Simplemente..."HOY"

Canta Rosana Arbelo. Y creo que no necesito decir más nada.

La canción se llama "Hoy". Es linda, es divertida. Tiene un dejo de canciones de los años 1960, ya lo verificarán al escucharla.

A mi me gusta y por eso la comparto. Así de simple.

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CUANDO SE AMA...

Cuando se ama
Pero ama, de veras
El corazón manda

Cuando se ama
Se da todo de sí
Hasta las últimas consecuencias

Cuando se ama
No hay obstáculo
Que no se venza

Cuando se ama
Se va a la búsqueda
Del ser amado

Cuando se ama
No hay mayor felicidad
Que estar con el ser amado

Cuando se ama
No hay situación
Que no pueda cambiarse

Cuando se ama
No hay ninguna otra cosa
Más importante que el amor mismo

Cuando se ama
De la mañana a la noche
El ser amado está presente

Cuando se ama
Se gira como un planeta
En torno a ese amor

Cuando se ama
Se tiene un derrotero
Claro y definido

Cuando se ama
Se va en búsqueda
Del destino común

Cuando se ama
Se desea fervientemente
Vivir con el ser amado cada día

¡Cuando se ama!…
Claro, si no se ama
nada de esto ocurre

Si no se ama
el corazón
está muerto

Superficialidad
y erotismo
no son amor

Esas cosas se sienten
en lo profundo
sólo cuando se ama!...

Ahora, amiga, amigo
pregúntate
tú, ¿amas?

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LA SOLEDAD, LA RABIA Y EL AMOR

A las 7:53PM llegué a mi casa. Abrí la puerta.

Adentro, soledad y silencio.
No hay una voz que me diga:" ¡hola! ya llegaste, ¿cómo te fue hoy en el trabajo?"

Nada. Como la sequedad en el desierto. Como una espera con incertidumbre.
Nada. El silencio más abyecto y atroz se cierne sobre mi, como una niebla oscura y espesa.
Es la niebla del alma. Un alma por ahora solitaria.

Mis amigos, mis buenos, fieles, queridísimos amigos, están lejos geográficamente. Dos están en Florida, otro está en Utah, y apenas dos viven aquí en Virginia, y otro par en Maryland.

Los demás están desparramados por el mundo, por Italia, por España, por México, por Brasil, por Argentina, y fundamentalmente en mi nativo Uruguay.

Es duro, muy duro quedar solo. Y en esa soledad, quedar además sin amigos.

Surgen algunos nuevos. Hay personas que enteradas de mi situación, me están animando, me están rodeando, se están preocupando por mi. Son como nuevas flores que se han abierto en el jardín de la amistad. Y eso, ustedes lo saben, lo valoro enormemente.

Entretanto, hoy, este lunes 29 de marzo, me consume una impotencia que se transforma en rabia. La impotencia de no poder hacer nada a nivel personal para denunciar fuertemente la mentira, la hipocresía, la manipulación de la opinión pública, el ocultamiento de una verdad terrible: nos está cayendo una lluvia de partículas radioactivas producto del desastre nuclear japonés.

Y lo peor aún está por venir.

Hubo un mundo antes y uno despúes del terremoto y tsunami del 11 de marzo de 2011. Porque eso desató al jinete apocalíptico de la muerte que ahora, invisible pero letal, cabalga libre por el mundo.

Es increíble, es como un gigantesco sarcasmo, cuando el mayor problema mundial, cuando la razón fundamental ante la cual las potencias del orbe deberían acudir juntas a aunar esfuerzos, dinero y talentos, para resolver el problema de la contaminación nuclear, para de alguna forma cubrir rápidamente a esos reactores y evitar una catástrofe planetaria total y por cientos o miles de años, sólo se les ocurre reunirse para trazar planes militares y hacer de Libia el objetivo hacia el cual conjuntar sus fuerzas y capacidades. Como si Libia fuese una amenaza para todo el mundo.

El problema de los libios y entre los libios, es una gran máscara sucia por falsa e hipócrita, para distraer a las masas y no declararles la verdad. La contaminación nuclear avanza a pasos agigantados. Cada día será peor, y lo más tremendo aún no ocurrió pero potencialmente puede ocurrir en cualquier momento.

