A veces quisiéramos no tener celulares en nuestras manos, ni PCs, ni TVs, para enterarnos tardíamente o ni enterarnos de las terribles cosas que acaecen.
Terremoto en Italia, niños yijadistas dispuestos a matar a condenados a morir por el DAESH o ISIS.
Mineros en Bolivia asesinan a un Ministro, y su presidente da prebendas a las Fuerzas Armadas para respaldar su deseo de perpetuarse en el poder.
Un amigo argentino, me confía que deja de relacionarse conmigo en Facebook por discrepancias ideológicas.
El Director de un Suplemento Cultural en Uruguay, no me ha respondido a tres cartas, ni ha accedido a comentar mi novela "El Amor de Frank y Laura" que le envié de obsequio.
Y en medio de todo ello, me siento impotente ante la desgracia provocada por la naturaleza. Quisiera torcerle definitivamente el brazo al maldito ISIS. Me gustaría encontrarme con mi amigo en Buenos Aires para conversar, y aparecerme ante el escritorio del Director del suplemento Cultural para "cantarle las cuarenta" con todo mi derecho a hacerlo.
Y protesto contra la dictadura de los 140 caracteres que impone Twitter, y su absurda política de que un twittero pueda bloquear a otro sin derecho a apelación, cuando ello es injusto y no corresponde.
Sé que doy de mi todo lo mejor, y lo máximo que puedo. A cambio no cobro dinero alguno, no demando sino tan sólo respeto.
Apelo siempre al entendimiento, la armonía aún en la discrepancia, y por sobre todo al noble sentimiento del amor que es fundamento de toda relación humana fructífera, ya sea a nivel de amistad o de pareja.
Amo a Uruguay, el país donde nací y viví 47 años. Amo a Estados Unidos de América, el país que posibilitó mi mayor desarrollo personal como individuo y profesionalmente.
Quiero mucho a México, nación que es la representación más refinada de la Indoamérica, donde tengo varios amigos, y cuya gente, cultura, música, e historia, me resultan maravillosas.
Y muy en lo personal, quiero a mi pequeña familia, con la que ahora vivo en una misma ciudad.
Me siento un hombre viajero del tiempo. Traigo conmigo un enorme bagaje de formación, conocimientos, experiencias y valores del Siglo XX, pero vivo intensamente este Siglo XXI.
Abogo por una conciencia planetaria. Por un sentido holístico de la vida, por extremo cuidado del medioambiente y por la paz mundial.
Quiero que dialoguen conmigo, que me escriban a enigma0458@gmail.com, que se comuniquen, que me sugieran temas, que comenten sobre cuanto aquí trato. Necesito saber que ustedes están allí, conocer qué sienten, qué piensan. Les invito a hacerlo. Desde ya, gracias.
enigma
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