Monday, December 29, 2014

EN EL AÑO NUEVO, CONCRETAR REALIDADES

Ya lo  he dicho, el año nuevo es como un libro con 365 páginas en blanco. ¿Cómo las llenaremos con nuestros sentimientos, pensamientos, y acción? 

Acá en EE.UU. suele hablarse de las "resoluciones" para el nuevo año. ¿Qué hemos ya resuelto hacer, y ser?

Una amiga, escribió hace tiempo una reflexión que tituló: ¡Qué hermoso es soñar!, y decía así. 

Que hermoso es soñar!... desear... imaginar... cerrar los ojos y creer que existe en verdad esa posibilidad!... que si extendemos nuestras manos, podríamos tal vez llegar, y alcanzar!... sensación mágica, íntima, y espiritual: querer con todas tus fuerzas!... volar, y sumergirse en la firme idea del "algún día será!"... es la esperanza un aliento que siempre ayuda a continuar...
Pero soñar, también duele... mucho... te aleja de la realidad, te desconecta... no te permite apreciar y aquilatar, porque tu mirada está en otro punto que no es fácil tocar... y cuando termina el día, se te hace un nudo en el estómago: te das cuenta que sigues aquí... que no ha cambiado nada... que todo sigue igual... aprieto mis puños, y respiro hondo, ya cansada, porque hay que aceptar que hay cosas que no dependen de mi, que no decido yo, porque el destino, porque la vida, porque no soy Dios!, y así, me quito un gran peso de encima, y entierro más mis pies... pero, al llegar las estrellas...ahí voy otra vez: a soñar!...

Desde lo más profundo, pienso que el nuevo año no puede pasarse en proyectos, en cosas pendientes, en asuntos sin resolver, en cuestiones postergadas ad infinitum. Por el contrario, tiene que ser el momento de tomar decisiones con coraje y valentía, y de concretar realidades.

Soñar, anhelar, suspirar por algo, es un ejercicio muy humano, y necesario. Pero soñar no es suficiente, no basta. 

Cierto que hay muchas cosas que no dependen de uno, pero muchísimas otras sí, y lo que se requiere es la voluntad firme de llevarlas a cabo, de hacerlas realidad. De que el sueño deje de ser sueño y se concrete en hechos.

Todo puede cambir. Nada tiene por qué seguir siendo igual. Ese es un fatalismo del que es necesario despojarse. 

Está bien que "al llegar las estrellas" soñemos. O más bien, pergeñemos con nuestra mente y corazón lo qué queremos.

Pero  al otro día mismo, al despuntar nuestra más grande estrella, el Sol, tenemos que disponernos a que el sueño no quede en tal.

Eso significa voluntad, decisión y acción. 

Y eso tendrá la virtud de generar un cambio sustancial en nuestra vida que puede abrirnos perspectivas inimaginables, y darnos las más grandes satisfacciones, y hacernos sentir que estamos tocando una realidad maravillosa, y ¡ser felices!

Atrás las noches con no más que sueños. Atrás hundir los pies para enterrarse en una realidad agobiante ya no más deseada ni querida. Atrás la indecisión, las dudas, el tormento.

En el Año Nuevo: ¡Vida Nueva!

enigma
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Friday, December 26, 2014

LLEGANDO AL FINAL Y PRONTOS PARA EL INICIO


Llegamos al final del año, y nos aprestamos para iniciar otro.
Hora de balance, que dijera un amigo. 

Un balance donde debemos poner todas las cosas positivas que nos ocurrieron, y todas las negativas, y ver qué pesa más.

Un balance en el cual tenemos que hacer también introspección, y pensar en nosotros mismos, ¿avanzamos o retrocedimos como seres humanos, en nuestra calidad de tales, en nuestro relacionamiento con nuestros congéneres, en nuestra inserción en la sociedad y nuestra visión del mundo?

Sí, ya sé que muchos ni siquiera se hacen estas preguntas. Simplemente se dedican a pasarla bien con la familia o amistades, festejar, --un pretexto para comer y beber demás-- y entran al nuevo año, insensiblemente, como una rutina.

