Pero si analizamos un poco, nos daremos cuenta que han habido momentos en nuestras vidas, en que todo ha parecido funcionar a la perfección. Como engranajes que se complementan perfecta y armoniosamente.
Nos comienzan a acontecer cosas --muchas de las cuales no dependen de uno-- que se van concatenando en forma perfecta, y que equivalen a puertas que se nos abren, a oportunidades que se nos plantean, a problemas que se solucionan de la mejor manera posible, y con beneficio para nosotros.
Cuando estas cosas pasan, yo personalmente digo para mis adentros una frase famosa que --aunque llena de un antropocentrismo que rechazo-- no obstante, figurativamente, tiene su sentido. La frase dice "la mano de Dios está sobre mi", que es como decir que el Ser en Sí está velando especialmente por mis asuntos.
O, para decirlo en la jerga astrológica, a la cual también a veces acudo pare explicar situaciones, podría decir que los astros están bien aspectados para mi. Por pura curiosidad fui a ver lo que dos astrólogos tenían para decir de mi signo en Octubre, y efectivamente, ¡estoy muy bien aspectado!
¿Explica eso lo positivo que me está ocurriendo? No puedo afirmarlo pero tampoco negarlo. El hecho esencial, es que me está ocurriendo. Y eso me basta.
Pero lo valoro, porque además es toda una sensación de bienestar espiritual, de equilibrio emocional, de sentirme seguro de mi mismo, y de adquirir una profundidad en el análisis de situaciones y temas sobre los cuales pronto tendré oportunidad de discurrir, que me hace sentir muy bien.
Lo comparto para que cada una y cada uno de ustedes piense cuántas veces situaciones como estas se han hecho presentes en sus vidas. Si las han captado, si se han dado cuenta, espero las hayan aprovechado al máximo.
enigma
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