Estamos condenados a morir de algún tipo de cáncer, porque las partículas radioactivas en niveles que no hemos soportado antes, nos rodean, las respiramos, se precipitan a tierra con las lluvias, rocían las plantas que luego habremos de comer, las pasturas de que se nutren los vacunos cuya leche luego tomaremos.

Ya los mismos diarios lo proclaman, la radioactividad ha aumentado en todo Estados Unidos, de costa a costa.

Entonces salen por TV los tranquilizadores de masas, a decir “los niveles son mínimos, no ponen en riesgo la vida humana”. Sí, un riesgo inmediato, notoriamente registrable y visible, no. Pero ¿un riesgo a 5 años?, ¿por qué no lo dicen? Porque el pánico cundiría en el mundo, porque la gente se levantaría indignada de su modorra, y reclamaría de la pervertida clase política la responsabilidad que le cabe, no sólo por mentir, por ocultar, sino por venderse a las grandes empresas, a los consorcios, que compran conciencias para obtener fabulosas ganancias.

No hay país que esté exento de esa deplorable corrupción.

Pero nosotros, simples habitantes de este planeta, soportamos día a día las consecuencias.

Al menos, tomemos conciencia de cómo se nos escamotea la verdad, de cómo se nos miente, de cómo se disimulan los graves peligros, de cómo se nos quiere mantener calmos, de cómo el maldito petróleo y las petroleras, son más importantes que la salud y la vida de millones de millones de seres humanos.

Y finalmente, lo primero de todo: el amor. El amor hasta para terminar muriendo juntos pero abrazados.

El amor vivido a distancia, el amor vivido por la internet, el amor alimentado por el sueño de encuentros fugaces, pero amor sincero, profundo, intenso, transparente, ¡al fin!

Amor que es delicioso romance, y a la vez fuerte pasión. Amor que es la angustia de no poder concretarlo ya, y la esperanza de concretarlo dentro de no mucho tiempo.

Amor sí que muchos dirán “es inconveniente”, o “es complicado”, pero amor al fin.

Un amor que me ha sostenido en medio de mi soledad. Un amor que me alienta a vivir cada día, un amor que alimenta mis sueños y anhelos de un mañana acompañado, ya no más en soledad. Un amor generosamente derramado por una mujer pequeña en estatura, pero grande en humanidad.

Una mujer sensible, intelectual, trabajadora, poeta también, de carácter variable sí, pero, ¿quién es perfecto, siendo humano?, una mujer en fin, que ha conquistado a pleno derecho mi corazón.

Y lo ha conquistado porque ella me quiere intensamente, profundamente, auténticamente. Por eso lo ha conquistado. Porque sabe ser compañera, porque es digna, seria, respetable, honrada, noble, generosa, solidaria. Y si todo eso fuera poco, para mi, también es bella.

Y alguien me dirá…”pero situación complicada, difícil, búscate otra…”. Como si dejar de amar fuese tan automático como la llave de la luz, como si los sentimientos fuertemente arraigados en uno se pudieran aniquilar de un día para otro. Como si en vez de disfrutar la hermosura del amor, sólo se tratara de buscar lo fácil, lo más posible, o lo conveniente.

El amor no se planifica, no es una fórmula matemática, el amor es, el amor surge espontáneamente, emerge, se da, y se hace potente con el tiempo y el entendimiento, hasta que se llega al punto óptimo en que dos seres que se aman ya no resisten más estar separados.

El amor lleva con fuerza impetuosa, a que dos terminen siendo sólo uno.

¡Viva el amor, por siempre, y vivan los enamorados! ¡Viva la vida!

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Cuando la Música Dice Cosas Muy Profundas

Yo no la conocía, lo confieso.
Española, nacida en Islas Canarias el 24 de Octubre de 1963, formada en armonía y guitarra en Madrid, cantautora, tocaba guitarra desde que tenía 5 años.

Rosana Arbelo, lleva más de 6 millones de discos vendidos en todo el mundo, y ha dado más de 500 conciertos en España, Europa, América y Asia.

Casi que la acabo de conocer pues me obsequiaron con un CD de ella.