Pero esa no es la forma válida y provechosa de despedir un año y de iniciar otro.

Porque del análisis y evaluación que hagamos de lo vivido, es de lo que dependerá nuestro proyecto de vida para el año a iniciarse. ¿Qué cambios haremos, qué objetivos perseguiremos, cuál será nuestra ruta, cómo intentaremos crecer? ¿Haremos nuevas amistades, o estaremos dispuestos a perder las que tenemos? ¿Nos esforzaremos por ser confiables y buscar caminos de entendimiento, o seremos tercos, tozudos, y anegaremos en la incomunicación? ¿Elaboraremos proyectos donde demos cabida a otros, o seremos exageradamente individualistas?

¿Y qué de nuestra relación familiar? ¿Y qué de nuestros mejores sentimientos, el mayor de los cuales es el amor?

¿Y qué de nuestra progresión espiritual, de la búsqueda de armonía y de la paz creativa, en lo personal y en relación con todo cuanto existe, con un sentido plenamente holístico?

¡Vaya que el Año Nuevo nos plantea hermosos desafíos, y una página en blanco para escribirla con lo mejor de nuestras vidas!

Mi deseo sincero y ferviente es que para todas y todos ustedes, 2015 sea un gran año en vuestras existencias.


enigma
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Monday, December 22, 2014

¡QUE LAS FIESTAS SEAN REALMENTE FIESTAS!

Llegan Navidad y Fin de Año, y algunas personas parecen enloquecer.

Les ataca la fiebre de comprar regalos, y como desesperados hacen fila en negocios, andan con sus vehículos disparando, agotan sus tarjetas de crédito, se estresan tontamente.

Luego, si la paciencia les da para adornar la casa por fuera y por dentro y armar el arbolito, agotarán sus energías físicas haciéndolo.

Por último, con las comidas que adquirieron más las preparadas, pondrán una mesa donde seguramente abundarán las bebidas refrescantes con mucho azúcar, comerán demás, beberán en exceso alcohol y culminarán teniendo un accidente si conducen ebrios, o si alguien sobrio conduce, al otro día se levantarán con terrible dolor de cabeza, de estómago, un malestar general.

Eso sin contar con que alguno de los niños se quemó --por suerte fue sólo en la mano-- pero hubo que llevarlo de apuro a un hospital, para que le limpiaran la herida y le curaran. Todo gracias a jugar con materiales explosivos.

¡¡Vaya fiesta entonces!!  Y esto que digo para Navidad, puede --con excepción de los regalos-- repetirse en la noche de Fin de Año a Año Nuevo. Donde además de los petardos, cohetes, bombas y fuegos artificiales, una vez más una opípara mesa hará que se coma en demasía y se beba sobrepasando límites aceptables.

Pero --más allá de la tremenda comercialización y la desfiguración total de lo que significa la Navidad-- ¿qué sentido tiene que hagamos todo lo descrito arriba?

Navidad es símbolo de humildad, de sencillez, de pobreza.

Navidad es la celebración del nacimiento de Aquel que viene para cumplir en su persona, la voluntad total del Ser en Sí que nos creó, y mostrarnos un camino de vida, plena, auténtica, vibrante, sensible, llena de amor, de compasión, de perdón y de fé. 

Todo lo que hacemos ahora, no tiene nada que ver con la auténtica celebración de ese nacimiento. Menos aún con quien nació: Jesús.

Pero por otra parte, tenemos que saber tener la auténtica alegría que surge de festejar un hecho grandioso en la historia de la humanidad. Sí, está bien que festejemos, y que con esa alegría compartamos nuestra mesa, y bebamos en Su honor.

Pero se requiere que el festejo esté nutrido del sentido mismo que le da su origen, y que al hacerlo, seamos sobrios en el comer y en el beber. Es por nuestra propia salud. Porque no le hace bien a nuestro cuerpo indigestarnos, y tampoco le hace bien la ebriedad. El organismo sufre con el exceso de alcolhol, y esta misma condición puede dar lugar a situaciones lamentables, como peleas, reyertas, heridos, muertos, y accidentes de tránsito.

