Tuesday, August 22, 2017

ANTES QUE VENGAN LOS ROBOTS



Según opinión de los investigadores, en el año 2020 se producirá un punto de inflexión tecnológica, gracias a que los robots serán capaces de ver, actuar, sentir, etc., y nuestra relación con ellos será constante y mucho más cercana.
Los robots androides que se construirán a partir de ese año contaran con funciones y niveles de inteligencia y se convertirán en compañeros de la especie humana. Los robots con este tipo de características cambiaran el futuro de nuestra sociedad y de nuestra forma de vivir ya que podremos tenerlos en casa para que nos ayuden en tareas como de limpieza, o también hasta con la educación de los niños.” Del blog “Robótica”.


Por ahora nos tratamos entre humanos, y sabemos que somos imperfectos. Fallamos, somos muy complejos. 

La vida no es simple, nos enfrenta a múltiples situaciones, agradables y de las otras, previsibles e insospechadas. De todas ellas bueno es extraer una lección, un aprendizaje que nos sirva para el futuro.

Pero si algo nos cuesta es reconocer cuándo y cuánto nos equivocamos. Dónde y cómo han estado nuestros errores. Reconocerlos no sólo íntimamente, para nosotros mismos, sino ante la persona a quien le debemos una explicación, una disculpa, o aún darla públicamente, si es del caso.

Es que muchas veces el orgullo, o la errónea idea de que siempre nos asiste la razón, o lo que otros nos dicen, hace que no seamos capaces de actuar con humildad, y de explicitarnos, de hacer entender cómo o por qué hemos actuado de determinada forma, hemos dicho ciertas cosas, y mostrar que sinceramente estamos arrepentidos de haber procedido de tal manera. O al menos comprender de que es necesario que nos expliquemos para que se nos comprenda.

Ese reconocimiento de los errores propios, es sumamente importante. Nos enaltece en lugar de empequeñecernos. Nos dignifica, en lugar de rebajarnos.
Y hace que los demás nos valoren y quieran por ser justamente así. Por tener una actitud semejante.

Cuando la Tierra se pueble de robots, cuando con formas humanas les tengamos en nuestros hogares haciendo muchas de las tareas que ahora hacemos, no podrán disculparse ni reconocer errores. De sus errores nos daremos cuenta, y repararemos sus circuitos dado el caso.

Pero justamente nosotros, humanos, no podemos ser reparados por otros, tenemos que reparar nosotros mismos nuestros circuitos del pensar, sentir y actuar, para proceder como corresponde.

Es nuestro privilegio. También nuestro desafío.


enigma
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En YouTube ver:  
"Sé tú mismo, tu misma" https://www.youtube.com/watch?v=xHoecEFxIvY&feature=youtu.be

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