No sé si a ustedes les ocurre, pero confieso que hay momentos en que desfallezco de ver cómo la humanidad parece que atraída por "thanatos", se encamina hacia un precipicio, y no toma conciencia de la situación.Verdaderamente agota verificar las divisiones enormes y los enfrentamientos ardorosos en que la humanidad se desgaja y confronta a sí misma.
Etnia contra etnia, religión contra religión, naciones contra naciones, partidos políticos contra partidos políticos, sectores partidarios contra sectores partidarios, y la lista podría continuar así cuasi "ad infinitum".
Envidias, traiciones, mentiras, jugadas sucias, enfrentamientos, violencia doméstica de ambas partes, asesinatos, rencores, odios, frialdad, desprecio, a nivel de las relaciones personales.
Hambruna, desnutrición, un continente casi entero sumergido en enfermedades y miseria endémica, expoliado y explotado por unos pocos. ¿Cómo la humanidad puede tolerar que haya millones de personas sumergidas en esas condiciones límites?
Y en países del Oriente y de Occidente, enormes masas humanas de pobres, cuyos salarios --si es que trabajan-- son la expresión más cruel de una despiadada insensibilidad.
En fuerte contraste con quienes viven en condiciones humanas, esas masas desposeídas de alguna manera ceden a la natural tentación del consumismo, y al no tener los recursos necesarios para poseer cosas, hallan en el camino de la delincuencia y la criminalidad, la forma de hacerse de esos bienes.
Y el camino más trillado y más redituable, es el del narcotráfico, con su colateral secuela de cadáveres a granel, disputas de rutas, territorios, contactos, distribución, clientela, etc. Un camino de muerte.
En un nivel superior, se sitúan quienes operan lavando dinero mal habido, ya se invirtiéndolo en bienes raíces o en servicios generalmente ligados al turismo, el entretenimiento, los casinos, etc. Esa es la delincuencia de guante blanco. Es otro nivel de criminalidad. Pero sigue siendo el fruto mal parido de una situación de injusticia social esencial.
Porque la miseria es la madre de todos los males. La trata de personas, las organizaciones de pedófilos, el tráfico de armas, el negocio con órganos humanos, la prostitución, y tantas otras lacras.
Por otra parte, toda esta situación que habla de una humanidad que ha perdido la brújula, valores auténticos, y un sentido de avance colectivo hacia escalas de vida superiores, pone en tela de juicio a las mismas naciones,a sus gobiernos, a sus estructuras, y genera rebelión, revanchismo, y confrontación entre una religión que ha terminado por desfigurarse y ser permisiva "in extremis", y otra, dura, rígida, drástica, que plantea una austeridad "au trance", y una sumisión total.
Tal vez, en todos los órdenes, nos hace falta como humanidad, encontrar un punto medio. Nos hace falta diálogo, sincero, honesto, abierto. Nos hace falta procurar entender al otro.
Y nos hace falta que el mundo todo deje de ser orientado o dirigido por una elite, que cuida celosamente sus intereses financieros, para pasar a ser un lugar de paz, de armonía con la naturaleza, de respeto mutuo de las culturas, pero sobre todo, de un entendimiento básico, que implique que o avanzamos todos, o nos hundimos todos.
El rumbo por el que vamos, es a la autoaniquilación como especie. La tecnología a nuestra disposición es más extraordinaria que nunca antes en la historia, y lo será aún más a pasos agigantados. Pero está demostrado que la tecnología no procede de suyo en ayuda de lo que de humanos debemos ser y tener por nosotros mismos.
Inclusive, la tecnología nos aisla, nos embrutece, afianza el dominio de unos sobre otros, y divide cada vez más a la humanidad en su conjunto.
Es urgente plantar semillas de esperanza, rumbos nuevos en la historia, dejar a un lado las armas, aprender a darnos la mano, o un abrazo, y a partir de allí, buscar afanosamente un endendimiento que nos haga superar todo cuanto hoy atenta en contra de los máximos intereses de todos.e
Es urgente terminar con todos los "ismos".
Esto no es una quimera ni un imposible, si ponemos fervientemente todo nuestro esfuerzo por lograrlo. No será facil, pero es posible, es viable, es realizable.
"Humanos por los Humanos" --pienso-- tendría que ser la consigna salvadora. La que despierte un movimiento solidario, la que haga que por sobre todo busquemos el entendimiento y no el antagonismo, la superación de divisiones, en favor de una unión fundamental.
Tal vez la música, de calidad, la que eleve nuestros espíritus, nos ayude a lograr la finalidad deseada.
¡Manos a la obra!
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Ver en YouTube: La Atracción del Misterio
https://www.youtube.com/watch?v=ze4G0bx9gFw&feature=youtu.be
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