Friday, September 15, 2017

LOS IMPULSOS DEL CORAZÓN

Casi semanalmente hay personas --muchas de ellas amigas de Facebook, o amigas personales-- que toman frases de las tantas que deambulan por la internet, o consejos prácticos para la vida, y nunca falta aquella que dice: "sigue los impulsos de tu corazón".

¡Ah, mi corazón!  Mi corazón que ha amado con intensidad arrolladora y profunda, mi corazón herido, mi corazón que añora y anhela...

Si sigo los impulsos de mi corazón, me iría en vuelo hasta cierto lugar del planeta, rompería todos los esquemas, no me importaría lo que puediera pasar, pero me daría la satisfacción enorme de volverme encontrar con aquellos ojazos negros y con aquellos labios que piden a gritos ser besados.   

No sé si me encontraría con la dulce sonrisa que conocí, o simplemente con una cara de enorme sorpresa, y quién sabe después qué. 

Pero rompería con ganas, gusto y fiero impulso, la barrera maldita de la  incomunicación y el silencio.

Nos volveríamos a ver cara a cara, tal cual estamos hoy, 4 años después de nuestro último encuentro, y ahí para lo único que va a haber lugar va a ser para una plática sincera, honesta, abierta.

Porque me asiste el derecho a pedir explicaciones, y como pienso que las habrá, pues las querré escuchar.

Y saber del hoy, de su vida actual, de cómo va todo. Y yo le contaría lo mío.

Y luego sí, luego vendría la hora de la verdad total. La hora del destino definitivo de mi vida. Cuando toda duda haya sido despejada, todo malentendido aclarado, y entre ambos pueda haber comprensión, cariño de amigos, y paz espiritual. O al menos, un nunca más con sentido propio.

Así sabría a ciencia cierta, sin que mi imaginación me quiera persuadir o traicione, cuál es la realidad, mi realidad.

Pero acaso ¿ya no he tenido bastante? ¿no ha sido dura y enormemente pesada de sobrellevar la carga de rechazo, del dolor inmenso que hube de soportar?

¿Por qué mi corazón me confunde?, ¿por qué mi corazón no se apacigua? ¿acaso no soy amado, mimado, comprendido y acompañado estupendamente? ¿acaso no me hacen feliz cada día? 

¿Acaso yo mismo no me siento diferente, y quiero y busco la compañía que hoy es remanso y puerto seguro para mi?

Todo este presente lo quiero, y lo acepto. Me involucro y lo deseo. 
Pero mi corazón ha quedado anclado en un pasado reciente que no puedo borrar. Que sé nunca olvidaré. Pero al que sé que sólo un encuentro personal, puede ponerle un punto final.

No es que piense que puedo recomenzar lo que fue. Estoy más que persuadido que no.

Más bien quiero darle un final digno a lo que fue, para quedar entonces en total condición de comenzar a escribir una nueva página de mi vida. Seguramente la última.

Es cierto que también hay otro consejo que últimamente he hallado muy reiterado en Facebook: suelta, deja ir. 

Si no tiene más interés en ti, si no te ha seguido amando, si ha querido olvidarte porque amarte le hacía sufrir, suelta esa atadura, libérate definitivamente de ella, deja ir ese pasado. Que se hunda en el tiempo. Y vive tu hoy feliz y a pleno, sin que nadie te lo perturbe.

Sigue siendo tú el honesto, el sincero, el auténtico, el sensible, el soñador, el que sabe de amor, el apasionado. El que no juega con los sentimientos. Y deja...deja que el tiempo haga su obra, porque tal vez, tal vez, cuando menos lo pretendas y menos lo pienses, te buscarán a ti. Pero entonces, ¡ya será muy tarde!. 



No comments:

Post a Comment