Estos días he llegado a Montevideo, la ciudad donde nací. Y a pesar de que desde que estoy en el exterior, he venido todos los años con excepción de 2010, esta vez ha sido diferente.
Porque desde mi llegada me he dedicado a averiguar sobre la vida de Mario Benedetti, el literato, pensador, pero sobre todo, apacible, bonachón y solidario uruguayo, que nos ha dejado tantos poemas, novelas, y relatos que han trascendido fronteras y tiempo.
He andado fotografiando los lugares donde estuvo, donde escribió buena parte de "La Tregua", donde trabajó y habitó.
Y por eso, me atrevo a dialogar en el lenguaje que mejor él puede comprender. Y titulo a este diálogo:
A Mario Benedetti
¡Salud, querido compatriota!
Sé que ahí donde te encuentras
me puedes leer, pero aún mejor
puedes comprender
con inefable precisión
el discernir de mi mente
y son sentires de mi corazòn.
Por eso me animo Mario
a decirte estas simples cosas.
¡Fíjate casi qué ironía!
a más de 3 años de haberte ido
aquí en este Montevideo
tan tuyo como mío
me decidí a iniciar el insólito periplo
de averiguar cómo eras
cómo hablabas, cómo sonaba tu voz
cómo te relacionabas
los lugares por donde dejaste
girones de tu pródiga vida.
La inmobiliaria Piria...
el Sorocabana de 25 de Mayo
donde escribiste buena parte de "La Tregua",
tus apartamentos céntricos
tu modesto puesto de oficinista
en la Contaduría General de la Nación.
¡Ah! y me encontrè con Miguel
el mesero que te atendìa
en el restaurante San Rafael
que me dijo de tu bonhomìa
y de tu sencillez.
Sí Mario, seguramente
que recorriendo tras tus huellas
en este Montevideo tuyo y mìo
he pisado las mismas baldosas
que te vieron andar, a tus pies
y aunque tu natural modestia
te lleve a pensar
que es una exageración
sin embargo te lo digo
andar por donde anduviste
me llenó de emociòn.
Y debo a la Fundación
esa que lleva tu nombre
encontrarme nueve años después
con un libro tuyo que no conocía
y que acabo de leer.
Me refiero a ese que escribiste en España
y que publicado e Barcelona
allá en 2004, dedicaste a la juventud.
Leerlo fue un verdadero placer
y para mi sorpresa,
con ratificar algunas cosas
que sabìa de ti
descubrí otras que ignoraba
y me dí cuenta que
aunque con algunas discrepancias
que sé eres capaz de aceptar;
en otras coincidimos:
tú periodista, también yo
escribiste en "Marcha", también lo hice yo
eras tricolor, yo también lo soy
obvio que eras tomador de café
ese gusto también lo tengo yo
Te preocupan los jòvenes desperdiciados
los que queman su existencia
en una noche de boliche
en carrera de la muerte con autos lujosos
son atrapados por el alcohol y la droga
se hunden en la delincuencia
y con total inconsciencia
acuden a feroz violencia
en las "barras bravas" o en
tropelìas sin ton ni son ni razón.
Y estoy seguro qu conmigo
repudiarìas por igual
la grosera "cumbia villera" del Sur
y el repugnante "rap" del Norte
a los que muy bien defines
como "música basura".
Aún tú quieres ver una juventud
que en el acierto o en el error
se la juegue por ideales
pugne por un mundo mejor
abjure de la hipocresía
y milite solidaria por causas nobles
dando su tiempo, talento y energìas
procurando el bien de otros, por amor.
Gracias pues, te doy
por tu mensaje a los jóvenes
gracias por tus poesìas
por ser tan montevideano
y por eso mismo, tan universal.
Déjame que te dé un abrazo
y con un saludo cordial
te diga: ¡hasta seguir dialogando!
allí, en la eternidad.
enigma
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