SIENTO QUE ME DEBO...

Hay momentos en mi existencia, en que siento que he recibido mucho en la vida. 

Aclaro de inmediato, nadie piense que soy rico en bienes materiales. Llevo adelante una forma de vivir muy austera, nunca he ambicionado lujos. Me conformo con un confort decente. Mis fuentes de ingresos han sido siempre mis trabajos. Y ahora, ya retirado, mi jubilación que por cierto no es nada extraordinaria.

La vida me ha dado y sigue dando mucho en quienes volcaron conocimiento en mi, desde maestros en la escuela primaria, pasando por los profesores en la secundaria, pre-universitaria, y universitaria.

Me sigue dando en el reconocimiento que de mi persona hacen quienes me conocen o llegan a conocer mis trabajos. Me sigue dando en la amistad de muchos estupendos amigos de años, y muchos nuevos que siguen surgiendo gracias a las redes sociales. 

Además, el núcleo de amistades que tradicionalmente fueron del país, es ahora netamente internacional.

Y yo valoro todo eso.

Pero la vida me ofrece a diario motivos por los cuales sentirme agradecido.

Y por todo eso que recibo de la vida, me siento deudor. Deudor a mi familia, a mis vecinos,  a mis  amistades, al país que me ha acogido y dado la ciudadanía, y al mundo todo, a quienes están geográficamente lejos, pero en mi mente y mi corazón. 

Pero más aún, siento que me debo al mundo. A los miles de millones que ni siquiera saben de mi existencia, pero a los que podría llegar con algo que les beneficiara.

Para decirlo en pocas palabras: siento en lo profundo de mi ser, que debo hacer algo, pero algo importante, trascendente si es posible, algo que signifique un bien para muchos.

No sé lo qué pueda ser aún. Ruego al Ser en Sí que me guíe e ilumine. Pero mi ánimo está dispuesto, y mi voluntad está pronta, para poder darme en bien de otros. Para lograr el bien de muchos. 

Nada más hermoso que eso, nada que recompense más que eso.

Sí, siento que me debo a ti mismo/a lector/a. Y lo digo con cariño, con afecto. Con gratitud por leerme y seguirme desde tanto tiempo.

No sé qué me deparará el futuro cercano, pero aguardo fervientemente encontrar el vehículo que me conduzca a empezar a saldar la deuda que tengo con el mundo.

Alguien me dirá que a lo largo de décadas de trabajo, he dado mucho a otros. Y es cierto. Aguien podrá agregar que ahora, retirado,a través de conferencias, escritos,y videos, sigo dando de mi capacidad, de mi reflexión, de mis sentimientos, compartiéndolos generosamente con otros, y también es cierto. Pero ¿saben qué?, para mi eso aún es insuficiente. 

Continuaré pues planteándome cuál puede ser la mejor forma de dar, por lo tanto que he recibido y sigo recibiendo. 

Siento que me debo, a ustedes, al mundo.

enigma

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