Friday, December 17, 2010

EL VALOR DE LAS PALABRAS

palabra

1 .f. Sonido o conjunto de sonidos articulados que expresan una idea

2 .Representación gráfica de estos sonidos


Tal vez en razón de mi profesión que me obliga a vivir de las palabras, escritas y dichas, atribuyo un valor absoluto a las mismas.

Las palabras expresan no sólo una idea, como dice el diccionario, también expresan emociones, sentimientos, compromisos, promesas, planes, análisis, proyectos, planteos, opiniones, etc.

En lo personal, no digo algo que no pueda sostener con convicción plena. Si no, prefiero callar.

Callo cuando no sé.

Callo cuando no domino un tema y respeto y concedo la palabra a quienes de ese tema saben.

Callo cuando tengo dudas y aún no tengo resuelto un tema.

Pero fuera de esas circunstancias, me expreso. A veces a riesgo de ser mal entendido, a veces a riesgo de crearme un problema por ser claro, preciso, manifestarme sin ambajes, sin hipocresía, con transparencia. Por pensar con mi propia cabeza, por ir contra-corriente, por ejercer mi independencia y mi libertad.

Por todo ello, atribuyo a la palabra un valor fundamental.

Y por eso mismo, me cuido mucho de lo que digo, y cuando digo algo, respondo con responsabilidad a lo que he expresado.

Siento que la palabra me compromete, y la palabra me obliga. Me obliga a ser coherente, me obliga a no desdecirme o a expresarme irresponsable y/o livianamente. De modo que cuando digo algo, así pasen años, o meses, o días, respondo con mi persona por eso que he dicho.

Por supuesto que a veces con el tiempo se puede variar de opinión, y justo y leal es entonces decirlo también, y explicarse para los demás.

Pero las palabras comprometen y obligan. Nadie puede deshacerse de ellas así no más. Como si lo dicho no hubiese sido dicho. O como si aunque fue dicho, no tuviese ninguna fuerza, no impusiese ningún condicionamiento, no determinase una conducta, una actitud, una manera de ser y proceder.

Mucho más se ahonda esto, cuando se trata de la palabra dada o empeñada.

Supongamos que alguien dice:"Te doy mi palabra que iré al consulado".... pero nunca va.

Supongamos que le recuerdas a alguien: "Tienes que llamar por teléfono a esa persona..." y la respuesta que obtienes es: "Sí, lo haré."....pero ello no sucede.

Sobre este aspecto, alguien que firme Carlos escribe en su blog.

Al respecto nos comenta paginaabierta.com que a través de la palabra y de nuestros actos, revelamos si somos íntegros o no. La seriedad, honestidad y responsabilidad con lo que decimos y hacemos refleja nuestra Integridad.

El incumplimiento de la palabra es un acto de violencia, de desconsideración, de deshonestidad. No hacer lo que se dice, la impuntualidad, incumplir los acuerdos, son actos hostiles, que resultan una burla y una falta de respeto hacia los demás, que comprometen nuestra seriedad e integridad personal, y además fomentan el conflicto y la discordia.

A todos nos tranquiliza y nos hace sentir confiados, estar o relacionarse con alguien que hace lo que dice, que está comprometido con su palabra y la honra cumpliéndola, alguien que cumple lo que dice que hará, sea lo que sea, y en caso de que realmente no vaya a poder hacerlo, lo comunica con tiempo y se disculpa por su incumplimiento. Cuando alguien actúa así, transmite seguridad y confianza, factores clave para una relación sana en cualquier ámbito.


Según su breve nota biográfica, Carlos es Ingeniero Industrial-administrador, abogado.EGADE (ITESM), UC Postgrados maestrías en Administración de empresas mención mercados, recursos humanos; Calidad y Productividad; educación Doctorado en Educación Profesor titular e investigador Area de Postgrado de Faces UC. Coordinador Programa de postgrado gerencia de la calidad y productividad
.

Concuerdo totalmente con lo que expresa esta persona a quien --dicho sea de paso-- no conozco personalmente.

Traje a mi blog su cita, porque de alguna manera, es bueno demostrar que los criterios con que me manejo no son exclusivamente personales, tan sólo míos, o vinculados a mi personal experiencia de vida.

Se verifica entonces que hay valores universales, por lo que fue un feliz hallazgo para mi, encontrar tan clara definición sobe lo que implica la palabra dada, y su violación.

En resumen, las palabras tienen un valor intrínseco importante, insoslayable. No se las dice o escribe porque sí, arbitrariamente, o por entretenimiento, o diversión. En último término, las palabras nos revelan ante los demás, son una manera concreta de darnos a concer.

Es pues de total necesidad que pensemos muy bien siempre, qué vamos a decir o a escribir.
Y una vez expresado, es imprescindible que nos hagamos responsables de ello.

Eso es lo que implican las palabras. ¡Vaya si serán importantes!!



enigma

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