Wednesday, November 12, 2008

Hoy quiero escribir del Amor


Hoy quiero escribir del amor.

Del amor que necesitamos y no encontramos. Del amor que sabemos nos devuelve vitalidad, alegría, el sabor de estar, el gusto de compartir.

Es ciertamente lo más hermoso que podemos experimentar, y cuando lo perdemos, se nos van girones de emoción, de momentos preciosos que podríamos vivir, de ver de otro color cuanto nos rodea.

La organización de la sociedad y del núcleo humano básico al cual pertenecemos, nos constriñen, nos comprimen, nos quitan libertad de acción, nos quitan el oxígeno para SER.

Y sin embargo, hay en mí aún esa llama que quiere brotar a pleno, que quiere alumbrar mejor, que quiere quemarse con deleite en una entrega inteligente, conciente, y a la vez con placer, al ser amado.

Y me pregunto, en medio de un abismo de silencio, ¿dónde estás? ¿quién eres? ¿me esperarás aún? ¿te encontraré?

Al punto en que estoy en mi existencia, aún tengo un tiempo, pero el tiempo pasa, y cada día que expira es una posibilidad agotada.

Después de experiencias frustradas y frustrantes, necesito encontrar una vez más unos ojos que me miren y horaden en lo profundo de mi ser cuanto tengo de tibio, de bueno, el montón de caricias que quiero dar y recibir, y descubra en mi el alma compañera por el tiempo que el Ser en Si disponga.

Oh! Los atardeceres junto al mar que podríamos pasar, oh! los silencios en el bosque. Ah! las noches de un baile íntimo a la luz de la luna, con una música suave de fondo, y mi boca encontrando la tuya, y nuestros seres íntegros fundiéndose sublimemente en una acción de gracias al Creador.

A veces temo que alguien me esté queriendo, buscando, amando, y no me dé cuenta. Pero más aún, temo provocar dolor a alguien que sienta por mi lo que yo no siento o no puedo sentir por ese alguien.

Es que el amor necesita de una “química” mutua, de una empatía recíproca. Si ésta no se da, hay un desequilibrio fundamental.

Pido perdón a quien haya podido herir sin querer ni proponérmelo.

Pero lo que nunca haría, es impedir o evitar un diálogo con alguien que me lo pide.

Sé lo horroroso que eso es, porque por dos años lo busqué desesperadamente con alguien por quien mi corazón latió como nunca, de una manera verdaderamente especial y diferente.

Por eso, nunca cerraré los caminos de un posible encuentro.

Ciertamente se aprende en el dolor.

Pero hoy por hoy, estoy sentimentalmente solo, y ¡vaya si cada día es una interrogante abierta a qué podrá pasar! A si encontraré la respuesta que busco….simplemente, alguien que me ame, alguien a quien amar.

El texto que precede me fue enviado por un amigo, y me pareció digno de compartirlo.

enigma

No comments:

Post a Comment