguir estudios y práctica en Brasil. 

 
Astrofísico Dr. Rubens Freire (foto de 2001)

De allí, obtuvo créditos que le valieron acceder a la famosa e histórica Universidad de La Sorbonne, fundada en 1257 por el sabio, canónigo y teólogo frencés Robert de Sorbón, la cual fue totalmente reformada por el Cardenal Richelieu en 1622.

El histórico edificio se encuentra emplazado en pleno Barrio Latino, entre el Bulevar Saint Germain y la Rue de Cuvier. 


Cuando Freire culminó sus estudios allí, pasó primero a trabajar en el Observatorio Astronómico de París, y luego fue hasta su deceso, Director del Observatorio Astronómico de Estrasburgo. Ciertamente un gran honor para un profesional de origen uruguayo.

Estrasburgo es una magnífica ciudad que conserva todos los atributos de los tiempos pasados, más una parte moderna con una importante Universidad y la presencia de la juventud estudiantil. 

Rubéns llegó a mi encuentro con su Volkswagen "Escarabajo", y temprano y me fue recorriendo París en su zona más frecuentada. Terminamos en el Arco de Triunfo, donde me esperaba una gran sorpresa. Dejamos el vehiculo a una distancia y cuando fuimos caminando, se empezaban a escuchar los acordes de La Marsellesa. 

Al llegar, bajo el Arco de Triunfo lucía una enorme bandera francesa. Frente al monumento había una hilera de soldados veteranos de guerra que iban a recibir condecoraciones mientras Marsellesa seguía resonando en todo el ámbito y me llenó de emoción al punto de erizarme la piel. 

Caía una leve llovizna, pero nunca esperé una bienvenida mayor que esa en mi llegada la capital de Francia. 

Luego seguimos recorriendo calles, andando lentamente para que yo pudiera sacar fotos.

A la media tarde, llegamos a la Sorbonne, donde mi amigo cursaba estudios superiores.

Ahí fuimos a un restaurante donde comimos, y me invitó a pasar la noche. 

Le pregunté sorprendido cómo eso iba a ser posible, y me explicó que él tenía una amiga y podía pasar la noche en la habitación de ella, de modo que su habitación quedaba para mi. 

Sólo me hizo una advertencia, que me levantara temprano, porque a las 8 de la mañana llegaba la "madame de nettoyer" para hacer la limpieza del lugar, y era mejor --para evitar cualquier problema-- que no me encontrara en la habitación.

Con esta advertencia, fuimos hasta su habitación, me indicó distintos detalles, y se fue.

A la mañana siguiente, antes de las 8 ya estaba levantado, y pronto para irme a dar un baño, cuando llega la limpiadora. Le abrí la puerta, la hice pasar, la saludé y hablamos algunas palabras en francés. 

Ella quedó haciendo su tarea, y me fui a bañarme. En el camino me sale al encuentro un joven estudiante que me pregunta dónde están las duchas. Como mi amigo me había mostrado todo eso, le indiqué dónde quedaban y le dije que yo también iba para allí.

Cuando regresé a mi ocasional habitación, la limpiadora ya había cumplido su tarea y no estaba.  Me vestí tranquilamente, y me dirigí al restaurante de la Facultad, donde me reencontré con mi amigo. 

Le relaté que había dormido muy bien toda la noche y que aunque me había levantado antes de las 8, la "madame de nettoyer" había llegado más temprano de lo habitual, pero no hubo ningún problema.

Desayuné abundantemente, y luego de conversar un buen rato me despedí de mi amigo agradeciéndole todas sus atenciones, y partí hacia el aeropuerto de Orly. Allí tuve la oportunidad de ver en pista y fotografiar un Concorde.

El nuevo aeropuerto, se estaba construyendo.

Cuando repasé mentalmente todas esas vivencias en la Ciudad Luz, no pude menos que esbozar una sonrisa. 

Yo había pernoctado ¡nada menos que en La Sorbonne! 

Cosas que tienen los viajes... 

MiltonW. Hourcade (a) Frank Newton


 

 

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