Tuesday, August 25, 2009

COMO SE ARRANCA UNA MUELA

Cuando desarrollamos un sentimiento profundo, pero muy profundo, que se arraiga en nosotros como las firmes y gruesas raíces de un arbol, no es facil desterrarlo de un plumazo, como si nunca hubiera existido, como si hubiese sido un sueño, como si nada hubiese pasado.

Más bien hay que poner todo el empeño, toda la voluntad, y todo el aparataje para extraerlo como se arranca una muela.

Y cuando nos extaen una muela, queda un vacío que recuerda de inmediato lo que allí hubo. Y aunque la encia y hasta la mejilla nos queden insensibles por la anestesia, quitar la muela también implica derramar sangre, aunque poca, pero sangre al fin.

La sangre, elemento vital por excelencia. Representación de la vida misma.

Sangre pues, y un lugar vacío de su contenido son los resultados de tal extirpación, que demanda, como digo aparataje, intencionalidad, propósito deliberado, y por sobre todo, una razón.

En el plano de los sentimientos auténticos, verdaderos, intensos, esos que se llevan muy dentro, esos que pasan a formar parte de quien es uno, esos sin los cuales ya no se puede vivir, no es posible que algo se borre de un saque, --como quien arranca una muela. No es posible que lo que hasta hace pocas horas fue una realidad, deje de serlo súbitamente.

Porque entonces uno tiene el legítimo derecho a preguntar: ¿y todo lo anterior qué fue?, ¿una trágica parodia?, ¿una mentira deliberadamente sostenida por ver hasta cuándo y cómo funcionaba?, ¿un jugar con los sentimientos del otro o la otra persona?

Cuesta mucho aceptar como respuestas válidas cualesquiera de esas opciones planteadas como preguntas.

Cuando la otra persona es seria, honesta, sincera, no podemos pensar ni en parodia, ni en mentira, ni en juego. Tenemos la obligación de aceptar como totalmente válido las expresiones de sus sentimientos.

¿Cómo comprender entonces un dar vuelta la espalda de golpe?

Alguien me dirá: “razones habrá”. ¿Por ejemplo? Preguntaría, y me podrían responder, suponte que una de las partes traicionó a la otra, simplemente la dejó por otro amor, --para el caso de que sea éste el sentimiento en juego.

Ahí de golpe se puede producir una ruptura.

Supongamos que una de las partes descubre en la otra una conducta inaceptable, pero verdaderamente inaceptable, reprochable, un desliz grueso de inmoralidad o algo así.

Bueno, diría yo, así también lo entiendo. Pero tiene que ser algo realmente grosero, algo grave. Caso contrario no habría razón.

La persona pudo haberse sentido ofendida, seriamente ofendida.

Si es así, el que ofendió está obligado a reconocer la ofensa y a disculparse sinceramente, aguardando ser perdonado, y la persona ofendida, tiene que tener la gracia, en último término el gesto de compasión, de perdonar.

Porque se nos perdona cuanto perdonamos.

Y del perdón viene la reconciliación, y de la reconciliación la paz, y de la paz, el entendimiento, y del entendimiento, la re-creación de una relación que tal vez nunca tuvo por qué terminar, y menos de golpe.

Amiga, amigo: ¿has tenido algún desengaño últimamente?, ¿te has sentido herida o herido por algo o alguien?, ¿has averiguado bien si hubo mala intención, propósito deliberado? ¿te sientes capaz de perdonar? ¿valoras todo cuanto has edificado como para cuidar que de golpe no se derrumbe?

Fija condiciones, establece parámetros claros, pero no dejes de perdonar, no dejes de querer, no termines fulminantemente con un sentimiento profundo.

Porque será como si te arrancaran una muela. Sentirás luego dolor, cuando la anestesia se vaya, y te costará sangre, y un espacio que de golpe queda vacío….

Piénsalo, piénsalo bien. ¿Vale la pena?



enigma

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