De ese CD he escogido una canción muy hermosa que se titula "Si Tú no estás Aquí".

Yo quisiera con ganas, que esa canción fuese la fiel expresión de lo que es capaz de sentir el alma de quien me obsequió el disco compacto.

O mejor dicho, que la canción interprete lo que esa persona esté sintiendo en este mismísimo momento. Les aseguro que me gustaría que así fuera.



Y yo por mi parte le dedico esta canción.



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UN FINAL CON PICARDÍA

Hoy pongo punto final a este ciclo que ha querido ser dentro de todo, un homenaje modesto y sencillo, a Vicente Fernández, exponente no sólo de la canción mexicana, sino del ser mexicano mismo.

Escribía hace dos días, que los mexicanos son románticos y apasionados.

No se necesita demasiado para descubrirlo en la cotidianidad. En parques y plazas, a plena luz del día, se ven a las parejas acariciándose, besándose con ganas, mimándose.

Tal vez eso expique en cierta medida por qué los mexicanos ¡son 112 millones!

Cuando leía las cartas de Jaime Sabines a Josefa Rodríguez (Chepita), pude captar muy bien cómo se sentía Jaime, lejos de ella, y amándola tremendamente, pero también, en una sola mención en todo el libro (lástima grande) las cosas que Chepita le llegaba a escribir a Jaime.

Y ¡caray! estos dos les ponian chile a sus cartas, pues varias de ellas tienen pasajes muy picosos, para decirlo en la jerga mexicana. O sea, las sazonaban con un ají bien picante que se usa en México, y realmente habían pasajes muy picantes, aunque dichos con suma discreción.

Entonces se me ocurrió que hay una canción de Chente, que tiene toda la picardía referida al sexo, y que les confieso, a mi me hace reir y la disfruto, tanto, que hasta me gusta cantarla. Porque después de todo, el sexo es un don de Dios en nosotros, y se ha hecho para disfrutarlo. Y porque en la vida no todo puede ser adusto, serio, formal.

Hay que soltarse, hay que bailar, cantar, gozar.

El video que ilustra esta canción no es el mejor.

Lamentablemente la compañía Sony tiene una deplorable política por la cual aquí en Estados Unidos --y tal vez en otros países-- no permite siquiera ver los videos. Cuando uno va en búsqueda del mismo en YouTube, sale un texto en pantalla que dice " This video contains content from Sony Music Entertainment. It is not available in your country. Sorry about that." Este video contiene contenido de Sony Music Entertainment. No está disponible en su país. Lo lamentamos". Sería mejor que Sony decidiera cambiar su imagen, pues no queda nada simpática.

Hay otro par de videos, en que la canción se escucha muy bien, aunque en vez de imagen, aparece el texto de su letra. Pero lamentablemente, en ambos casos, las personas que subieron esos videos no tienen suficiente cultura. Uno escribe "vello" en lugar de "bello", otro escribe "el silencio ronco", en vez de "el silencio rompo". ¡Qué tristeza me dan estas personas! Harían bien en tomar un diccionario o aleccionarse con alguien con suficiente cultura, antes de subir sus productos a YouTube.

Hechas estas aclaraciones, la canción se titula "Niña Hechicera".

He aquí su letra:

a los que se pregunten...
y a los que te pregunten
si aún tengo leña para tu hoguera
Cuéntales un poquito, no digas todo, niña hechicera

Diles que eres la cuerda, la cuerda que hace bailar mi trompo
yo te pido me perdones si emocionado el silencio rompo

Nada mejor que el compás de tu cadera
ni más bello que tus valles y tus volcanes, niña hechicera
Nada mejor que el vaivén de tu nuestros cuerpos
y no hay que decirlo todo, no sea que caigan de envidia muertos

A los que se pregunten y a los que te pregunten
¿cómo le hiciste, qué brujería?

Déjalos ver tus ojos que vean tu alma, amada mía
yo dejaré se asomen al gran amor que por ti yo siento
y te pido me perdones si enamorado al mundo le cuento

Nada mejor que el compás de tu cadera
ni más bello que tus valles y tus volcanes, niña hechicera
Nada mejor que el vaivén de tu nuestros cuerpos
y no hay que decirles todo, no sea que caigan de envidia muertos
no hay que contarles todo, no sea que caigan de envidia muertos
a los que se pregunten…

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VARIOS TEMAS y sobre todo GRATITUD

Hoy no puedo escribir de un solo tema, como pensaba en principio. Porque la vida es dinámica y hay cosas que cambian.

