La gente que la ha leído, me ha dicho que el texto les atrapó.
Inclusive he tenido algunos comentarios positivos sobre algunos de los poemas que están incluídos en la obra.
Pero curiosamente, ningún uruguayo, comenzando por el Suplemento Cultural de El País dirigido por Laszlo Erdelyi, a quien le envié expresamente un ejemplar aguardando tan siquiera una breve nota; ni personalidades uruguayas como Rodolfo Fattorusso, que comenta literatura en "El Observador", fueron capaces de dedicarle un par de párrafos, aunque no más fuera por un acto de gentileza hacia un compatriota.
¡Nada!
Tal vez se debe a que fue una publicación mía en conjunción con Amazon. Que el libro no se vende en librerías sino que hay que adquirirlo por internet, --como se adquieren hoy la mayoría de las cosas.
Tal vez porque hayan pensado que al no estar en las librerías locales no tenía sentido comentarlo.
Tal vez porque el libro sólo lo pude promocionar a través de Facebook y Twitter, y no de una empresa promotora profesional.
O tal vez porque no arrima votos o simpatías ideológicas por ningun grupo determinado.
El hecho es que mi novela plantea un desafío fundamental: en una sociedad dura, violenta, donde campean el sexo y las drogas, que haya alguien que sea capaz de rescatar el sentimiento fortísimo del amor, y la experiencia hermosa del romance, desentona, no encaja, presenta una vivencia humana que actualmente muchos tal vez, no sienten siquiera.
Y si es así, estamos ante algo terrible, deplorable por demás. Hemos perdido la esencia misma de lo humano.
Por eso, con estupor me pregunto, y les pregunto a esos críticos literarios: ¿no hay lugar para el romance, para la poesía, para lo sublime del amor y la intensidad de la pasión?
El hecho de que quienes han leído mi novela se han sentido cautivados por la misma, y les ha agradado, me demuestra que está bien escrita. Lo sé a conciencia. Pero lo puede verificar cualquier crítico latinoamericano que se tome el pequeño tiempo que le llevaría leerla, para formarse una opinión de mi labor.
Al escribirla perseguí tres objetivos fundamentales: 1) inmortalizar un amor hermosísimo; 2) entrar en el ámbito literario --mis cuatro libros anteriores son técnicos; y 3) romper el esquema de que se me encasille siempre bajo el rótulo de investigador y estudioso de los OVNIs (prefiero la designación de Fenómenos Aéreos Inusuales) sin que renuncie por supuesto a algo a lo que he dedicado casi 60 años de mi vida. Soy mucho más que eso, soy un ser humano que siente, que piensa en muchas otras cosas, y que tiene sensibilidad suficiente como para escribir algo sobre una especial pareja.
No sé cuántos latinoamericanos puedan leerme aquí. Pero sé que los hay, y si alguien se anima a comentar mi novela, le quedaré muy agradecido, y le pido me lo haga saber por favor escribiéndome a enigma0458@gmail.com
Y por supuesto, el desafío mayor es para los críticos literarios uruguayos.
enigma
Textos protegidos por derechos de autor.
En YouTube les invito a ver el video "Creo en la Bondad y les explico por qué".
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