Me refiero a una familia
sencilla y básica, una mujer, un hombre y sus hijos.
Personas que trabajan, personas honestas, dignas, que se preocupan por alimentar, vestir, educar y mantener a todos sanos.
Una familia que disfruta estar juntos, hacer picnics, ver una película o ir de vacaciones.
En otras palabras, una familia común como millones de millones de familias en todo el mundo, con cohesión interna. Un bien estructurado grupo humano.
No estoy idealizando la familia. Hay problemas, puede haber discusiones entre la pareja o con los hijos, pero si hay amor, amor verdadero, todo puede superarse, perdonarse y es posible restablecer una relación de paz duradera.
Ahora, personas que trabajan en las sombras, movidas por propósitos ideológicos, están tratando de destruir a la familia. Intentan minar el cerebro de sus hijos, creándoles la duda de quiénes son y de cómo nacieron.
Les dicen que podrían ser del otro sexo si así eligen serlo. Se ocupan de la
forma en que visten o se cortan el cabello, haciendo que se vistan con ropa que
pertenece al otro sexo.
Les dan a sus hijos folletos con textos e imágenes que hablan explícitamente sobre el sexo y las relaciones sexuales. Y esto no es material para niños de once o doce años. Este es un material producido para niños pequeños.
Les dan a sus hijos folletos con textos e imágenes que hablan explícitamente sobre el sexo y las relaciones sexuales. Y esto no es material para niños de once o doce años. Este es un material producido para niños pequeños.
Llevan a un aula a un hombre y una mujer desnudos y luego les muestran a los niños de 6 o 7 años cómo la pareja hace el amor, cómo realizan el sexo.
¿Pueden imaginarse?
Y los padres no son consultados sobre eso. Los padres no son respetados como tales, los padres son soslayados y humillados, son dejados de lado deliberadamente.
Como si sus hijos no fueran suyos, como si no tuvieran derechos sobre sus hijos, como si lo que pretende ser enseñado a sus hijos está fuera o más allá de su legítima preocupación.
Bueno, padres, estén más que alertas. Defiendan a sus hijos, porque son vuestros. Defiendan a su familia, ese grupo humano que decidieron formar y que les pertenece intrínsecamente a ustedes.
No permitan que nadie, bajo ningún
pretexto, interfiera, colisione o les ponga fuera de sus responsabilidades como
padres, para que puedan tomar a sus hijos por asalto y finalmente robárselos.
Es como un secuestro organizado premeditado, planificado y ejecutado de sus
hijos bajo el pretexto de "educación".
La familia es un tesoro a cuidar, preservar y defender. Nadie tiene el derecho
de destruir esa unidad humana esencial que es la base de la sociedad.
Porque, una familia desconectada y destruida, es el colapso total de la
sociedad y la vida de los humanos como tal.
No hay imagen más bella que la de una familia unida disfrutando de la vida
juntos.
¡Que esta sea vuestra experiencia y vuestra vida!
Milton W. Hourcade
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