Entonces voy a escribir de varias cosas, que podrán parecer deshilvanadas, sueltas e inconexas, pero en realidad están vinculadas, pero no voy a explicar por qué.

Primero quisiera referirme a la autoestima. No es un defecto, es necesaria, y lógica. Emmanuel (Jesús) nos dio el mandamiento: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Si no nos amamos primero a nosotros mismos, no estamos en condiciones de amar a nuestro prójimo.
No hay que confundir una legítima y equilibrada autoestima, con engreimiento, con una exagerada tendencia a creerse superior a todos y a mirar a todos por arriba del hombro.
Pero la autoestima es necesaria, para que la vida no lo aplaste a uno, para que los demás no nos atropellen o nos deshagan. En suma: para hacernos respetar, y para hacer valer cuanto somos, sabemos, y podemos hacer creativamente.

Ahora quisiera referirme a la obesidad, un problema creciente a nivel de la niñez y adultos aquí en Estados Unidos, donde hay personas que terminan siendo verdaderos monstruos.

Muchos factores intervienen: genéticos en primer lugar, hormonales, pero…lo que se come, la falta de ejercicio, la vida sedentaria, y el estrés, son factores que contribuyen a la obesidad.

Si una persona tiene una mala dieta, no hace ejercicio, y vive estresada, no es extraño que tenga que lidiar con una tendencia hacia la obesidad.

Estar algo excedido del peso ideal, no significa por otra parte, estar obeso.

Hablo de una tendencia, que como tal –obviamente—puede revertirse. Demanda voluntad de hacerlo, esfuerzo, sacrificio y disciplina. No es fácil. Pero es posible, es alcanzable.

Cuando además se trabaja en un medio como por ejemplo la televisión o el cine, más razón hay para estar en línea. Las cámaras exigen buena presencia, y ya de por sí aumentan el tamaño del cuerpo, de modo que estar en línea –tanto para hombres como para mujeres— es una de las cosas que impone la propia tarea profesional.

Tomar conciencia de ello, y proponerse lucir bien es pues una decisión plausible e inteligente.

Finalmente, voy a referirme a algo muy personal: el insomnio Por cuatro noches no he podido dormir en paz, conciliar el sueño plácidamente.

He estado despierto hasta la una o las dos de la mañana, me he despertado a las 3 o las 4. Y cualquiera sabe el infierno que es no poder dormirse de vuelta aunque uno tiene conciencia de que necesita hacerlo. Y al otro día, con todo eso como lastre, ir a trabajar, y volver a no dormir bien….

Sé muy bien por qué me sentí así. Tal vez –sin querer— fue culpa mía.

A veces, como intelectual, “se me va la pluma”, y escribo un cuento, por ejemplo, que no agrada y me crea un problema porque he desagradado a alguien, y no era en absoluto mi intención.

Y sí, claro, un cuento es no más que eso. Ficción, ficción pura. Pero…hay quien de un cuento puede extraer conclusiones inapropiadas que rebotan en mi, y entonces, mi sueño termina alterado. Porque por sobre todo, me duele haber de pronto herido a alguien, que en manera alguna lo merece, sino todo lo contrario.

Creo que la tormenta ha pasado, quiero confiar que las aguas vuelven a la calma, y se está restableciendo la paz. Creo que esta noche podré dormir bien, por primera vez, en este quinto día…

Y finalmente me voy a referir a la gratitud. Hay que ser agradecidos por muchas cosas, por el amor del Padre Celestial que nos protege, cuida y guarda de nosotros cada día.

Por la salud, por estar enteros, por poder estar dinámicamente activos, por la vida misma, por las amistades, por amar, por quienes nos aman, por poder ser creativos, solidarios, por hasta experimentar circunstancias donde la telepatía se hace realidad.

