Me suscribo totalmente a esa frase.
Sí, no hay cosa más linda que tener un loco corazón.
Un corazón que a veces se adormece como un idiota, y de pronto salta de alegría, y late como a 120 por minuto.
¿Y qué? al fin y al cabo eso es vivir.
Más vale compartir alegrías que tristezas, porque el mundo nos ofrece a cada instante motivos para estar prepocupado o triste.
Pero la vida, nuestra vida, en cuanto depende de nosotros, debe ser lo más llevadera y placentera posible.
Valorar la amistad y saber vivirla. La amistad basada en la sinceridad, no en esconder cosas. En hablarse cara a cara, y no andar esquivándose.
La amistad de conocerse lo máximo posible, y saber bien cada quién cómo es el otro o la otra.
Eso es lo que vale.
Un rostro sonriente, un gesto de amabilidad, una invitación, un almuerzo o una cena. Un concierto o un paseo, o la quietud del reposo tirado sobre un sofá escuchando buena música.
Una picada con cosas ricas, y un buen trago acompañándolas. Las cosas simples pero buenas de la vida sencilla pero con cariño, con afecto. Con eso que hace que el otro o la otra sea importante para uno. Más importante que otras personas. Alguien que deviene en especial, en diferente del resto.
Y mientras tanto, la vida continúa.
Y esas locuras del corazón, pienso, ¡son maravillosas!
Sólo los que son capaces de vivirlas, saben cuánto valen.
enigma
Texto protegido por derechos de autor
En YouTube - "Sobre personas auténticas y de las otras".
https://www.youtube.com/watch?v=gP9f7HGAzKA&feature=youtu.be
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