El tema de la relación afectivo-sexual sigue acuciando a muchas personas y parejas que no saben encontrarle solución a sus inhibiciones, tabúes o problemas personales. He tenido varias consultas al respecto, y esto me decidió a volver a publicar este tema.
“EL HOMBRE DEJARA A SU PADRE Y A SU MADRE Y SE UNIRA A SU MUJER, Y LOS DOS SERAN UNA SOLA
CARNE”
Génesis 2:24
Palabras de Jesús: “y los dos serán una sola
carne;
así que no son ya más dos, sino una carne.” Marcos 10:8
Siempre recuerdo la
frase que un religioso (un Pastor protestante) le dijo a un amigo en una conversación
privada antes de casarse: “Ten presente que en la relación sexual de la pareja,
dentro del matrimonio vale todo. Porque si no, lo que no se tiene dentro del
matrimonio se va a buscar afuera, y eso es lo que debe evitarse.” Mi amigo
quedó tan impactado por esa frase que la memorizó y me la repitió tal cual fue
dicha.
Hoy día, el contenido
de esa frase sigue siendo válido, ya sea para una relación de matrimonio, como
para una relación de pareja estable –aunque sus integrantes no estén casados.
Eso significa que en
la relación afectivo-sexual, cada integrante de la pareja tiene que darse
plenamente. Que no hay parte del cuerpo vedada o prohibida, ni cosa que no
pueda hacerse.
Conocí el caso de una
señora que no permitía que su esposo tuviera con ella sexo anal, porque le daba
miedo de que le causara dolor. Conocí otro caso más extraño, el de una señora
que no quería que su esposo le practicara sexo oral.
Cuando la pareja
decide tener sexo, tienen que superarse totalmente todos los tabúes, las
telarañas, las represiones, los sentidos de culpa. Hay que abrirse a la
relación con total libertad, donde cada uno pertenece mutuamente al otro y se
da por entero.
Todo obstáculo, toda
barrera, todo impedimento que se plantee no conduce sino al fracaso, la
infelicidad, y finalmente hasta la infidelidad, o sea, alguien va a ir a buscar
fuera de la pareja lo que no encuentra dentro de ella.
Si fuese necesario
agregar algo, es que en la relación sexual plena no hay un papel fijo para el
hombre y para la mujer, así como no hay una posición determinada, sino que hay
múltiples posiciones.
A diferencia de la
señora que no quería que le practicaran sexo anal, conocí el caso de otra que
gozaba más con ese tipo de penetración que con la vaginal. Y son muchas las
mujeres que se enloquecen porque su pareja les practique el sexo oral.
El erotismo es un
juego delicioso, y a su vez inocente. No hay maldad alguna en él, por el
contrario, hay un gran sentido de disfrute, de entretenimiento, de diversión.
Se imaginan cosas, se intentan cosas, se prueban cosas. Todo forma parte de la
intimidad de la pareja, en la cual ambos se complementan y entienden.
Ahora bien, a menos
que la mujer sea masoquista –hay casos claro, pero son patológicos obviamente—
el hombre no puede hacer del acto sexual una expresión de machismo dominador,
en que somete a la mujer, y menos tratarla a lo bruto.
La mujer espera ser
respetada, y tratada con dulzura, con delicadeza, sin apuros. De ahí que todo
el llamado “juego previo” hasta llegar a estar en pleno acto sexual, sea tan
importante.
Los besos son un preámbulo importantísimo, lo mismo que las caricias, y éstas tienen que ser mutuas. Todo ello va creando el ambiente propicio, aumentando el deseo, y aprontando los órganos para que funcionen de la mejor manera.
Los besos son un preámbulo importantísimo, lo mismo que las caricias, y éstas tienen que ser mutuas. Todo ello va creando el ambiente propicio, aumentando el deseo, y aprontando los órganos para que funcionen de la mejor manera.
Los tiempos han
cambiado mucho. La mujer está bastante liberada, aunque aún quedan reductos
donde una educación castrante crea prohibiciones, y donde el sexo mismo puede
llegar a verse como algo no del todo digno, o sucio. Nada más alejado de la
realidad.
El sexo está para
disfrutarse a pleno, para gozarlo a lo
grande, porque ha sido puesto en el ser humano no sólo para procrearse sino
para recrearse.
Ser “una sola carne”
significa que los dos se complementan a tal grado que son una sola persona, un
solo sentir, un solo pensar, un solo obrar, un solo gozar, único y total.
De modo pues que para
que una pareja se sienta segura de sí misma y funcione feliz, no tiene que
haber ninguna restricción.
Libertad total,
entrega total, disfrute total.
(En una próxima entrega, continuaré con este tema).
(En una próxima entrega, continuaré con este tema).
enigma
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