Y tenemos que ser agradecidos a quienes han estado con nosotros “en las buenas y en las malas”, a quienes nos acompañan, a quienes sueñan, añoran, lloran y ríen con nosotros.

A quienes nos piensan cada día, y nos han dado horas de su vida, a quienes nos han hecho sentir felices.

Por eso, y siguiendo con el cancionero de Vicente Fernández, como conclusión de todos estos temas que hoy he tocado, es mi gusto compartir con ustedes esta música que lleva por título, simple pero significativamente: "Gracias".

El Chente la interpreta acompañado de una auténtica belleza mexicana como lo es Ximena Navarrete, de Guadalajara, Jalisco, quien fuera Miss México y Miss Universo 2010.

http://www.youtube.com/watch?v=G2THL93EIsg


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Canciones que dicen por uno

En estos momentos, estoy por terminar de leer un libro muy especial que me han obsequiado. Se trata de “Los amorosos” con textos del gran poeta mexicano Jaime Sabines. Sabines me ha deslumbrado por la fuerza de su decir, por su intensidad de sentimientos, por su romanticismo desbordante.

Ese libro tiene además, una dedicatoria que guardaré para siempre en mi corazón. Nunca tuve un libro con dedicatoria semejante.

El libro trata de las cartas que de novio, Sabines escribiera a Josefa Rodríguez, a quien cariñosamente llama Chepita.

Menciono este libro porque en una carta fechada el 11 de Mayo de 1950, Sabines le dice a Chepita:

“Te quiero con todas las partes de mi cuerpo, te quiero espantosamente, desoladamente, insoportablemente. Ya no puedo más. ¡Cómo es posible vivir sin ti! ¡De qué modo me eres necesaria, ineludible!

Y esto se conecta muy bien con la letra de una canción que hoy les presento.

Porque hay canciones cuyas letras dicen por uno, lo que uno siente, lo que uno tiene en su corazón, lo que uno quiere decirle a otra persona, especialmente a la persona amada.

A mi me pasa eso con esta canción, que es parte de un álbum de Vicente Fernández salido apenas el año pasado.

La canción se titula “Yo necesito de ti”.

Yo le dedico esta canción a una adorada chilanga, amiga del alma (a veces enojona) pero que sé que me quiere mucho, mucho, tanto como yo a ella.

Ahí te va, chiquita, y ¡pórtate bien! (como a veces Sabines le decía a Chepita).



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En el camino del "Chente"

En mi anterior artículo ya les he presentado a Vicente Fernández (alias "Chente") este extraordinario cantante, intérprete, productor y actor mexicano, surgido realmente de abajo, y que por sus méritos propios pudo alcanzar el pináculo

Me parece que su historia personal es muy meritoria.

Pero aquí no está por ella, sino por sus canciones, por lo que en ellas pone de sentimiento y lo en en ellas dice.

Se me ocurre que si quisiese interpretar el espíritu de los mexicanos, diria que son enamorados y apasionados. Son también variables en sus sentimientos, se van de un extremo a otro con facilidad.

De la alegría al llanto, del amor al odio. Parecería que faltase un poco mejor control en los sentimientos, pero sí, son tremendamente sentimentales, y eso se traduce en sus canciones. Especialmente, aunque no exclusivamente, en los boleros.

Vicente Fernández, para seguir con el orden que me impuse en mi primer escrito, ayer, nos deja hoy una canción romántica, que lleva por título ."Te quiero sólo a tí"

Aqui les va! (como dirían en México).



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¡UN CHARRO DE LEY!

Era Noviembre de 2008, cuando me encontraba coordinando un seminario para periodistas, sobre temas de salud, en Puerto Vallarta, México.

Como parte del programa, había una “noche mexicana” en que compartimos momentos de sociabilidad en tanto pudimos deleitarnos con música ranchera, los famosos corridos mexicanos, a cargo de un grupo de 12 mariachis.

Entre esas músicas estuvo una que la cantaron a viva voz todos los mexicanos presentes, más algunos otros colegas que la conocían: se llamaba “El Rey”. Yo quedé impresionado por la popularidad de esa canción y luego pregunté quién la cantaba, y me dieron el nombre de Vicente Fernández.