Y cuando al día siguiente de las fiestas leemos la crónica policial, nos podemos preguntar con toda razón: ¿y es esto festejar? ¿estas son fiestas?.....

Un sentido justo de crítica nos llevará a pensar que constituyen la más grande estupidez que pueda cometerse.

Así que amigas y amigos, yo les deseo a todas y todos ustedes Muy Felices Fiestas. Pero que realmente sean tales, y no una suma de errores que culminen de la peor manera.

Cuiden su salud. Cuiden a sus niños. 

No se afanen por comprar, porque el mejor regalo es el amor que ustedes pueden brindarse entre sí y a todos sus seres queridos. 

Y tengan claro lo qué se celebra en Navidad: ¿quién nació y en qué condiciones se dio su nacimiento? He ahí el mensaje que nutre la celebración de Su venida. 

Y los cuidados propios con la comida, la bebida, y la pirotecnia, ténganlos también en la celebración del Fin de Año y la llegada del Año Nuevo.

A lo del título.


enigma
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Thursday, December 18, 2014

AL TERMINAR EL AÑO




Es tiempo de Navidad. Se acerca el fin del año, y el comienzo de uno nuevo.

Momento de pausa, para pensar qué ha sido el año que se va, qué logramos, que nos quedó sin poder concretar. Cuántos aciertos tuvimos, y cuántos errores cometimos.

Cuántas nuevas amistades hicimos, y cuáles fueron las que perdimos.

Cómo nos relacionamos con los seres que queremos, dentro y fuera de la familia.

Pero por sobre todo, y para quienes gustan de mirar las estrellas, y dialogar con el Cosmos, hay una estrella en particular, invisible a los ojos, pero observable con el corazón. La Estrella, que indicó el nacimiento de Jesús. Ejemplo de vida para todos, en todos los tiempos y lugares. 
El ser humano por excelencia y en su cabalidad. Tal vez por eso, tenía la presencia divina de que muchos carecemos.

Si volvemos a leer Sus palabras, tal vez nos demos cuenta que 2015 puede ser la gran oportunidad para vivir una mejor calidad de vida personal.   

Para ser mejores nosotros mismos y para otros. Para que seamos una estrella para todos quienes tomen contacto con nosotros. 

Para que irradiemos paz, esplendor y aportemos a la existencia, nuestro esfuerzo, nuestro trabajo, nuestra capacidad de análisis, nuestra inteligencia, nuestro pensamiento más esclarecido, y por sobre todo Amor.

Siempre en bien de todos.

Sean estos los más sinceros deseos de mi parte, para todos/as y cada uno/a de ustedes. 

 
enigma
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Tuesday, December 16, 2014

EL USO INTELIGENTE DE LOS MEDIOS SOCIALES



Dado que existe la Internet como formidable herramienta de búsqueda, investigación, información y comunicación, existen también los llamados "medios sociales", lugares de encuentro de la gente, lugares de expresión de nuestros pensamientos, gustos, deseos, aspiraciónes, sentimientos, etc.

La lista de dichos medios sobrepasa largamente los cien. Confieso que para mi la mayoría de ellos son absolutamente desconocidos.

Pero todos conocemos y estamos familiarizados con Facebook y Twitter.

Hay gente que los mal utiliza para escribir zonceras, o peor, para usar un lenguaje soez y repugnante, y dedicarse a intercambiar insultos del más grueso calibre, por seudo-patriotismo, por hinchismo político o futbolístico. Y si bien la libertad de expresión es un principio fundamental a resguardar, esa misma libertad exige un ejercicio responsable de ella. El abuso y la corrupción de ese derecho, culminan por dar razón a quienes lo quieren restringir.

Otras personas, hacen un uso adecuado de dichos medios; dan a conocer información válida e importante, --especialmente organizaciones-- y/o su actividad, unas vacaciones, fotos de lugares visitados, una película o música preferida, etc. Y a veces, reflexiones o reacciones frente a hechos que hasta conmueven la opinión pública.

Un Tweet tiene la finalidad de alertar, advertir, o decir algo rápido, breve y al momento, sobre lo que está sucediendo en un lugar, convocar a encontrarse para algo, o bien opinar.

