Sunday, June 20, 2010

RECORDANDO A MI PADRE (2)

Mi padre gustaba enormemente del fútbol. De joven lo había jugado y había sido dirigente de un club del cual yo conocí su insignia, que se llamaba Bremen.

De esos tiempos de su juventud me contaba de las tremendas rivalidades que había entre barrios, y de las peleas que ocurrían entre hinchadas de uno y otro barrio en algunas canchas.

Pero era un gran admirador de las grandes figuras del fútbol de aquellos ya lejanos tiempos. Anibal Ciocca, José Piendibene, el “vasco” Cea, Andrade –llamado por los franceses “la maravilla negra”—tío del también mundialista Rodríguez Andrade, José Nasazzi, "Perucho" Petrone, Héctor Scarone. Y más acá en el tiempo, Atilio García, Aníbal Paz, Tejera, Schubert "el mono" Gambetta,Obdulio Varela, el “Pepe” Schiaffino, y el caballero del arco: Roque Gastón Máspoli.

Mi padre pudo celebrar la alegría enorme que invadió a todo Uruguay cuando en 1950 se logró la hazaña de la clasificación en Maracaná.

Pero había otras áreas de mi padre, poco o nada conocidas por la gente que lo trataba a diario.

Del tiempo en que había sido gerente de un cine, él mismo había aprendido a armar y pintar los carteles de anuncio de películas.

Y esas capacidades las transfirió para pintar carteles políticos, algunos de los cuales merecieron haber salido publicados en el diario “Acción”.

Demás está decir que entre la conservadora Lista 14, de César y Rafael Batlle Pacheco, con su diario “El Día”, mi padre, fiel a sus ideales batlllistas, estaba con la 15, liderada por “el ciudadano”, don Luis Batlle Berrres, y su diario “Acción”. Más cerca del pueblo que nunca.

Pero había otro aspecto menos conocido de mi padre.Tenía gran habilidad para dibujar y pintar, y uno de sus entretenimientos favoritos era hacer modelos a escala. Para mi hermano, con planos que fue a buscar en las oficinas de la entonces AMDET, reprodujo exactamente a escala un autobús marca “Mack” de Estados Unidos. Los primeros que Uruguay conoció con el motor atrás.

El modelo funcionaba. Tenía un contacto que de noche permitía encender las luces interiores, y exteriores. Había pasajeros, el conductor, el guarda. Todos hechos a escala. Fue una obra maestra cuyo destino final lo desconozco. Cuando mi hermano sacaba a paser el bus por la vereda de la Avenida San Martín, la gente se paraba para mirar la maravilla. Hubiese merecido un lugar en un museo.

Luego a una prima, también toatalmente a escala, le hizo una casa de muñecas,espectacular, con sus ventanas, cortinas, muebles y aparatos eléctricos. Era una verdadera obra de arte.

Siempre le recuerdo, tomando medidas sobre chapas de madera compensada, y usando su sierra manual para cortar partes que después iba a encolar, con “cola de carpintero” que entonces se preparaba al baño maria.

Y tenia ideas para crear una especie de futbolito pero donde los jugadores se iban a mover desde sus puestos en forma más adecuada, y no sobre ejes. Nunca llegó a hacerlo, pero siempre insistía en que si hubiera tiempo lo hubiera hecho.

Hoy día, con la ventaja de los programas de gráficas para computación, hubiese sido un creador de juegos electrónicos, no me cabe la menor duda.

Así de especial era mi padre. Un hombre multifacético.

enigma

No comments:

Post a Comment