Wednesday, March 15, 2017

DOLOR FÍSICO Y DOLOR DEL ALMA

Hace unos días que soporto un dolor físico, derivado de un esfuerzo que hice al manipular una valija pesada.

Me molesta. Durante el día a veces me quita las ganas de hacer cosas, pero son cosas que por un lado no pueden postergarse, y por otro, de alguna manera lo voy paliando con calmantes, y aplicación de parches con sustancias que provocan calor en la área afectada.

Ya tengo una cita con mi doctora, y espero que de ahí se siga un tratamiento, el que sea, hasta que el dolor resulte completamente eliminado.

Ese es el resultado que tiene que haber, el esperado.

¡Ah, si fuese tan fácil lidiar con el dolor del alma!.
Eso es otra cosa.

Ese no se arregla con medicamentos, ni se va o atenúa con
parches.  Ese demanda una única solución, y tiene que ser permanente, sostenida, realista, sensata, gentil, compasiva, inteligente.

Si por un dolor del alma uno termina yendo a un psicólogo, puede que le diga a uno: llore, descargue su pena, le hará bien. Ud. está de luto...ha perdido algo importante en su vida.

Y con eso lo largan, pero complementando semejante "diagnóstico", el psicólogo puede agregar: si continúa abatido o deprimido, puedo recetarle un medicamento que le va a ayudar.

No...definitivamente, ni la cuestión es aguantarse con el dolor, porque éste no se va, ni arreglarlo con pastillas que pueden crear hábito y no resultan del todo recomendables por peligrosos efectos secundarios.

Lo único que soluciona el dolor del alma, es algo que cambie el luto por alegría, el abatimiento por entusiasmo, las lágrimas por una sonrisa, y el sobrellevar una situación triste, por vivir nuevamente feliz.

Hay situaciones y hay personas que son capaces de obrar esa transformación en uno.  Y esas personas son insustituibles.  Nadie puede  ocupar su lugar. Son únicas. En sus manos está la solución.

Pero se requiere que la persona de que se trate tome clara conciencia del daño que está ocasionando por un lado, y de lo sencillo y fácil que es poderlo remediar.

Hay que vencer el egoísmo, el rencor, el miedo, o la causa que sea que impide ser solidario.

Se trata de tener una actitud positiva, de empatía, de
comprensión, y de disposición anímica a hacer el bien.
Cuando eso está presente, el dolor no tiene por qué continuar.

La persona podrá emprender la iniciativa de ser comprensiva, y sobre todo de darse cuenta del importante papel que puede desempeñar en lograr terminar con el dolor del alma, y restituir el alma de otra persona al estado de reposo, de tranquilidad, y de felicidad.

Espero que si alguno/a de ustedes sabe del dolor de otra persona, actúen humanamente en consecuencia. No pierdan la oportunidad de hacer el bien. Ese bien que hagan ¡volverá a Uds. con creces! Ustedes mismos/as se sentirán felices del bien que estén haciendo.

De lo que se trata esencialmente, es de que nadie tenga por qué estar triste, doliente, como con un día gris permanente en su corazón, cuando el mismo puede ser iluminado como una mañana esplendorosa.

Hay que hacer que entre todos, la vida sea agradable de ser vivida, y no una especie de silencioso martirio en el cual nos vayamos hundiendo, agotando, y lentamente, muriendo.

Felices los que pueden hacer eso por otros. ¡Vale la pena! 

 
enigma
En YouTube vean COMPARTIENDO en VIDEO: "El distanciamiento de las Almas"
  

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