Son los primeros diálogos. Y es así, porque los seres humanos necesitamos de la comunicación para ser y crecer.
Hubo casos extremos y raros, y se han hecho experiencias de incomunicar a alguien por un tiempo. La persona pierde su capacidad de interactuar con otras, se siente rara, hasta que transcurrido un tiempo, y asistida por profesionales, puede volver o empezar a vivir en normalidad.
Y la normalidad es comunicarse, interactuar, intercambiar opiniones, sentimientos,hablar de la vida cotidiana, de planes, etc. El ser humano es tal y se construye con otros, no en soledad, no en aislamiento.
Justamente, aquellos que son condenados por crímenes cometidos, tienen como castigo celdas solitarias, donde no hay contacto con otros. O sea que la privación de la comunicación es una pena muy dura.
Porque comunicándonos nos transmitimos novedades, noticias, hacemos comentarios, pedimos ayuda,nos damos consejos, nos sostenemos mutuamente.
Por tanto, tiene que quedar bien clara esta ecuación: comunicación = humanización.
Tengo una amiga que me escribe desde lejos, y lo hace cuatro veces al día, o más.
Hoy me llegó el correo de un querido amigo en Uruguay adjuntándome una histórica grabación de un pograma de radio.
Mi hijo en viaje a Manchester, me envía breves mensajes que me da cuenta de las etapas de su vuelo.
Un vecino, nos pide opinión sobre un tema de común interés para los habitantes del edificio en que habito.
Esto es vida, esto es contacto humano, esto es comunicación.
Y para el comunicador profesional, en radio o TV no hay mayor satisfacción que tener los comentarios de su público, hechos llegar por Twitter, FB, Whatsapp o telefónicamente.
Por todas las razones y todos ejemplos sucintamente expuestos, considero que es una grave falta no comunicarse, y más grave hacer imposible la comunicación bloqueando la correspondencia electrónica, Twitter, FB y cualquier otra forma a disposición de todos. En sí, es la antítesis de lo que esas redes sociales fomentan y por las cuales existen.
Que cada quien piense cuánto y cómo se comunica, y con quiénes. Y sepa que las diferencias o discrepancias se conversan, se discuten, pero siempre dejando los canales abiertos. Es una norma elemental de convivencia y de adecuada conducta social.
enigma
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