Como medios de comunicación --porque eso es lo que son-- podemos compararlos a una vía de transito. Son de ida y vuelta. Y normalemente eso es lo que ocurre. 

Cuando se dice que un Tweet o algo en FB se convirtió en viral, significa que de golpe muchas personas --en cantidades de miles-- lo han reproducido, contestado, discutido, comentado, etc.

Esa es después de todo la virtud de estos medios sociales.

Quien los usa tiene que tener claro que aquello que escribió está allí, exponiéndole públicamente. Dando una imagen de quién es, cómo siente, piensa o reacciona. 

Pero al hacerlo, está asimismo dando pie para que le contesten, compartan lo dicho, o se lo discutan, rebatan y hasta le ridiculicen o le pongan en evidencia. Son los riesgos que hay que asumir conscientemente.

Nadie está libre de que le critiquen lo que puso. Todos los que usamos esos medios estamos expuestos hasta a la diatriba.

Por lo tanto, un uso sabio, inteligente de los medios sociales, es en primer lugar, callar aquello que nos puede perjudicar decir. En otras palabras cuidar nuestra imagen pública.

Hay personas que pueden darse el "lujo" de escribir lo que se les antoje, porque les conoce el reducido círculo de sus amistades, y algunos que salen a llevarles la contra.

Pero quienes tenemos una vida pública, por ser profesionales en algún área, y por trascender con nuestro trabajo al público, tenemos justamente que cuidar nuestra imagen.

Así que pensemos o sintamos de pronto simpatía o antipatía por algo, debemos pensar tres veces si nos conviene decirlo o callarlo, o si lo vams a decir, cuál será la mejor expresión que debe adoptar.

Podemos sin querer "meter la pata". Siempre tenemos la posibilidad de corregirnos. De aceptar que estuvimos errados. No pasa nada. También eso hay que aceptarlo como "ley de juego".

Pero sobre todo, insisto, esos medios nos exponen. Hacen que muchos otros conozcan nuestra manera de ser, finalmente. Y por eso, hay que cuidar la imagen que proyectamos.

Personalmente puedo decir que me place mucho estar en Facebook, donde acordamos o discrepamos con amigos sobre diversos temas. Siempre con respeto, aunque a veces, hasta con bastante dureza. También he debido soportar agravios, y he tenido quienes me han defendido. Esas cosas pasan, y tenemos que tener clara conciencia que es parte de cómo funcionan estos medios.

Twitter no me convence tanto, a pesar de que estoy en dos lugares. No me gusta su límite de 140 espacios. Me parece que hay que tener más flexibilidad. No me agrada que sean sus administradores quienes decidan qué fotos o imágenes pueden aparecer y cuáles otras sólo figuran como mencionadas y uno tiene que hacer un click para verlas.

Pero de cualquier manera cumple su función. Mayormente lo uso para comunicarme con gente amiga, a veces para criticarles algo, otras para aplaudirles y estimularles, y para anunciar lo que escribo en este y otros blogs.

Eso sí, no estoy dedicado buena parte de mi día a ninguno de ellos. No me absorben, no me quitan el sueño, y no me importa buscar tener miles de "amigos" (y lo pongo entre comillas porque si son miles, no son realmente amigos, sino simples seguidores). Me basta tener unos pocos, pero buenos, y vincularme con instituciones que me interesan.

Hay gente --especialmente los adolescentes-- que a su edad, se pasan horas en Facebook, Twitter, u otros medios similares. Intercambian fotos, mensajes, planes para encontrarse, chistes, romances, desnudeces, y hasta hacen bullying, lo cual es ciertamente reprobable.

Pero las personas adultas, considero que tenemos un uso más moderado, y más ponderado de estos medios sociales. Algo más propio de nuestra edad. 

Como sea: cuidar la imagen pública, es el principio señero que debe guiar lo que exponemos y cómo nos exponemos en esos medios. Esto pienso.
 enigma
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Sunday, December 14, 2014

LOS CAMINOS ABIERTOS DE LA COMPRENSIÓN


Va culminando el año. Se nos va otro año más de vida.  Tal vez es el comentario general: ¡qué rápido pasa el tiempo!

