Cuántos enredos, confusiones, malentendidos, deseos, revanchas, traiciones, abandonos, envidias, se dan entre los seres humanos.
Cuánta problemática abunda en todo el planeta. Divisiones, violencia, guerras, invasiones de migrantes, culturas desafiadas, enfrentamientos ideológicos, búsqueda de dominación, llamar "derechos" a lo que son abusos, pretensiones desmedidas de querer modificar la cultura a partir de programas de educación formal desde pequeños, alteración de valores, ataque deliberado a la familia, búsqueda infame de querer destrozar la sociedad misma.
Cegueras espirituales, lavado de cerebro, adoctrinamiento ideológico, aberraciones múltiples.
Escapismo en sectas que prometen lo que no pueden dar y se basan en mentiras para conquistar adeptos. Teorías conspiracionales, y espera infructuosa de que desde el Espacio vengan a salvar a esta humanidad despistada.
¿Acaso en estos grandes trazos, no describo una imagen del mundo actual; un mundo que se ha vaciado de contenido pero está atiborrado de tecnología cibernética?.
Tenemos los medios para comunicarnos al instante con las antípodas, pero hemos perdido la comunicación mirándonos a los ojos, viva y directa.
En medio de toda esta enmarañada situación general, en medio de todo esto caótico y sin sentido, una sola cosa es válida. Una sola cosa nos rescata, como si desde un helicóptero nos lanzasen una cuerda para subirnos. Una sola cosa es capaz de mantener nuestra condición de seres humanos. Un solo sentimiento intenso y profundo, que abarca e inunda todo nuestro ser, opera como brújula de nuestra existencia, y nos nutre del alimento esencial para seguir viviendo: el amor.
Simple, sencillo, pero auténtico y maravilloso sentimiento que nos eleva por sobre el marasmo, y nos permite saber que somos, que somos para algo y para alguien, que vale la pena vivir, y que todo es posible.
Amiga, amigo: cuando sientas amor, no lo abandones, es el Norte de tu vida.
Es cierto que el amor nos inunda de felicidad, pero también nos puede apabullar de tristeza.
Y sin embargo, aún en la tristeza, aún en la soledad, aún en el abandono(cuando alguien fallece, por ejemplo), ser capaz de sentir amor, sigue siendo lo más maravilloso que nos puede acontecer. Porque en el dolor y en el llanto, ¡somos más humanos que nunca!.
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Esta semana en YouTube, Compartiendo en Video. El tema: "Una Mujer y Dos Amores" https://youtu.be/mtY121Kv6EM
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