PROFUNDAMENTE ARREPENTIDO

La palabra griega para “arrepentimiento” es “metanoeó”, que significa “cambiar de pensamiento”. Por lo tanto, el arrepentimiento es el acto de cambiar nuestra mente.

"El arrepentimiento es una sensación que se experimenta tras darse cuenta de que se ha cometido un error. Este sentimiento puede causar distintas emociones, tales como la culpa, la vergüenza o el remordimiento. Puede afectar a la persona en distintos grados, desde ser algo pasajero, sin mayores consecuencias, hasta provocar el suicidio del arrepentido." (de Wikipedia)

¡Calma!, nunca tuve pensamientos suicidas, pero sí estoy profundamente arrepentido, compungido, porque destraté a una persona.

Todo ser humano me merece respeto.

No puedo, no tengo derecho, a atropellar la persona, la dignidad de nadie. Y menos de alguien a quien quiero mucho.

Tal vez todo partió de un malentendido, o de tomar demasiado literalmente, y dar por sentado que cosas dichas por Internet, tienen igual valor que las cosas dichas de frente, y fundamentalmente vividas.

Ese fue un error conceptual garrafal, y me así de él para justificarme, sin darme cuenta que estaba totalmente errado, y aún más, que estaba traicionando mis más caros intereses, y mis propios y más intensos sentimientos.

Dije cosas fuertes e hirientes que nunca debería haber pronunciado. No las merecia en absoluto la persona que recibió el “chaparrón.”

En otras palabras me desubiqué por completo.

Y hoy me siento vacío, me siento mal conmigo mismo, como repudiándome, como dándome por la cabeza, por lo torpe que fui.

¿Qué puedo hacer para remediar todo eso? Poco y nada, como no sea apelar a la buena voluntad de la otra parte. Y si la otra parte está profundamente ofendida y no quiere saber más nada de mi, lo acepto, es totalmente mi culpa, y es el producto de haberme comportado mal. De haber cometido un error.

Lo lamentaré siempre.

Sólo tengo la muy muy leve esperanza, pero esperanza al fin, de que se pueda subsanar. De que tenga la oportunidad de borrar el desastre que hice, y proceder como corresponde, para que la otra parte se convenza de mi sinceridad, y de mi hombría de bien.



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