Se diría que la Tierra está acelerada sobre su eje, y que ahora no se vive con la parsimonia de décadas atrás. Y tal vez hay una natural aceleración del tiempo.

Pero mucho más que eso, estamos atiborrados de trabajo, de problemas familiares o personales, económicos, de relaciones, de la fiesta que tenemos que sufragar, de los regalos, de los saludos a intercambiar....y ¡uffff! no se termina. 

Más bien que terminar el año, pareciera que el año termina con nosotros.

Se necesita urgentemente, imprescindiblemente, hacer un alto. Abrir un momento a la serenidad, echar fuera ese demonio del reloj y todos los compromisos, y en diálogo con la naturaleza y el Ser en Sí, volver sobre nosotros mismos. 

Respirar hondo, relajar nuestro cuerpo, descansar, sentirnos como flotando en el agua, o como cuando tirados sobre el césped, nos acaricia una ligera y tibia brisa... 

Sí, eso necesitamos, necesitamos "recargar baterías"... Y luego de pasar un par de días así, volver a la rutina --tal vez mañana lunes-- con renovado espíritu, con ganas de "prenderle duro" a más de un proyecto, de solucionar asuntos pendientes, y de quedar sin un expediente sobre el escritorio, para empezar 2015 a fojas cero.

Sí, ya sé que las cosas de un año se arrastran al siguiente, que hay asuntos pendientes que no se solucionaron, y que hay proyectos que plasmarán justamente en el nuevo año. 

Pero ahora, paréntesis, punto neutro, fuera las tensiones, fuera el estrés, fuera todo tipo de amargura, resentimiento, mala onda. A mejorar la vibra, a sentirnos renovados, a abrazarnos con quien hace rato casi no nos tratamos. 

Es hora de juntar corazones, es hora de festejo, de alzar copas, de hacer brindis, de desearnos de verdad lo mejor, y de quererlo vivir así.

Porque siempre están abiertos, y si no, hay que abrir los caminos de comprensión. Entender que el otro o la otra es tan humano como uno. Que puede equivocarse --y a veces muy feo-- respecto de algo, pero que no es esencialmente un/a villano/a, una mala persona.  

Puede estar errada, equivocada, comprimida en una situación que no le deja salir de ciertó corsé que le han metido, pero hay que superar esas cosas.

A veces, una mirada, una simple sonrisa, un acercarse con un apretón de manos o un abrazo, una frase estimulante, son la sencilla llave para abrir el camino de la comprensión.  Un camino transitado mutua y recíprocamente, en ambos sentidos. Un camino de ida y vuelta. De toma y daca. De va y viene.

Y andando en ese camino de comprensión, es ciertamente posible ir aspirando a que 2015, sea mejor que este año que ya se termina.

Al menos yo, lo voy a intentar todo cuanto pueda. ¿Y ustedes?

enigma
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Thursday, December 11, 2014

"NO NOS CANSEMOS DE HACER EL BIEN"

Mi padre era agnóstico, y en mi casa no había una Biblia. No se hablaba de Dios y el tema de la fé era algo desconocido.

Pero cuando yo tenía 18 años y estudiaba en el pre-universitario, tuve el privilegio de tener como profesor de literatura a un gran erudito literario (especializado en Shakespeare) que era Emir Rodríguez Monegal, uruguayo que se radicó por muchos años en Londres.

Y fue él quien me hizo comprar una Biblia, porque como ejemplos de poesía, nos mandó estudiar un salmo, y como ejemplo de prosa, el Sermón del Monte.

Confieso que la lectura del Sermón del Monte me produjo un inmenso impacto. He aquí este hombre Jesús planteando y desafiando a cosas muy altas, o muy difíciles, pero levantando la mira de la mediocridad, y apuntando a una unidad con Dios, a una vida diferente al común de las gentes, con valores fundamentales.

El tema de la fé entonces me intrigó, y coincidió que saliendo del instituto donde estudiaba, una mañana, veo unos carteles que anunciaban una "campaña de evangelización con el Rev. Oswald Smith en el Palacio Peñarol" de Montevideo.