Debo confesar que mientras viví en Uruguay jamás escuché el nombre del Chente, y no ha de sorprender que tampoco lo hubiera escuchado en Estados Unidos.

A partir de ese momento, traté de averiguar acerca de este cantante, que hube de reconocer sigue en el presente, la legión de grandes cantantes que han hecho famoso a México, comenzando por el charro por excelencia, Jorge Negrete, quien fuese elegido por el pueblo mexicano como su emblemático ídolo, al celebrar esa nación el Bicentenario de su independencia.

Hoy disfruto plenamente las canciones de Vicente Fernández. Me gusta su estilo, romántico a veces, dramático otras, y pícaro en otras ocasiones.

Vicente Fernández Gómez (nacido el 17 de Febrero de 1940 en Huentitlán El Alto, Jalisco) es cantante, productor y actor. Conocido como Chente (apócope de Vicente) o El rey de la canción ranchera, Vicente Fernández, que comenzó su carrera cantando en la calle y recogiendo monedas, ha llegado a ser un icono de la cultura mexicana, grabando más de 50 álbumes y contribuyendo con papeles en muchas películas. Él es el padre del popular cantante Alejandro Fernández, y de Vicente Fernández Jr.

Vicente Fernández tiene su rancho y su empresa de forrajes para animales.

Hoy quiero comenzar a compartir con ustedes algunas de las canciones que más me gustan de Vicente Fernández. Y como corresponde, lo voy a iniciar con “El Rey” donde van a apreciar la potencia de su voz, cuando era jóven.

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No lo sé....

Amiga: gracias por escribirme.

No lo sé. Yo creo que hay relaciones que se ahondan tanto que se transforman en indestructibles, son capaces de resistir terremotos y tsunamis....que a veces ocurren en las relaciones humanas.

Amar se ama con todo el ser, a fondo! Cuando se ama verdaderamente, se "muere en la raya" como dicen mis amigos mexicanos. Yo soy de esa clase de personas. Pero eso exige reciprocidad.

Por otro lado, no es dejar de un día para el otro aquello que ha estado ocupando nuestro corazón, pero la realidad dura, inflexible, impone una situación, y cuando hay que modificar esa situación, es justamente cuando surgen escollos que no permiten cambiarla en el tiempo necesario. Esperar...no es mi alternativa mejor.

Si además, luego de esperar, me aguardara la certeza total y absoluta de una realidad nueva, creo que sí, que tal vez estuviera dispuesto a soportar dos años más de soledad, que claro, tendría que matizar con encuentros esporádicos para hacerla más liviana.

Pero si ni siquiera se me da la certeza total y absoluta de que habrá definitivamente un cambio, entonces esperar es una apuesta al vacío, y yo no me puedo dar ese lujo. No tengo 40 años, lamentablemente!

Gracias igualmente por la inquietud y especialmente por la solidaridad. Eso lo valoro mucho. Por eso justamente está este blog que he titulado "Compartiendo". Gracias por estar allí, y aqui.

Lo mejor para ti!

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La soledad me destroza

El mes próximo –y falta poco para eso—se va a cumplir un año que estoy solo.

Yo que jamás lo estuve en mi vida, tengo que sobrellevar esta pesada carga que se me hace agobiante, y ya a esta altura me está llevando al límite de lo realmente soportable.

La soledad no es buena compañera, y es peor consejera.

Me lleva a pensar cosas que no quisiera, y de pronto a escribir cosas que tampoco quisiera.

Me lleva a sentirme apesadumbrado, a perder el sabor de vivir, a angustiarme inútilmente, pues no es por esa vía que encontraré la compañía idónea que necesito.

Soy un hombre en búsqueda. Claro que eso no quiere decir que no sea extremadamente selectivo, que pudiera aceptar cualquier cosa, que me conformaría con estar acompañado no importa con quién. No, absolutamente no.

Tengo mis parámetros muy claros de lo que quiero hallar, y no cejaré hasta que lo halle.

Sinceramente, creí haberlo hallado, y estaba feliz con una perspectiva que podría haber cambiado mi vida en este mismo año. Pero esa perspectiva se frustró. Al menos momentáneamente no es viable, y quién sabe si lo sería de aqui a dos años.

