Friday, August 15, 2008

¿QUÉ TE HUBIERA GUSTADO SER?

Esta es una pregunta que a veces periodistas, o simplemente amigos o personas curiosas, les suelen plantear a otras.

Si no fueras quien eres ¿qué te hubiera gustado ser?

No es tan fácil contestar la pregunta, como puede parecer incialmente.

Porque parcialmente, y sólo parcialmente, decidimos quíénes queremos ser.

¿Por qué parcialmente?

Por varias razones. Una de las más fáciles de entender, es que la formación que nos hayan podido proveer nuestros padres va a influir indubitablemente en toda nuestra vida.

La formación en el hogar para ser seres humanos dignos de ser considerados como tales, y la educación formal que hayan podido pagarnos.

Pero a ello se suma en muchos casos, la intención de los padres, que quieren que su hijo o hija sean tal o cual cosa, sigan tal carrera, se dediquen a tal actividad.

Así un empresario o comerciante, procurará que sus descendientes sigan con la compañía o el negocio. ¿cuánta libertad tendrán esos descendientes para desentenderse por completo de lo que hicieron sus progenitores y elegir sus propios caminos de vida, que pueden ser bien diversos?

¿Cuántas familias conocemos, en las que todos han sido médicos, o maestros, o militares, o abogados, o políticos? Ello no es porque sí. Ahí no han decidido los descendientes por sí solos, sino muchas veces bajo serias presiones de los padres, o de la familia, o de la sociedad en que están insertos.

Estamos condicionados sí, pero no constreñidos en forma unívoca.

Se parece en algo a lo que pasa socialmente a cierta edad. Cuando llegamos a determinado momento de nuestra vida, familiares, amigos y entremetidos, comienzan a preguntarnos si estamos o no de novios. Si no lo estamos, nos echan bromas, y nos preguntan ¿y cuándo piensas ennoviarte? o ¿hasta cuándo vas a seguir así? Como si hubiese una obligación ineludible de tenerse que ennoviar, cuando en realidad no es tal.

Si se está de novio, luego de un tiempo empieza otra vez el coro de preguntones: ¿cuándo te vas a casar?, como si ello fuera una obligación dentro de un tiempo determinado, o una obligación, finalmente. Como si no se pudiera elegir ser eternamente novios, o compañeros, sin casarse.

Y cuando se está casado, ¿cuándo piensan tener hijos?.

Lo más interesante de toda esa presión social del entorno, es que ninguna de esas personas hará jamás nada ni por hacer realidad nuestro noviazgo presentándonos a alguien, ni por correr con gastos de una boda si decidimos casarnos, y menos por preocuparse sobre cómo vamos a criar y educar a nuestros descendientes.

Entonces, primera regla general que uno aprende en la vida es: las decisiones tienen que ser estrictamente de uno, y los demás, pues que “cada quien atienda su juego”, como decía el “Antón Pirulero”.

Hay dos principios importantes en juego: 1) la privacidad de uno; 2) el no inmiscuirse en asuntos ajenos.

Al coro de preguntones hay que decirles “a ustedes no les incumbe”, que pienso es una buena traducción del inglés “is not of your business”.

Suponiendo que uno ha llegado a ser quien es por toda una serie de circunstancias que le han rodeado, y por determinantes factores genéticos sobre los cuales nada podemos hacer, siempre está la posibilidad de renovarse, de cambiar de rumbo, de tipo de actividades, de carrera profesional, etc.

¿Cuántos empresarios exitosos lo han dejado todo por irse a vivir en contacto con la naturaleza, llevando una vida frugal en una isla?

¿Cuántos abogados han decidido luego ser biólogos, o escribanos?

Siempre se está a tiempo para introducir cambios sustanciales en la vida. El empleo que tenemos, la actividad que realizamos, o la situación civil en la quenos encontramos, no son lo único ni lo último. Debemos darnos la libertad y flexibilidad que nos merecemos, y tener en nosotros la disposición de cambiar. Pienso que es parte sustancial de sentirnos vivos.

Fundamentalmente, en el acierto o el error, la toma de decisiones tiene que ser propia, y de nadie más.

Finalmente, y para que los preguntones se queden haciendo provechitos, en mi caso personal, si no fuese quien soy, me hubiera gustado ser actor de cine o cantante.

¿Satisfechos?

enigma

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