Y a veces, la poesía es el vehiculo más idóneo para expresar --aún con palabras-- algo que surge de nuestro corazón, y que no es tan facil transmitir de otra manera.
Instalando mi nuevo apartamento luego de mi mudanza, veo y reviso documentos. Y entre ellos apareció la hoja de un cuaderno, donde el 12 de agosto de 1967, escribí dos pequeños poemas.
Intrascendentes sin duda. Y no me toca a mi decir el valor literario o no que puedan tener.
Pero sí, es mi gusto compartirlos con ustedes, mis amables y consecuentes lectores.
MAÑANA
La noche dijo su silencio
y en mis oídos
se acunó tu voz
Quise el nuevo despertar
de la mañana ansiada,
siguiente.
Para escuchar de nuevo
tus palabras
y sentir vivamente
tu existencia allí y en mi.
TUS OJOS
Tus ojos llegaron
nuevamente hoy
¡Bienvenidos! dijo mi alma
y se hundieron en ella
Ella los recibió
los esperaba
los ansiaba
los necesitaba
Cantó mi alma
al encontrasrse
con tus ojos
¿Por qué sentí
arrullarme en ellos?
¿Por qué --y me agradó--
esta nueva felicidad?
No sé qué es esto...
este irse, estando
este querer unirse
al irnos separando
Sólo sé
que los esperaré
y que mañana
querré encontrarlos
viniendo
Y mi alma nuevamente
les dirá: "¡Bienvenidos!"
enigma
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