Una historia de renovación de la monarquía británica y sus ancestrales modas y costumbres.
El Príncipe no elige a alguien de la nobleza, sino a una actriz de reparto estadounidense, bi-racial, divorciada, y tres años mayor que él.
En la tradición, la futura esposa de un príncipe debería ser virgen y de la nobleza.
La novia elige un vestido que rompe con la tradición. Si bien su modista es británica, ella trabaja para la firma Givenchy de Francia.
El vestido es hermoso pero sencillo, no aparatoso, no usa mangas largas sino tres cuarto, y si bien cubre la espalda de la novia, deja ver algo más que simplemente su cuello. Algo que también rompe la tradición.
La ceremonia no se realizó en la tradicional Abadía de Westminster ni en la Catedral de San Pablo, sino en la Capilla de San Jorge, en Windsor.
En la misma, el mensaje estuvo a cargo de un Pastor afro-estadounidense, y cantó un coro también afro-estadounidense, algo jamás sucedido.
Para mí, el significado más profundo de esta boda, es el vivo deseo del Príncipe Harry de romper varios moldes de la realeza británica. Es traer el aire fresco y renovador del mundo actual, en el más claro homenaje a su madre, la muy querida y siempre recordada Princesa Diana.
Y sin duda, Meghan Markle, ahora Duquesa de Sussex, es una excelente compañera para llevar adelante todo eso.
Cada vez que han sido entrevistados, o en los videos en que aparecen juntos, siempre se les ve enamorados. Y es que la fuerza del amor vence toda barrera y surge triunfante.
Desde este modesto blog, les deseo muchas felicidades, larga vida y la dicha de ser padres de varios hijos/as. ¡¡Salud, Harry y Meghan!!
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LOVE CONQUERS ALL
When Prince Harry of Sussex and the commoner Meghan Markle united their lives in marriage, they were making history; a history of renewal of the British monarchy and its ancestral fashions and customs.
The Prince does not choose someone from the nobility, but a US actress, bi-racial, divorced, and three years older than him.
In tradition, the future wife of a prince should be a virgin and of the nobility.
The bride choose a dress that breaks with tradition. Although her dressmaker is British, she works for the Givenchy firm in France.
The dress is beautiful but simple, not bulky, it does not use long sleeves but three quarters, and although it covers the back of the bride, it lets see more than just her neck; something that also breaks the tradition.
The ceremony was not held in the traditional Westminster Abbey or the Cathedral of St. Paul, but in the Chapel of St. George, in Windsor.
In it, the message was delivered by an African-American Pastor, and the singing was in charge of an African-American choir, something that has never happened.
For me, the deepest meaning of this wedding is the strong desire of Prince Harry to break several molds of British royalty. It is to bring the fresh and renewing air of the current world, in the clearest tribute to his mother, the beloved and always remembered Princess Diana.
And without a doubt, Meghan Markle, now Duchess of Sussex, is an excellent companion to carry out all that.
Every time they have been interviewed, or in the videos in which they appear together, they show always their love. And it is that the force of love overcomes any barrier and emerges triumphant.
From this modest blog, I wish both of them great happiness, long life and the joy of being parents of several children. Cheers, Harry and Meghan !!
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