Y dos años más es demasiado tiempo para mi. Tiempo en perspectiva de mi vida, y tiempo para seguir estando solo. No. No puedo, y lo lamento tremendamente, porque la idea de un futuro proximo, diferente, me complacía sobremanera. Pero sé que no puede ser.

Entonces aqui estoy, solo sin querer más estarlo. Solo pero al acecho, aguardando que aparezca ese alguien “que me quiera querer” (como dice la canción), y por quien yo daría lo que me resta de vida.

Sé que no es facil, pero tampoco imposible.

De cualquier manera, esos sistemas organizados de selecciones por internet, no funcionan para mi, y no son mi manera de seleccionar ni elegir. Prefiero la espontaneidad de situaciones reales, donde existe la oportunidad de conocer a personas en forma directa.

En fin.

¿Por qué comparto esto con ustedes? Simplemente para que lo sepan, como he compartido tantas otras cosas con ustedes.

No tengo misterios. Soy liso y llano.

Si alguien quiere ayudarme en mi búsqueda, será bienvenido, bienvenida!

Desde ya, gracias desde el fondo de mi corazón.



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NUNCA DE NOCHE... (o el sacrificio propio por la felicidad de otros)

Sé de lo que hablo.

Lo sé muy bien.

Lo he hecho por dos veces a lo largo de mi existencia, y estoy por hacerlo una tercera.

Alguien podría gritarme en la cara: "¡eres un tonto, no eres feliz porque no quieres, porque tú mismo te cierras tus caminos!. Aprende a vivir sin miedo, goza de la vida que es corta, preocúpate por ti y no por los demás."

Pero no puedo...es más fuerte que yo.

Cuando tuve muchos menos años que los que ahora tengo, hipotequé la felicidad propia, en aras de la tranquilidad y la felicidad de mi hijo. Y me siento orgulloso y en paz de haberlo hecho.

Más adelante, cuando mi hijo creció, maduró, y formó su familia, podría haber elegido un camino de libertad que me abriera paso a mi mismo para reestructurar mi vida, pero entonces, pensé que no tenía derecho a provocar un dolor profundo en nuestros mayores, en quienes me dieron la vida. Y por ellos, acepté continuar en una situación de vida que me era gravosa.

El Ser en Si, puso fin a esa situación de una manera que yo no esperaba.

Hoy, en mi forzada soledad, ansío y busco --tal vez algo tardíamente pero todavía a tiempo-- rehacer mi vida, reestructurarla sobre bases diferentes, conviviendo con alguien que acepte y quiera ser mi compañera por el resto de mis días.

Creí haber hallado a esa compañera, a alguien formidable, en muchos sentidos alguien fuera de serie, una persona y una personalidad estupenda, que aún con sus defectos que los conozco bien, sin embargo, excede lo que promedialmente se puede encontrar por ahí.

No obstante....soy consciente de que esa persona tiene una situación que es compleja de momento, y finalmente yo no quiero ser un motivo de desdicha personal, no quiero ser la razón por la cual la mitad de su ser se vea enfrentada a su otra mitad, o sea, no quiero que sobrelleve un conflicto interno.

Pero además de eso, hay un par de seres tiernos y dulces que la necesitan, y que tienen derecho total a vivir en un hogar con la misma estabilidad que yo le dí a mi hijo en el mío. Y sé que eso le significa a ella su propio sacrificio.

Y por la felicidad de ellos, siento que una vez más estoy llamado a postergar mis ansias, anhelos, sueños, expectativas, desvelos, planes y proyectos de futuro. En una palabra, el legítimo derecho a mi propia felicidad.

Pero es más fuerte que yo. No puedo hacerlo al grave costo de terceros.

Entonces, otra vez, la tercera en mi existencia, estoy dispuesto a sacrificarme para que otros sean felices.

¿Cómo se llama esto? Esto se llama amor, en su acepción de amor "agape", o sea, amor que da de si mismo por los demás, amor que se sacrifica por los demás, a costa del propio dolor.

No lo hago esperando ninguna recompensa, lo hago simplemente por una cuestión de consciencia y responsabilidad.

Lo hago también, por amor a ella, y estoy seguro que lo entiende.

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