Estimulado por la curiosidad, coordiné con un amigo y compañero de estudios y fuimos tres noches seguidas a escuchar a este predicador canadiense que apelaba a tomar una decisión de fé.  Y finalmente tomé mi decisión, pero no pasé al frente. La hice desde mi asiento, y al día siguiente fui a una iglesia evangélica que quedaba a la vuelta del instituto donde estudiaba.

Allí me encontré con un Pastor quien me dijo que era bienvenido pero que los servicios religiosos eran en inglés. Si quería lo mismo en español, que fuera a la iglesia que estaba en Constituyente y Médanos (hoy Barrios Amorín, porque a las calles a veces les cambian de nombre).

Resultó ser la Iglesia Evangélica Metodista Central (por entonces una iglesia episcopal) en buena medida dependiente de fondos y misioneros procedentes de Estados Unidos.

Y allí por primera vez escuché a un Pastor en mi idioma, que realmente me impactó. Tenía una forma de articular las palabras muy suya, muy particular. No era un estilo uruguayo de decir, era un poco diferente. Eso ocurría cuando predicaba desde el pulpito, no tanto en la conversación personal.  Sus mensajes eran profundos en contenido, apelaban mucho a razonamientos lógicos, mostraba su erudición en diversos temas, pero a la vez, se expresaba con pasión. 

Nunca más, en Uruguay, ni en Argentina, ni en Estados Unidos, encontré a un Pastor que tuviese la enjundia y brillo intelectual de aquel Pastor, mucho menos su pasión en el decir, en transmitir el mensaje de fe.

Tanto, que mi padre se convirtió, y de agnóstico, pasó a ser un creyente militante. Mi madre --hija de italianos católicorromanos-- le acompañó. Ambos disfrutaban mucho de la prédica de ese Pastor joven, vehemente en el decir, y a a la vez maduro en el pensar.

Ese Pastor, que fue mi mentor espiritual, que fue mi Pastor durante toda mi juventud y madurez hasta que me casé a los 30 años, era Emilio Castro Pombo.

Emilio manejaba varios idiomas, entre ellos, el alemán. Talentoso, dedicado, terminó siendo Secretario General del Consejo Mundial de Iglesias, el máximo organismo ecuménico mundial que reúne a todas las iglesias no-católicorromanas.

Allí ejerció ese cargo hasta jubilarse, y retornar a Uruguay donde años después, falleció.

Y de los tantísimos mensajes que le escuché a lo largo de los años, cada domingo, una frase de uno de ellos, ha quedado grabada a fuego en mi: "No nos cansemos de hacer el bien".

Ponía varios ejemplos de cómo haciendo el bien, se nos devolvía con mal. Cómo podía hasta atacársenos, o ser despreciados, y sin embargo, cuando eso pasara, más cercanos estábamos a hacer nuestra la Cruz de Cristo. Y citaba textos bíblicos donde se describía la desgraciada vida de los primeros cristianos, perseguidos, encarcelados, aserrados, hechos escarnio público, arrojados a las fieras, y muriendo proclamando su fé.

Yde ahí nos traía a nuestro presente, nunca comparable a aquellas cosas terribles, pero donde también podía haber sufrimiento, injusticia, malevolencia....y ante todo eso, desde la perspectiva de la fé nos exhortaba: "no nos cansemos de hacer el bien". 

Y nos hablaba de cómo ese bien se transmitía y llegaba a otros, y de cómo aún hecho todo en silencio, sin embargo en algún momento se llegaba a saber del bien que habíamos hecho, y se nos reconocía. De cómo ese ejemplo que dábamos servía para enriquecer la vida de otros, que decidían también hacer el bien al prójimo. Aquello terminaba siendo una cadena imposible de conocer en sus alcances, pero que tocaba la vida de muchos.

Hay personas y hay momentos en nuestras vidas, en que se nos destrata a tal grado, se nos hace tal injusticia, se nos arrincona, discrimina o anula, que estamos tentados de dejar de hacer el bien. Nos cansa ser buenos sin que se nos entienda, se nos considere por ello, se nos comprenda y respete.

