Wednesday, January 6, 2010

EL DIA DEL GRAN MADRUGÓN

¡¡Llegaron los Reyes, llegaron los Reyes!!

Alborozo en toda la casa, niñas y niños que corretean alegres para encontrarse con sus juguetes, para ver si los Reyes llegaron y qué les dejaron. Y siempre les dejan algo más de lo que pidieron...

Hoy es el día del gran madrugón en toda América Latina. Nuestros infantes viven intensamente la expectativa de estos buenos reyes que les dejan sus regalos en la madrugada.

De noche les cuesta dormirse, porque sus corazoncitos laten más veloces...y de mañana, los mayores escuchan ya que hay ruido en la casa cuando apenas son las 5 o 6 de la mañana. ¡Ah, estos niños!!

Y ya nadie vuelve a acostarse, la excitación es tremenda, y ellos descubren con ojos azorados, y con enormes sonrisas todo lo que los Reyes les han dejado.

Oh! y tomaron agua, y los camellos se comieron los pastitos que les dejaron....

Maravilla de la imaginación, y del hermoso relato que se pasa de generación en generación.

Los Reyes Magos son reales. Ellos los vieron en la TV, los fueron a ver desfilar por la calle con sus camellos, o tal vez hasta los Reyes hicieron una visita anticipada por el barrio para recoger sus cartitas con los pedidos... Sí, son muy reales, y todos queremos que sea así.

Aún a los adultos nos gusta que los Reyes se acuerden también de nosotros y nos dejen algo. Nos gusta la sorpresa, nos gusta saber que alguien con amor nos ha querido dejar algo, y lo disfrutamos tanto como los niños.

En el fondo, todos llevamos un niño dentro, y no hay nada más lindo que cuando despertamos ese niño, cuando sentimos el valor del candor y la inocencia, y nos gusta que nos mimen un poquito más.

Por eso cada 6 de Enero tiene una poesía, un encanto, un algo especial y distinto a todos los restantes días del año.

Y aunque después andemos bostezando el resto de la jornada, porque igual nos toca trabajar como cualquier otro día --no estaría mal decretar feriado el 6 de Enero--- lo hacemos contentos porque nuestros niños nos han deparado una enorme alegría. Sus caritas felices son nuestra mayor recompensa.

También es cierto que este día en determinado momento, nos enfrenta a un dilema cuando nuestros hijos crecen y preguntan. Preguntan porque alguien les ha puesto una "mosca en la oreja", alguien ha querido arruinarles la fiesta, alguien creyéndose más "conocedor" que otros, les ha soplado la verdad detrás de la leyenda.

En su inocencia que aún conservan, y con cierta timidez, de pronto se animan a preguntar. Tienen dudas, aún quieren creer y les parece increíble lo que les han dicho, y es entonces un momento dificil para los padres, y de posible desilución para los pequeños que ya han crecido bastante. El tema fundamental es que no concluyan que no pueden confiar en sus padres porque les han mentido.

La clave es poner énfasis en la leyenda, en que ésta es muy antigua, y se transmite de generación en generación, y los papás de los papás de los papás, siempre contaron lo mismo, para hacer felices a los niños.

Y que lo que importa es que los papás les quieren mucho, y cuidan de ellos, y están con ellos cada día, y por eso también los regalos, que son expresión de cariño. Y esa conversación tiene que terminar con un gran abrazo y besos, y el niño o la niña, sabe más que nunca, que puede contar con sus padres, y que la leyenda es para los más pequeños. Ah, y que ellos ahora, deben guardar el secreto respecto de otros niños, y de sus hermanitos o hermanitas menores.

Entonces, los Reyes Magos sonríen felices, porque su retorno el año que viene, está asegurado.

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