La lista sería larga, pero lo que queda muy claro es que por presión de ciertos sectores minoritarios pero influyentes a nivel de los gobiernos de algunos países, y por las elucubraciones de los intelectuales llamados "de izquierda", que buscan desestabilizar a la sociedad atacando las fibras misma de su más básica constitución, a saber: la familia, los lazos de unión de una pareja, lo genéticamente determinado como femenino y masculino, lo naturalmente diferente por lo racial, etc. pretenden que todo eso se "re-construya" sobre bases totalmente diferentes.
Al respecto recomiendo efusivamente leer la página web que encuentran en:
http://www.nucleosoa.org/Documentosnoa/documentos/PoliticamenteCorrecto/PoliticamenteCorrecto.html
Entonces quien se opone a alguno de los supuestos y las pretensiones de estos "profetas de nueva era", es atacado por una serie de epítetos que tienden a vulnerar, violar, y aplastar a quien difiere de su punto de vista.
Hacen de quien disiente, poco menos que un monstruo: así surgen palabras socialmente resonantes como: homofóbico, sexista, machista, racista, acosador, feminicida, racista, anti-semita, etc.
No digo que no haya casos donde estos adjetivos estén bien aplicados. Pero lo que no puede hacerse es ejercer presión con los mismos para imponer un modo de conducta, y sobre todo un modo de expresarse al gusto o paladar de otros.
Porque eso se parece cada vez más a una tiranía. Se trata de los legítimos derechos de algunos, mal ejercidos, contra los derechos de la mayoría. Se trata de querer imponer un lenguaje que es restrictivo de un derecho fundamental: el de la libre expresión.
Como ser humano, y como periodista profesional, no puedo
bajo pena de traicionarme, admitir ningún cercenamiento a mi libertad de expresión.
Acá en EE.UU. hay Universidades negras, revistas negras, canales de TV negros, y ningún negro se ofende de hablar así. Black College, Black TV, etc.
En Uruguay han pretendido impedir el uso del adjetivo negro, bajo la excusa de que era racista o peyorativo, obligando a hablar de "afro-descendiente", lo cual me parece una verdadera estupidez. Me felicito que un querido y admirado negro como es Rubén Rada, hombre talentoso por cierto, ha dicho que él no se ofendía que le dijeran negro, porque él mismo se dice "soy el negro Rada".
Este es un caso paradigmático, que demuestra que en toda esta cuestión, la sensatez se impone.
No me gusta usar palabras soeces, porque no me interesa insultar a nadie, pero no creo que haya que decir hijo de una trabajadora social del sexo, para no decirle a alguien que es un hijo de p...
Algunas mujeres parecen sufrir de una especie de arrebato hormonal que les lleva a acusar a un hombre de acoso sexual, simplemente porque al ver a una de ellas hermosa, le hace un silbido, o le dice un piropo. Como si esas no fueran expresiones típicas del cortejar, o por lo menos de obsequiar a la mujer un modestísimo homenaje a su belleza.
Pero parece que una mirada de arriba a abajo, o decir "qué bien te queda esa blusa", o "luces espléndida" a algunas mujeres es como si se les tirase un balazo, y reaccionan airada y desmesuradamente, pretendiendo que el "agresor" termine poco menos que preso. Ridículo, absolutamente ridículo de cabo a rabo.
Y si acaso hablando de alguien digo que es gorda, nadie me va a obligar a decir "excedida de peso", "tiene obesidad tipo 4" o "padece de obesidad hiperplásica".
Vamos a ser honestos, vamos a pensar en los usos y costumbres normales de nuestras respectivas culturas y sociedades.
Vamos a no ser hipócritas, que toleramos los teleteatros mostrando relaciones íntimas de subido contenido a las 3 de la tarde, y luego queremos pretender que nada de eso existe, en una sociedad ideal donde lo sexual estuviese prohibido.
Vamos a no ser castradores, a crear tabúes innecesarios, y a mirar las cosas con sentido común.
Porque además mucha expresión o actitud que puede usarse o no, hay que verla en el contexto específico en que se da.
Si yo considero pertinente criticar en algún momento al gobierno de Israel, eso no significa ni me hace automáticamente un antisemita. Me honro en tener amigos judíos, incluso algunos viviendo en Israel.
Si yo llamo a alguien negro, porque simplemente lo es, eso no me hace automáticamente racista.
He trabajado con muchas compañeras y compañeros negros, a lo largo de años y en distintos ambientes, siempre tratándonos con mutua simpatía y respeto. Y de mi parte, hasta con admiración por sus talentos musicales, etc.
Si le digo a una mujer que me gusta, eso no me transforma
en un acosador sexual ni nada que se le parezca. Estoy expersando un sentir, y manifestando un elogio que el sentido común indica que tiene que ser tomado como tal.
En lo personal, me río de lo "políticamente correcto" porque suele ser lo más incorrecto que hay.
Nadie me lo puede imponer, y jamás aceptaré verme tras esas invisibles rejas que pretenden coartar mi libertad de expresión. Y nadie me transformará en hipócrita para mentir públicamente y callar lo que realmente siento y pienso.
enigma
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