Saturday, September 21, 2013

PALABRAS DE LUZ


Escuché decir en México, --y no por gente sin educación formal-- "yo no soy cristiana, soy católica". Esta aberrrante afirmación, procede de una supina ignorancia que para mi no tiene excusa que valga.

Porque que un cristiano católico-romano diga que no es cristiano, es como para preguntarle si no ha visto nunca en su capilla, templo, santuario o basílica, la imagen del Cristo.

Es como para preguntarle si no tiene conciencia de los milloeones de cristianos católico-romanos que pueblan el mundo.

Al parecer, la confusión surge porque las iglesias protestantes en México, se autotitulan "cristianas" entonces estos católico-romanos quieren en realidad decir, nosotros somos tales, y no somos protestantes, o evangélicos.

Pero evidentemente está mal expresado.

Por mi parte, yo nací en un hogar donde mi padre era agnóstico (hasta su conversión), donde no había una Biblia, y donde la palabra "iglesia" no significaba nada, o algo raro más bien propio de las mujeres.

Vine a conocer la Biblia en una clase de Literatura cuando tenia 18 años de edad, y un año después me convertía a la fe en Cristo, a quien prefiero llamar Emmanuel (Dios con nosotros, como le fue ordenado a María llamarle). 

Cuando pronuncio el Credo Apostólico, digo que "creo en la iglesia católica", o sea en la "iglesia universal", que eso y no otra cosa significa la palabra "católica".  Dentro de esa iglesia universal está la que tiene su sede en Roma,  esa se distingue por ser la católico-romana.

Fui bautizado de bebé en esa iglesia, pero no soy católico-romano. Por mi formación soy protestante (de "pro testare", o sea, dar testimonio a favor de). Pero tengo un gran respeto y cariño por mis harmanos/as católico-romanos con quienes he compartido estupendas ceremonias ecuménicas.

Así pues, no me es extraña mi admiración por el Papa Juan-Pablo II, a quien conocí personalmente y estuvo a metros mío cuando pasó con su Papa-Móvil por el Bulevar Artigas de Montevideo, en una de las dos visitas que hizo a Uruguay. 

No me es extraño mi respeto y el sobrecogimiento que me produce la Virgen María, y en particular, su muy latinoamericana imagen de Guadalupe.

Y menos extrañas me pueden sonar las palabras del Papa Francisco, que eligió el nombre de uno de los mejores exponentes de la piedad cristiana, San Francisco de Asís, y que --como Emmanuel--  está junto al pueblo, con el pueblo, a su mismo nivel, abrazando a unos, besando a las mujeres, y repartiendo apretones de mano. 

Quisiera tener la plena seguridad de que las palabras muy bien dichas y con un mensaje luminoso, que más abajo voy a reproducir, son efectivamente del Papa Francisco. Digo esto porque últimamente se sabe que hay quienes le han atribuido declaraciones que nunca hizo, y llamadas telefónica que nunca efectuó. 

De modo que aconsejo a todos quienes citen al Papa Francisco, tengan a bien poner de qué fuente han extraído sus palabras. Si se trata de una publicación del Vaticano, o de fuente verificable de la Iglesia, bien. Si no, es mejor abstenerse de adjudicarle expresiones que nunca manifestó.

Con estas salvedades, reproduzco esto que un amigo puso en Facebook. Lo hallo de gran valor.

"NO llores por lo que perdiste, lucha por lo que te queda. NO llores por lo que ha muerto. Lucha por lo que ha nacido en ti...NO llores por quien te odia. Lucha por quien te quiere. NO llores por tu pasado. Lucha por tu presente. NO llores por tu sufrimiento. Lucha por tu felicidad....con las cosas que a uno le suceden vamos aprendiendo que nada es imposible de solucionar. sólo sigue adelante."

Francamente, hago mías en mi experiencia de vida, esas palabras.

Ojalá les aprovechen a cada uno de ustedes, y también las puedan hacer suyas.


enigma
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