Tuesday, October 25, 2016

LA LIBERTAD MAL ENTENDIDA

Sociedades que transitoriamente han sufrido restricciones a sus libertades generalmente bajo regímenes dictatoriales no importa si derecha o izquierda, (deficinión político-ideológica que es más bien una máscara tras la cual se cubre un aprovechamiento sin límites del poder), cuando surgen nuevamente a la libertad, se parecen al perro que ha estado durante mucho tiempo atado, y al que de pronto se le suelta.

¿Han visto ustedes que hace el animalito? corre, corre y corre desenfrenadamente, salta, se nos viene encima para agradecernos que lo hemos soltado, y sigue corriendo y disfrutando que sobre sí ya no tiene el yugo que le sujetaba.

El ser humano, obviamente más complejo, sin embargo, tiene una actitud interna casi similar. Su reacción espontánea es repudiar y querer vengarse de sus captores, de quienes le cercenaron la libertad, de quienes no le dejaron expresar su pensamiento, reunirse, agruparse políticamente o religiosamente, de quienes determinaron horarios de toque de queda, prohibición de libros, de música, etc. De quienes le encarcelaron, maltrataron y hasta torturaron.

Un semejante régimen asfixiante, hace que haya una reacción que se va al otro extremo. 

Lo más notorio en España, terminado el régimen franquista, era ver los kioscos llenos de revistas para adultos. 

Pero no se necesita pasar por la traumática experiencia de una dictadura. 

Hay personas que tienen algún problema consigo mismas, que no están bien ubicadas en la sociedad a la cual pertenecen, que llevan dentro de sí una rebeldía, tal vez porque tuvieron padres muy estrictos, tal vez porque no les fue bien en la secundaria, tal vez porque empiezan a hacer mella ciertas amistades y cierto compañerismo con individuos traumados, que tienen ideas extrañas que poco a poco van permeando la propa capacidad de raciocinio y de determinación de qué es lo más adecuado.

Especialmente --aunque no exclusivamente-- estos "rebeldes sin causa" son jóvenes y no tanto, a veces la posan de intelectuales, y les gusta que se les considere o vea diferentes. Tienen sus lugares determinados y habituales de tertulias con otros que piensan como ellos, y allí se regodean en sus coincidencias.


Otros dan un paso más, y se reúnen para planificar acciones destructivas y violentas, que van desde detener el tránsito, a quemar vehiculos, romper vidrieras, saquear comercios, pintarrajear con frases insultantes paredes de edificios públicos o de casas particulares, todo para manifestar públicamente su rebeldía, su oposición a la sociedad en la cual viven y gracias a la cual existen.

Son los que integran lo que yo llamaría "células del mal". Se sienten felices provocando daño, haciendo el mal. Es su  forma de hacerse notar en la sociedad. Llevando a cabo esas acciones deletéreas,sienten que son.

Pero hay cosas más pequeñas, que no por eso han de dejar de preocuparnos. 

Es la persona que reacciona violentamente por nada. Que si uno respetuosamente le observa por algo, contestará inmeditamente con amenazas y una chorrera de insultos. 

Es la persona que cree que todo le está permitido y nada prohibido. Que esencialmente, malentiende lo qué es la libertad.

El auténtico ejercicio de la libertad requiere indispensablemente de la responsabilidad. 

Sin responsabilidad, sin respeto por los otros, sus personas, sus bienes, el orden que la sociedad se ha dado, la autoridad, la ley, no hay libertad. 

Eso sencillamente se llama libertinaje.

Hay quienes piensan y creen que en libertad y en democracia tienen derecho a hacer lo que se les dé la gana. 

Eso es ignorancia supina del valor mismo de la libertad, eso es matar la libertad, y eso es una grosera distorsión y equivocación de lo que es libertad. Porque la libertad implica una clara opción por el bien, el bien personal y el bien común.

Si no se busca el bien sino el mal, si no se desea ser constructivo sino destruir, si el otro ser humano no es un igual sino que está por debajo, si se anulan la responsabilidad y el respeto en lo individual y lo colecivo, se comete un liberticidio. 

La libertad es un bien supremo que debemos celosamente cuidar. 

Por eso, todo atropello a la libertad debe ser denunciado y repudiado. Porque atenta contra el principio fundamental que justamente sustenta a ese bien supremo.

Entendamos claramente, que la auténtica libertad no es la ausencia de orden, de pautas éticas, de procederes sociales, y de responsabilidad individual.

La libertad de una persona termina donde comienza la libertad de la otra, y la libertad no sólo adjudica derechos sino que establece obligaciones. 

El auténtico ejercicio de la libertad implica empatía por el prójimo. 

El amor genera libertad. El odio genera opresión.

Amemos pues, gocemos y defendamos irrestrictamente la libertad; pero hagámoslo con plena y total conciencia.


enigma
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