Monday, July 25, 2016

¡CUÁNTO LOS QUISIÉRAMOS CON NOSOTROS!

Nos los han arrebatado en un ataque terrorista de los que ahora --desgraciadamente-- estamos acostumbrados a enterarnos, y por los cuales, debemos estar tomando consciencia y medidas de precaución.

Les hemos perdido en un accidente aéreo y se cuentan por cientos.

Nos dejan porque arriesgaron demás, o no se quisieron lo suficiente, y cayeron víctimas del crímen organizado.

Nos dejan luego de luchar con cuerpo y alma contra una cruel enfermedad, o de pronto, tan instantáneamente como un rayo, por una falla del corazón.

Son de todas las edades. Pero todos tienen una madre, un padre, hermanos, primos, tíos o sobrinos, algunos hasta nietos, y un grupo de amistades.

Son como nosotros, los que seguimos estando, los que aún quedamos. 

Pero todo quien llora la partida definitiva de uno de ellos, siente en lo profundo de su ser, cuánto los quisiéramos con nosotros. Cuánto daríamos porque las cosas hubiesen sucedido de otra manera.

Miro un retrato que pinté de mi padre. Me parece que me voy a encontrar con él. Que nos vamos a dar un apretado abrazo cual solíamos hacerlo, y que luego tendremos como siempre, aquellas largas horas que dedicábamos a "pasar revista al mundo", en un diálogo esclarecedor y fecundo.

¡Caramba, cuánto le extraño!

Pero cuánto extraño también a los amigos que se fueron, con quienes compartí miles de horas de vida, planes, ideas, iniciativas, acciones, en torno a un tema que nos fue común.

Y me digo sinceramente, en más de una ocasión, ¡cuánto me gustaría reunirme nuevamente con ellos! 

La historia no se repite. Quienes se fueron son insustituibles, únicos.

Nosotros también lo somos.

Tal vez por esta misma razón, y porque el tiempo corre y hasta apremia, es bueno que quienes podemos ser amigos, quienes podemos tratarnos de diversas formas, quienes podemos comunicarnos y reunirnos, lo hagamos. Y haciéndolo, valoremos a quienes aún están, a quienes aún nos acompañan en esta aventura de existir. 

Y nosotros mismos, nos demos generosamente en lo mejor que tenemos, para que también otros se sientan complacidos con nuestra existencia.

Para que cuando nos toque irnos, otros también puedan decir: ¡cuánto los quisiéramos con nosotros!.


 Estén atentos: pronto Compartiendo estará en YouTube
enigma
Textos protegidos por derechos de auto

No comments:

Post a Comment