No obstante, cuando ese cansancio arredre, seamos más buenos aún, démonos más en bien de otros, aumentemos nuestra carga de amor hasta que les resulte insoportable. 

Y esperemos, esperemos con fe que en algún momento ocurra el milagro. El milagro de una vida que con nuestra actitud y nuestro hacer, hemos podido cambiar. 

La imagen del Pastor Castro joven --a la sazón pienso que tendría alrededor de 30 años de edad-- es la que tuve de él durante el tiempo en que fue mi Pastor.

La segunda imagen, es la del Pastor Castro ya en sus 60s, cuando le faltaba poco para jubilarse, y seguía muy activo, viajando intensamente, al frente de su cargo en el Consejo Mundial de Iglesias en Ginebra.

Desde este blog, expreso mi gratitud por todo lo que sembró en mí, y en especial esa lección de vida: no cansarse de hacer el bien.

Ojalá muchos la aprendieran y practicaran.

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Wednesday, December 10, 2014

SOBRE EL FALSO AMOR

Una querida amiga me acercó un comentario sobre mi último artículo "Un mal llamado 'amor' que termina en desamor" procurando hacerme entender que a diferencia de décadas atrás, los jóvenes de hoy tienen relaciones sexuales muy tempranamente. 

Prácticamente el noviazgo no existe, y por tanto las relaciónes son lábiles, ligeras, y muy fáciles de establecerse y dejarse.

Acepto la explicación por cuanto esto --lamentablemente-- es una realidad. Y digo lamentablemente porque habla de la inconsciencia de esos jóvenes, de la falta de principios éticos, de información adecuada, y de la gran irresponsabilidasd de los padres como tales.

Pero si algo me resulta muy claro es que en esas relaciones superficiales, diría "a flor de piel", lo que hay es entusiasmo, deslumbramiento, deseo, experimentación --si se quiere-- pero no amor. 

Y no estoy pretendiendo que el amor auténtico excluya a determinada edad la intimidad, pero concuerdo con un gran sexólogo cuando diferenciaba entre relación genital, y relación afectivo-sexual. Y en esos casos que me plantea mi buena amiga, hay relación genital, pero no afectivo-sexual. 

El principio que queda intacto es que el amor es algo que involucra a todo nuestro ser. Es tener presente a la pareja durante todo el día y todos los días. Es estar pendiente de lo que le ocurre, es comunicarse, sentir la felicidad de estar juntos, y compartir vida con todas sus vicisitudes, buenas y malas. 

El amor va más allá de la belleza física, o la atracción sexual. Porque es por sobre todo, el más superior de los sentimientos que podemos desarrollar. El que nos hace verdaderamente humanos. Y para eso, se requiere llegar a una madurez de sentimientos. 

Una persona inmadura, --no importa su edad-- no es capaz de sentir amor. Siente entusiasmos y cree que está sintiendo amor, pero no le es tal. Y por tanto, su experiencia termina por ser efímera. Pero... puede quedar alguien sufriendo. Justamente, ¡quien fue capaz de amar! 

El auténtico amor, requiere una permanente preocupación por el otro, estar dispuesto a sacrificarse por esa persona si es necesario, buscar siempre el bien de esa persona, ayudarle en lo que necesite, hacerle sentir cabalmente que puede descansar en uno. 

El auténtico amor demanda comunicación libre y total. No hay secretos, no hay misterios, porque el amor exige ser mutuamente transparentes. Forma en que se gesta la confianza mutua, factor fundamental para el sostén y fortalecimiento de la pareja.

Responsabilidad, lealtad, coherencia, y por sobre todo un apabullante sentimiento que a uno mismo le hace sentir como en las nubes, y que a la otra persona la envuelve como en algodones. Porque no hay auténtico amor sin romance. Y éste es la parte más exquisita y refinada del mismo. 

Poemas, cartas, chats, música, blogs, todos pueden ser medios que vehiculan los más hermosos sentimientos, lo mejor de nosotros mismos.  

Cuando estamos enamorados, la otra persona vive en nosotros. No un rato, no por un tiempo. ¡Siempre!

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