Decir que la vida es efímera, suena estúpido.
Eso todos lo sabemos, aunque no todos lo tienen en cuenta.Este 2 de Noviembre, una vez más se cumplen los rituales socio-culturales-religiosos de lo que tradicionalmente se ha llamado el Día de los Santos Difuntos, y más modernamente el Día de los Muertos, o el Día de Muertos.
En México en particular, este día reviste características muy folklóricas donde se mezcla la riqueza de viejas tradiciones indígenas, con el catolicismo llevado por el conquistador español.
Calaveritas, altares con esqueletos, golosinas con temas alusivos, llevarle comida al muerto, todo eso integra parte de ese ritual.
En otros países, lo común es la visita a los cementerios, poner ofrendas florales, y recordar a la persona fallecida.
Pero la muerte ha perdido su aspecto numinoso, misterioso, y atemorizador.
Recuerdo cuando alguien fallecía en una familia, y las mujeres vestían de luto por todo un año, o definitivamente si era la viuda. Y los hombres, llevaban un brazalete negro o bien un distintivo del mismo color en la solapa de sus sacos.
Hoy todo eso es historia. Nadie se viste de luto, sino que la gente lleva un respeto por dentro, que es el sustancial.
La misma muerte ya no es más aquello que asustaba, y con lo cual se amenazaba desde los púlpitos, con la consabida cuota de terror al infierno, etc. El pasaje a la eternidad es tomado con total naturalidad.
Puede que haya gente que tenga miedo a morir, y a la muerte. Yo no. Tal vez porque me considero un hombre de fé, pero no le temo a la muerte. Le temo sí a ciertas formas de morir, que es otra cosa.
Pero si la muerte tiene por sobre todo una virtud, es la de hacernos ver que justamente vivir es un gigantesco valor. Que cada día de vida debemos realmente verlo como un tesoro que tenemos, y aprovecharlo al máximo, sacarle el jugo, explrimirlo.
"Carpe diem" que decían los romanos. Aprovecha tu tiempo, cada fracción de segundo, cada minuto, cada hora, cada día, mes año, década. Aprovéchalo. No pierdas tu tiempo infamemente.
Aprovéchalo para ser, y ser cada vez más tú misma, tú mismo.
Aprovéchalo para reirte del qué diran o ciertos socioconvencionalismos. Aprovéchalo para andar liviano de equipaje, libre por dentro, siéntete como flotar en medio de la naturaleza.
Vive intensamente cada jornada. Procura despertar sonrisas, gestos de amistad, entendimiento, armonia, paz. Y disfruta, de un chiste, de la sonrisa de los niños, de una copa refrescante o de licor, de una buena compañía, de estar recostado sobre el césped bajo la sombra de un árbol mientras escuchas el canto de los pájaros.
Disfruta de la brisa que acaricia tu cuerpo, mientras el sol te da su calor, y sobre la arena, oyes el rumor de las olas en la playa.
Disfruta de una caminata por la orilla, donde los pies se mojan y hunden el la arena, bajo la luz de la luna, por la noche.
Disfruta del sexo, sin barreras ni restricciones, amplio, abierto, simple. Goza de la pareja que tienes o de ese ser que has hallado y con quien quieres dar rienda suelta al fuego de tu pasión que de pronto ha estado reprimida.
Halla en las cosas cotidianas, en sentirte hermano de los árboles, las flores y las estrellas, uno/a con el universo todo, una razón más para agradecer al Ser en Sí, que estás viviendo. Anda con el amor a cuestas, siente el amor dentro tuyo, y vívelo de todas las formas y maneras posibles. El amor también demanda sacrificios, pero vívelos con felicidad.
Goza de esa vida que tienes. No permitas que se te escurra de tus manos como si fuese agua. Y por sobre todo, sé feliz, aprovecha cada día para tener un motivo de felicidad.
Lleva la felicidad dentro tuyo. Aunque haya problemas, aunque haya situaciones difíciles, aunque no todo sean rosas, lleva la felicidad de saber que no estás solo/a, que tu vida es tu vida con otros/as, tus amigos/as, muchas veces, más importantes que la familia misma.
Siente un corazón agradecido por lo que eres y has llegado a ser, por los descendientes que tienes, por quienes te aman y quieren bien. Por quienes se preocupan por ti. Por ese valor que has cosechado mientras has ido viviendo, que es la amistad.
Sonríe, alza una copa y con fuerza dí "¡Salud!", y proclama con firmeza y convicción: ¡¡Viva la Vida!!
Y vive tu hoy. Porque mañana...puede ser tarde.
enigma
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